Terminada • Subiendo extras (Editando extras)
¿Cuánto necesitamos sufrir para aprender algo tan simple?
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Quién diría que amar es muy difícil, yo pensaba que el amor era fácil como lo plasman las películas y libros: Un amor descomunal y sin fro...
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—Vamos Isis, solo termina el ejercicio tres y puedes descansar —pide Elek con cansancio.
—No soy como tú, Elek —resoplo apoyando mi cara en el pupitre—, mis neuronas amenazan con explotar.
Elek lo único que hace es reírse de mí. Dios mío. ¿Por qué este chico es tan alegre?
—Te invito un café, ¿Te gusta el café? —enarca una ceja colocándose su mochila—. Por favor dime que te gusta el café.
«No».
Sonrío para no responder y Elek entiende lo que quiero decir sin decirle una palabra.
—Bueno yo quiero café, te puedo invitar un milkshake dime que si te gusta o mejor ya mátame, señorita sin gustos generales —bromea.
Guardo mis cosas y me dirijo a la puerta para ya irnos.
Habíamos comenzado con esta pequeña clase que el director me asignó todo por culpa de mi intelecto de baja calidad. Y Elek se divertía mucho cuando me explicaba al inicio de todo esto.
¿Con cuál comenzamos?
Su tema favorito, ciencias... Soy una total ignorante en química, física, astronomía, geología y biología. Las ramas generales de la ciencia que mi escuela pone.
Si bien Elek es buen profesor, su alegría desborda de él y me hace tener hambre.
—Acelera el paso, Minion.
—¡Eres muy alto!
—¿Y? ¡Camina rápido!
Ugh.
—Pero ¿A dónde vamos?
—A mi trabajo —bufa.
—¿La heladería?
—No.
—¿Cómo? ¿Te despidieron? —me burlo.
—Claro que no, Isis, renuncié porque me pagaban poco —me mira sobre su hombro achinando los ojos—. ¿Por qué haces tantas preguntas?
—¿Por qué siempre andas emanando felicidad aparte de tu colonia sumamente varonil?
—¿Mi colonia?
—N─no... Eso no fue lo que dije —y heme aquí malogrando la situación de nuevo, joder las mejillas...—. ¿Qué café te gusta?
—¿Cambias de tema, Pacman?
—¿Pacman?
—Eres de igual de amarillo que ese personaje.
Genial, ya empezamos con los apodos sobre mi cabello, ¿Cuándo será el día que dejen de hacerlo?
Volteamos en la esquina de la calle principal de esta manzana y llegamos a una cafetería muy parecida a un Starbucks, entramos y está algo llena ─la mayoría son jóvenes mirando las pantallas de sus laptops o personas tomando solamente café─, me guía a una mesa pequeña en una esquina.