La Decisión De Hope

CAPÍTULO 26

N.A.: Un poco corto porque se me canta el cu**
            Disfruten

Josie entro a la habitación viendo a la cobriza, sacar sus anillos y dejarlos en el velador. Se saco la chaqueta, tras un gesto la sangre desapareció.

— Ahora se porque jamás te veo en la lavandería —, dijo Josie. Hope se giro viendo a la menor.

— O puede que la loba solitaria vaya en la madrugada — se rio Hope dejándola a los pies de la cama.

— Cariño, no permitiré que Alaric te haga daño —, prometió acercándose a la cobriza —. Prometo encontrar ese árbol, lo haremos.

— Si cae en manos equivocadas — murmuró Hope cerrando sus ojos.

— No lo hará, nadie lo permitirá cariño —, negó Josie abrazándola por la cintura.

— ¿Me sueltas? Tengo que bañarme

— Solo si puedo acompañarte — Hope asintió. La sifón entrelazo sus manos, llevando a rastras a la más baja.

Hope una vez que se quito la sangre seca de sus manos y donde había salpicado, Josie la arrincono a la pared, besándola con entusiasmo, deslizo sus manos por el trasero de Hope. Hope gimió en sus labios, gimió más fuerte al sentir una de las manos de la menor ir a su zona sensible. La detuvo antes de poder tocarla.

— Amor — gimió —. Es lo que más quiero, poder tocar todo tu hermoso cuerpo, pero no lo quiero así.

— Lo siento yo, no debo presionarte, pero es que Hope — soltó un quejido —. Eres una diosa, con solo mirarte quiero hacerte tantas cosas.

— Y lo harás en su momento — aseguró Hope, la mayor pudo jurar ver un destello dorado en los ojos de la menor. Pero lo dejo pasar. Entre besos se bañaron, saliendo minutos después con toallas cubriendo sus cuerpos.

Hope vio a la castaña dejar caer su toalla, abriendo el armario, sacando ropa de su parte del closet. Porque si, hace unos días Josie se había mudado oficialmente de habitación, su ropa estaba en los cajones, sus cuadernos en el escritorio de la mayor. Ninguna espero más y trajeron lo que quedaba de su cuarto, al igual que su escritorio. Lizzie estaba un poco triste ante esto, pero Josie le dio el lado positivo que no despertaría en mitad de la noche por los gritos a leer uno de sus libros. Pero no es el punto ahora mismo. La mayor vio el descubierto cuerpo de la menor, se acercó casi como un depredador, paso sus manos por la cintura de Josie, quien dejo salir un suspiro tembloroso.

— No te detengas —, pidió Josie relajándose en el pecho de la mayor. Hope dejo bajar una mano por el abdomen de la sifón, la otra mano subió, apretando su pecho, escucho el jadeo de Josie, lo cual la éxito. Josie se separó, girando y soltando el nudo de la toalla de la otra chica, se abalanzo a sus labios, con las manos en la cintura la llevo hasta la cama, Hope cayo con Josie posicionándose por encima.

Josie dejo una de sus piernas entre las de la mayor, comenzó a moverla en el punto sensible de Hope, mientras la besaba firmemente. Deslizo su mano para jugar con el clítoris de la tribrida, pero unos golpes en la puerta la detuvieron.

— Josette —, gritaron al otro lado de la puerta. Ambas dejaron salir un suspiro molesto al escuchar a Lizzie —. Mamá nos quiere ver, voy a entrar

— No entres —, grito Josie —. No al menos que quieras traumarte.

— No quiero saber más, te espero en la oficina.

— No —, se quejo Josie —. Tengo que ir

— Debes — asintió Hope.

— Mierda — dijo Josie vistiéndose con rapidez —. Te veo pronto cariño, no hagas nada sin mi —, dijo antes de salir de la habitación. Hope gruño, se vistió, dejando su cabello suelto cayendo por sus hombros. Tomo una foto en sus manos, viendo a sus padres junto a ella, debió haber tenido unos siete años, recordaba ese día, fue cuando conoció a su familia, cuando conoció al caballero de sus historias. Fue entonces cuando recordó a Norma, que fuera egoísta. Suspiro sabiendo que hacer.