Terminada • Subiendo extras (Editando extras)
¿Cuánto necesitamos sufrir para aprender algo tan simple?
♡♡♡♡♡♡
Quién diría que amar es muy difícil, yo pensaba que el amor era fácil como lo plasman las películas y libros: Un amor descomunal y sin fro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Tomen esa! Eso les pasa por cruzarse en su camino —gritan mi tío y mi papá con euforia hacia el televisor.
La Juventus ha anotado un gol ─el primero que abre el marcador─, pero tampoco me emociono tanto como ellos en estos momentos. Celebro un poco, doy saltos de victoria, pero siento que lo que están haciendo ellos es mucho para mí.
—¡Girasol! ¡Metieron un gol! —me carga mi papá como si tuviera siete años.
—Papá... —murmuro incómoda—, Sebastián nos está viendo —trato de deshacer su agarre.
—¿Quiere que yo te cargue? —cuestiona burlón, lo fulmino con la mirada— Nuestra Isis ya está creciendo —dice como si fuera su hija—, primero Elek queriendo ser tu enamorado, y ahora no quieren que la carguen porque ya está muy grande para eso.
Cierro los ojos con fuerza pidiendo a quien sea que mi papá omita lo que acaba de decir mi primo.
—¡Mi sobrina es toda una señorita! —trato de no reírme amargamente ante el comentario de mi tío— Tenemos celebración doble, ¡Cariño, pon la cerveza a helar! ¡Nuestra sobrina ya tiene ganado!
Sebas y yo nos reímos por lo último que dijo, en eso, la voz de mi primo Cris se abre paso entre nosotros.
—¿Pueden ser menos ruidosos? Algunos tratamos de estudiar.
—¿A estudiar le dicen tener una paja? —ataca mi primo achinando los ojos— O sea, digo nomás, porque cuando entro a tu habitación por la laptop encuentro en tu escritorio mucho papel higiénico junto al computador —se encoge de hombros como si fuera lo más normal del mundo—. Cuando digo mucho no exagero, encuentro mucho papel higiénico, es asqueroso que lo dejes por ahí, ¿Sabías?
Mi tío sorprendido intercala su mirada con mis primos que se están retando mutuamente mentalmente, mi papá está fingiendo que escucha al narrador del partido, pero lo sé, le gusta el chisme a él al igual que a mamá.
—Cristóbal explícate.
—Papá no es nada, en serio —asegura acercándose al mueble al mueble que estamos sentados Sebas y yo—, ya sabes como es este —le golpea la cabeza.
—No lo agredas Cristóbal Gallego—sigue hablándoles serio.
—Eso, no me agredas imbécil —sigue hablando gracioso.
—Papá no hagas una tormenta en un vaso de agua —suspira cansado—, me vienes a criticar cuando probablemente tu en tu juventud harías lo mismo.
Veo como mi papá me jala sutilmente al otro mueble.
—Los latinos sí son rebeldes —susurra en mi oído—, que bien que eres bien portada —besa mi coronilla.
Lo miró atónita tratando de no reírme.
«Ya se te han pegado las costumbres de Elek que tanto te molestan».
—Te hago recordar que el papá de Cristóbal es tu concuñado —elevo mis cejas con obviedad—, yo puede haber sido así, solo que tenia tu propuesta militar respirándome en la nuca, además de ti que cada de nada estás que me insistes que entre al ejercito.