CAPÍTULO 13

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N.A.: Probablemente necesitarán pañuelos.

°°°°

Hace un par de horas los Mikaelson habían dejado la escuela, llevándose a su sobrina con ellos. Josie no había hablado desde entonces, preocupando a sus padres y amigos. Kaleb se había llevado a MG para distraerlo con una noche de videojuegos. Sabía la amistad que ambos tenía, un vinculo diferente a todos de ellos, con cada uno era especial. Jed no se quedó atrás, dirigiéndose al bosque para correr y olvidar durante todo lo que pudiera. Nada ni nadie podría quitarle de sus recuerdos los gritos y los momentos aterradores que vivieron mientras intentaban abrir la puerta.

Cada melliza Saltzman se encontraba en su cama, ambas en un silencio, pero las menores no se encontraban solas. Caroline y Camille se quedaron junto a ellas, negándose a dejarlas ir de sus brazos. Alaric desde la partida de la familia de Hope fue en busca de Malivore, o eso es lo que había dicho antes de largarse.

Ninguna de las mayores había recibido noticias sobre la cobriza, algo que aliviaba a ambas era que sabía que Hope despertaría en cualquier momento, pero no quitaba el hecho por todo lo que paso en minutos.

— ¿Por qué sigue aquí? — preguntó con voz baja la castaña — No lo tome mal —, pidió.

— Se a que te refieres — sonrío Camille —. Sucede que — suspiro casi dramáticamente, Josie rio suavemente — Hope tiene a muchas personas para que cuiden de ella, además se que no le gustaría que pasases....pasasen por todo esto, sé que ella entenderá, al igual que sus tíos.

— Gracias por estar aquí — murmuró Josie.

— No hay de que peque.

***

Hope abrió los ojos, confundida del lugar donde se encontraba. Se sentó en la cama, recordando que era su habitación en la mansión de Mystic Falls. Cerro los ojos y los recuerdos invadieron su mente, los gritos, los sollozos, el golpe en su cabeza. Se llevo la mano hacia donde se había golpeado con anterioridad, sintiendo sangre seca en su cabello. Su mirada se fijo en un lado de la habitación, en la mecedora su tía Rebekah dormía.

La cobriza la cubrió con una manta y salió del cuarto. La casa estaba en un silencio aterrador para ella, cada vez que su familia se encontraba en la ciudad, la música sonaba, las risas estallaban. Las copas chocaban y una nueva botella de bourbon se abría. Era un día diferente para que todo eso estuviera presente. Hope no solo murió una vez, si no dos, en menos de una semana, la culpa llego, pero era tarde para volver o escapar. Entro a la sala de estar, donde todos se encontraban. Kol levanto la mirada de su copa, saltando en su lugar al verla, no demoro en ir hacia ella, todos voltearon, suspirando al ver a su sobrina ya despierta, ya viva.

— Hey rufiana — suspiro tembloroso Kol. Llego hasta la menor abrazándola —, no estas sola Hope, debes recordar eso, prometo que todo mejorara.

— Chicos, Hope no est...a — llego una Rebekah agitada y asustada. Se detuvo al ver a su sobrina en los brazos de su hermano — ¿Hace mucho que despertó? ¿Por qué no me despertaste señorita? —, preguntó con sus manos en la cintura.

— Acabo de despertar y dos, quería dejarte descansar un poco —, admitió la menor.

— Hope no debes preocuparte de mi —, negó — Soy responsable de ti, eres mi sobrina, nuestra niña — aclaró —. Mi responsabilidad es cuidar de ti y de mi familia.

— Lo siento —, murmuró.

— No debes disculparte de nada mi niña — dijo Keelin.

— Es mejor que regrese a la escuela — suspiro Hope.

La Decisión De HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora