--•◦𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂 •◦--

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Harry Potter.

Evite pensar en Malfoy y su cena con los Greengrass.

Simplemente me fui con Teddy a su habitación.

Malfoy no había dicho cuando regresaría y ya era muy noche y no había señal de él.

Contuve un suspiro apretando mis labios en una fina línea, decidí que podía esperarlo para pedirle cenar en cuanto regresara.

Me aseguré de que Teddy estuviera bien dormido, solo así pude dirigirme a mi habitación y mientras lo hacía intentaba no pensar en que me frustraba saber que Malfoy aun con el trato aceptado saliera a verse con Astoria o con quien sea que se estuviera viendo.

Lo que me quitaba un poco el enojo era que vagamente esto lo sentía como un dejá vú.

Pero igual era inevitable no estar de mal humor.

Abrí la puerta de la habitación y la cerré de inmediato, caminé hasta mi mesa de noche y ahí dejé mis lentes.

No los necesitaba más pero me gustaba llevarlos, me sentía yo mismo con ellos.

Se había llevado chocolates, flores y fue a una cena, no tendría que ser un genio para saber que la cena no era precisamente de amigos.

Avance hasta la puerta que daba al baño, una vez dentro de ahí baje la mirada a mi falda.

Me giré levemente hacia mis lados observando como la falda volaba suavemente por el aire alzándose un poquito.

Sonreí mirándome al espejo, no me quedaba tan mal como pensaba.

"Malfoy debería estar cortejando a Astoria tal como Ron hizo con Hermione."

Susurro mi algo dentro de mi con malicia.

Mire mis ojos en el espejo para después mirar nuevamente mi cuerpo.

Por unos momentos me quedé en blanco hasta que me di cuenta que yo no era siquiera la mitad de bonito de lo que Astoria era...

Su piel blanca pálida tan bella, sus cabellos castaños largos y suaves, sus curvas tan hechizantes.

En cambio yo... Yo solo.. Yo..

"Solo fuiste la opción más viable."

Negué con la cabeza y me di la vuelta, me empecé a desnudar con lentitud cerrando los ojos, desprendiendo cada prenda de mi a base de suaves y largas caricias frágiles.

"Una vez usado ya no sirves, ahí es cuando entra Astoria."

No, no era verdad.

Nadie estaba usando a nadie.

Abrí la regadera y me metí inmediatamente sin importar si el agua estaba fría o caliente, de todas maneras eso me daba igual, no era algo que me afectara.

Tome la esponja y de inmediato empecé a tallar mi cuerpo con algo de dureza para evitar seguir escuchando esa molesta voz.

Al terminar ni siquiera me volteé a ver al espejo, simplemente salí y me coloque una de las pijamas que Ron me había regalado en mi cumpleaños.

Camine hasta la mesa de noche, me coloque los lentes y me deje caer en mi cama.

Apenas iba a cerrar los ojos cuando sentí por el anillo la presencia de Malfoy, molesto abrí los ojos parándome en automático.

De mala gana por el hambre y por intuir ante su olor a gardenias que había estado muy bien acompañado me dirigí a su habitación tocando la puerta tal vez más fuerte de lo necesario.