Capitulo 31

601 35 8
                                    

—¿Queremos saber por qué hace sólo unos días se odiaban, y ahora están así?— dijo Blaine señalándolas riendo.

Todo el equipo se había juntado a comer en la nueva casa de Britt, la cual si bien no estaba del todo amueblado, tenía algunas cosas.

Ya habían terminado de cenar, y como la noche estaba hermosa, fueron a sentarse al parque dónde la rubia había colocado algunos sillones.
Las Brittana se sentaron al lado... y no solo eso, sino que la rubia estaba recostada en Santana, quien la estaba abrazando.

—Yo tampoco entiendo nada— rió Quinn.

—Primero, nunca nos odiamos. Segundo, hace unos días hablamos— explicó Britt— y pudimos... dejar todo claro.

—Bastante claro— bromeó Rach— ¿Están juntas?

—No... no lo sabemos— contestó Santana mientras le hacía caricias en el brazo a la rubia— quiero decir, desde que hablamos estuvimos casi todos los días juntas, pero...

—No estamos en una relación— siguió Britt riendo— Solo... estamos.

—Cambiando de tema— habló Kurt— ¿Tu mamá te dijo algo?

—No, siguen sin encontrarla, es un fantasma. Debe estar escondida en algún lugar como una rata.

—¿No se habrá ido del país?

—No lo creo— dijo Britt— es poco probable. Para mi es como dijo San.

—Tu mamá dijo que nos tomemos una semana, la cual ya pasó. ¿Nos va a dejar volver al caso?

—Nop.

—A mi ayer me llamaron desde Los Ángeles, diciendo que precisan mis servicios— dijo Rachel, bajo la mirada confundida de Quinn, y por el comentario, Britt maldijo por lo bajo, ya que a ella también la llamaron.

—¿Agente Pierce, algo que quiera comunicar con su equipo?— habló Santana mirándola.

—Nop— rió nerviosa, y la latina le tocó un punto en sus costillas que le da cosquillas a la rubia.

—¿Segura, cariño?— le susurró al oído.

—Okey okey— rió— pero no me hagas cosquillas. Si, me llamaron ayer, antes que a Rach.

—¿Antes que a mí?— preguntó, fingiendo estar dolida.

—Soy tu jefa, Rachel, claro que antes que a vos. Me llamó Emma, me dijo que ya están arregladas todas las instalaciones, y que necesitaba que volvamos.

—¿Que le dijiste?— preguntó Kurt frunciendo el ceño.

—Me ordenó que volvamos, mejor dicho— revoleo los ojos, y sentía como Santana se tensaba, así que le acarició los brazos— Le dije que yo por mi parte, me quedaba en Nueva York.

—¿Que te dijo?— preguntó Rach.

—Nada, que me estaba equivocando, pero ella no es nadie para ordenarme algo, por lo menos a mi. Tenemos el mismo rango, y todavía no asignaron un jefe a la agencia, pero aunque lo hagan, mi respuesta va a ser la misma— miró a Santana— Me quedo acá.

—Te amo— le susurró la latina antes de darle un casto beso.

—¿Y vos, Rachel? ¿Que respondiste?— preguntó la rubia.

—Que me quería quedar acá...— dijo dudosa—pero yo no tengo el mismo rango que vos, la cosa la voy a tener complicada.

—De eso nada— respondió Santana— si pedimos tu transferencia no se pueden negar, y si lo hacen, le digo a mamá que la pida— rió— Si queres quedarte acá, te quedas.

EXPLOSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora