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Draco Malfoy.

Al entrar a la sala principal de la Manor Malfoy inmediatamente el olor del pino llegó a mi nariz, después de inhalar el aroma con más tiempo comencé a visualizar dónde podría estar mi primera presa.

Analice bien el lugar dándome cuenta de que las ventanas de los grandes ventanales estaban más abultadas de lo normal.

Pero antes de dirigirme ahí me percate de unos bonitos deditos escalonados del pie izquierdo de alguien sobresaliendo de la mesa enana en medio de la sala.

Sonreí de oreja a oreja.

-¿Dónde estarán Ted y Harry?.-Me cuestione con un tono malévolo.

Los deditos de aquel piecito se doblaron con fuerza.

Pase entonces de largo la mesa dirigiéndome a las cortinas, comencé a mover aquellas que no se veían abultadas y cuando estaba llegando a la cortina abultada me detuve, me di la vuelta y avance a la mesa.

-¿Será que encontrare a un hermoso conejito bajo la mesa o tal vez un abrazable osito cariñosito?.

Dicho esto me incliné rápidamente jalando el pie de Harry, por el movimiento de arrastrarlo para sacarlo el suéter blanco se alzó dejándome ver el abdomen de Harry.

Harry con ambas manos bajo su falda roja aterciopelada hacia abajo para que no se subiera al igual que su suéter.

-¡Conejo asado! .-Brame victorioso para después atacar el estómago de Harry.

-¡NoooOooo!.-Gritó Harry retorciéndose en risas.-¡Draco por favor!.-Suplicó él intentando débilmente detener mis dedos que se deslizaban rápidamente a los costados de sus costillas.-N-No mas cos-cos-¡cosquillas!.-Pidió Harry intentando sentarse para huir de mi.

Empecé a reír igual de emocionado que él ignorando sus súplicas, Harry entonces se vio obligado a soltar por completo su falda para cubrir sus costillas con sus dos brazos en un auto abrazo.

Entonces bajé mis cosquillas a su abdomen frío, Harry se retorció pero pronto subió sus rodillas a su pecho para cubrir su estómago, estorbándome en la misión de hacerle cosquillas.

Pero dejándome una vista interesante, tan interesante que mis manos se vieron atraídas a acariciar aquella piel donde definitivamente el sol no le daba.

Harry soltó jadeo y rápidamente de reojo pude ver cómo mordió sus labios.

Sin poder evitar el golpe de calor me incliné hacia el rostro de Harry aun viendo la apreciable piel de sus glúteos.

-Oye conejito travieso, no se vale enseñarle al lobo tu colita esponjosa para distraerlo.-Murmure en una voz baja dignandome a posar mi mirada en sus ojos tan verdes como el árbol del yule.

-Bueno, entonces el lobo podría buscar otra manera de matar al conejito para que este no tenga la necesidad de desproteger su colita.-Murmuró Harry con una divina sonrisa ladina.

Entre cerré los ojos pellizcando con fuerza uno de sus glúteos antes de soltar el gruñido.

Harry se rió de mí mientras bajaba sus piernas y se sentaba.

-Teddy está arriba.-Dijo Harry mientras que se cruzaba de brazos.

Arqueé una ceja viéndolo seriamente.

¿Hasta en eso era capaz de mentirme?.

-Gato mentiroso.-Le susurré mientras me levantaba.

-Pensé que era un conejito.-Aclaró Harry con cierta burla inclinando a su máximo su cuello para poder verme desde abajo.

--•◦𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂 •◦--Donde viven las historias. Descúbrelo ahora