Brandon
Me moví un poco en la cama de Eva y la observé dormir plácidamente, eran la una de la madrugada y ya tenía que regresar a mi apartamento. Me levanté sin hacer ruido y arreglé mis zapatos lentamente, estiré mi cuerpo y corrí fuera la cama dándole un último beso en la frente.
Salí de su habitación, bajé las escaleras y caminé hacia la salida, pero el tallo de alguna flor saliendo de la basura llamó mi atención, me acerqué hacia el bote de basura y saqué el ramos de flores azules que estaban allí, leí la nota y la apreté con fuerza mientras temblaba. Odiaba a este maldito tipo, pero más odiaba a Eva por querer exponerse así.
Traje el ramo conmigo y abrí la puerta saliendo del lujoso apartamento, bajé por el ascensor y me fuí directo a mi auto dejando reposar las flores en el asiento del copiloto. Desvíe el camino a casa y terminé en la cárcel donde estaba Nox, no quería más de estos detalles en casa de Eva.
Al llegar al sitio me dejaron entrar sin problema, pedí ver a Nox en la sala de interrogatorio y unos minutos después apareció esposado y sentado frente a mi.
—¿No le gustaron las flores a mi ángel? —Preguntó con cinismo
—Conmigo no te hagas el gracioso, Nox, yo no soy Eva, que tiene el corazón blando para ayudar a todo el mundo. No quiero más regalos de estos en su apartamento, no quiero que la hagas sentir incómoda y tampoco quiero que le hagas cumplidos.
Nox soltó una pequeña sonrisa y puso sus manos esposadas en la mesa.
—¿Por qué estás tan asustado, Brandon? ¿Tienes miedo de que pueda tenerla y tú no?
—No seas ridículo, por favor. No eres el tipo de hombre para Eva.
—Soy el tipo de hombre para toda clase de mujer, pero más para Eva, no creas que no me imagino sus preciosas piernas encima de mis hombros.
Tenía que controlarme y respirar profundo para no estrellar mi puño en su rostro.
—Ya estás advertido.
—Igual, no quiero follar con Eva, tengo mejores planes para el futuro.
—Si tus putos planes arruinan la carrera de Eva ten por seguro que lo lamentaras toda tu vida, Nox, a mi no me importa que seas un maldito asesino en serie, no te tengo miedo.
—Nos vemos después, ya no quiero hablar contigo—Murmuró calmadamente.
Me levanté de la silla y salí del lugar sin mirar atrás, tomé mi auto poniéndolo en marcha hasta llegar nuevamente al apartamento de Eva. Subí por el ascensor y saqué las llaves del bolsillo entrando sin hacer demasiado ruido, cerré la puerta y me dí la vuelta encontrándome con Eva en la cocina observando fijamente hacia mi dirección.
—¿Fuiste tú quien sacó las flores de la basura verdad?
—Si, fuí yo quien sacó esa porquería de aquí—Contesté tirando las llaves a la mesa del comedor.
—Entras a mi casa unos días y sientes que tienes el maldito derecho de sacar las cosas de aquí, ¿En qué carajos estás pensando, Brandon?. Las flores son mías, por lo tanto yo decido qué hacer con ellas, y si las tiré a la basura fue con justa razón.
—No vamos a tener esta discusión otra vez, Eva. En serio no estoy de humor para aguantar tus quejas—La ignoré caminando hacia la habitación, pero ella se adelantó y se cruzó de brazos en la entrada.
Estaba enojado y estresado, ahorita no quería tener una pelea con Eva por culpa de su terquedad.
—Estás en mi casa, por lo tanto vamos a hablar de lo que a mí se me venga en gana, y te voy a pedir de la manera más amable de que no te metas en mi trabajo, no te estoy dando permiso, Brandon.
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Tentaciones ✔️
Romansa[Segundo libro de la Trilogía Caos] Eva Smirnova lo ha tenido todo en su corta vida; un padre amoroso, una madre ejemplar y todo el dinero que cualquier persona desearía. Pero no siempre se puede tener todo lo que se desea. Ella ha vivido enamorada...