Capítulo 19

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Eva

Días después

Respiré el aire de Gardenia nuevamente y bajé del avión tomada de la mano con Brandon, nuestros últimos días los habíamos pasado con nuestros padres, así que fueron unas buenas mini vacaciones.

—¿No te quieres ir a cambiar? —preguntó Brandon una vez estuvimos en el auto.

—No, entre más rápido salgamos de esto mejor.

Llevaba unos jeans, zapatillas blancas, camiseta negra y un gabán negro para cubrirme del frío que estaba comenzando a hacer.

—Ya sabés que pase lo que pase ahí dentro siempre te apoyaré y te creo.

—Lo sé—Sonreí apretando su mano.

Una vez estuvimos fuera del juzgado ambos nos bajamos a tiempo, Brandon se fue detrás de mí mientras me tapaba de los periodistas que estaban queriendo hacer preguntas subidas de tono.

—Buenos días—Saludó el guardia.

—Buenos días—Respondimos Brandon y yo al unísono.

Al llegar al lugar Brandon tomó asiento en su lugar y yo me quedé en la entrada con un guardia esperando que me llamarán. Crucé la mirada hacia donde estaba el tipo que conocí en la fiesta y todo mi cuerpo se tenso con miedo al volver a verlo.

No quería dejarme llevar por mis emociones así que lo ignoré esperando mi turno.

—La defensa llama a testificar a Eva Smirnova.

Suspiré profundo y caminé con ayuda de un policía que me ayudó a subir al estrado, tomé asiento despejando mi mente sin observar a aquel tipo.

—¿Jura decir la verdad y nada más que la verdad? —preguntó el juez posando la Biblia en mi lugar, puse mi mano en ella y la otra la levanté.

—Si, juro.

—De acuerdo.

El abogado del tipo se levantó viniendo hacia mí con una postura recta y las manos atrás entrelazadas entre sí.

—Dígame, señorita Smirnova. ¿De dónde conoce a mi cliente?

—De una fiesta.

—¿Solo tuvieron un encuentro?

—Si, de ahí no lo volví a ver más y no lo conozco tampoco.

—Bien—Suspiró—. ¿Puede decirme qué pasó esa noche?

Asentí.

—Estaba celebrando el cumpleaños de una compañera de trabajo y me tomé unas copas de más, bailé con un conocido y después de unas horas me fui al baño para lavarme el rostro ya que me iba para mi casa, pero entró él y me dijo que era amigo de mi jefe, se acercó poco a poco y le dí un beso, luego comenzó a apretarme con fuerza, lo sentí penetrarme y entonces desperté en un hospital.

—¿O sea que usted va por ahí besándose con tipos que apenas conoce?

—No, solo que esa noche no actúe de buena manera.

—Si dice que despertó en un hospital entonces ¿cómo está segura que mi cliente le hizo algo? 

—Porque me llegan flashbacks poco a poco.

El hombre caminó por el lugar observando al abogado de la unidad de abusos sexuales quién era el que tenía mi caso.

Observé con determinación a todos los que estaban en el lugar y me encontré con Sylvia junto con las chicas del ejército.

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