Capítulo 5

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Eva

Las horas en la sala de espera se hicieron eternas, el veterinario no daba información sobre Tom y yo quería morir, él había estado conmigo desde que me hice mayor de edad y  era lo más importante para mí.

Brandon estaba con su celular mientras contestaba algunas llamadas, mi celular estaba en algún rincón de mi casa, pero no era lo más importante ahorita.

—¿Lograste ver el rostro de aquel hombre? —Preguntó rompiendo el silencio.

—No, estaba todo cubierto, pero logré dispararle ¿No están en la mansión cuando entró papá?

—Solo habían rastros de sangre en la parte de la cocina, alcanzó a salir antes de que ellos entrarán.

—Oh, entonces no lo sé, creo que no se nada.

—Es importante Eva—Presionó.

—Nada es más importante que Tom, ¿Puedes dejarme en paz? No quiero saber nada de nadie, ni de un loco que entró a mi casa para asesinarme.

—Puede regresar y conas fuerza porque sabrá donde atacar. Estuvimos en casa actuando sonó la alarma, pero ¿Y si no hubiéramos estado? —Exclamó con un atisbo de rabia en su voz.

—Estuviera muerta y ya, no le temo a nada, Brandon.

Rodó sus ojos y guardó el celular.

—Haz lo que quieras.

Se cruzó de brazos e hice lo mismo, mis ojos se estaban comenzando a cerrar porque llevábamos bastante tiempo aquí. Observé a Brandon y él estaba ocupado nuevamente en su celular.

La puerta del veterinario sonó y volteé enseguida la vista hacia él, me levanté de la silla y Brandon hizo lo mismo posándose detrás de mi.

—¿Como está? —Pregunté abrazándome a mi misma.

—Realmente lo siento, hice todo lo que estuvo en mi manos, pero él no logro sobrevivir la herida fue demasiado profunda. Pueden pasar a despedirse de él.

—¿Qué? —Articulé confundida.

Negué varias veces tratando de asimilar las cosas, pero sus palabras perforaban una y otra vez mi corazón, cerré los ojos con fuerza y las lágrimas bañaron por completo mi rostro. Los brazos de Brandon me sostuvieron y me apoyé en su hombro ahogando todos mis gritos.

—Vamos por él.

Caminamos hacia donde estaba Tom y lo ví tendiendo en el frío metal, pasé mi mano por su hermoso pelaje y sollocé en silencio sintiendo la presencia de Brandon detrás de mí.

—Te amo demasiado mi bebé, te amaré siempre—Susurré besando su cabeza.

Volteé a ver a Brandon y me sacó del lugar tomando mi espalda baja, mañana tendríamos que pasar por él así que enseguida quise ir a mi casa. Estábamos en el auto mientras trataba de controlar mi llanto.

—Lo siento mucho—Susurró Brandon poniendo su mano en mi muslo.

—Era mi único amigo, siempre había estado conmigo ¿Por qué hacen esto?

—Encontraremos al culpable.

—No tengan piedad de él.

Nos quedamos en silencio hasta llegar a la mansión, me bajé del auto y entré a mi hogar, las luces estaban encendidas así que giré la puerta encontrándome con mamá y papá en la sala.

—Hija, ¿Como...

Las palabras de mamá se quedaron en el aire cuando corrí directo hacia ella llorando como cuando tenía seis años y me caía en el jardín.

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