capitulo nueve

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­­Era 30 de julio de 1994, tanto mis padres como mi padrino y el tío Sirius estaban un tanto ocupados, mi madre decoraba el lugar del ritual, este fue en un jardín apartado con rosas blancas, mi padre estaba arreglando los documentos en donde Harry seria formalmente un miembro de la familia Malfoy-Black, mi padrino Severus aunque dijo que no quiso ayudar, se encomendó en la tarea de ayudar a Harry en los rituales, al mismo tiempo que ayudaba a mi madre con la decoración, por otro lado, el tío Sirius como era el representante mas cercano de Harry tuvo que hacer las mismas tareas que mi padre, descubrimos también que las bóvedas de Harry estuvieron activas por esos años, para realizar unos pequeños retiros, lo cual al ser descubierto no les agrado en nada a ningún miembro de la familia, entonces el tío Sirius se puso manos a la obra, también declarando que la patria potestad de los Potter y Black, como algunas pequeñas bóvedas mas, se compartiría conmigo, en otro caso, Harry y yo nos centramos mas en el vestuario, petición mía obviamente. También recuerdo que por las fechas me llegaron muchas cartas de mis amigos pidiéndome citas para reunirnos para mostrar nuestras marcas, cabe resaltar que de todo el grupo, Astoria, Theo y yo éramos lo que teníamos una marca de predestinados, no hace falta decir que les mentí diciendo que Salí de viaje durante ese verano, también los amigos de Harry le escribían algunas veces , por lo poco que recuerdo se que ambos estaban muy emocionados por su marca, ya que tenían la leve creencia que tal vez el predestinado de Harry seria la comadreja menor, ya que era la única de la familia que tenia una marca, una idiotez tremenda, lo que nos causo una que otra discusión.

Como decía el 30 de julio fue el dia mas atareado para todos los conscientes de nuestra relación, la verdad quise realizar el ritual con Harry, ya que quería que nuestras marcas aparecieran el mismo dia, cursi y todo pero valio la pena. Aun recuerdo como no pude dormir en la noche, estaba tan ansioso por el siguiente dia, los mayores si que no se acostaron, pues ellos seguían con sus deberes antes del ritual. Al otro dia, al despertar lo primero que hice fue buscar a Harry a su habitación y lanzarme a darle un abrazo, aunque luego de unos minutos llegaron mis padres con nuestros padrinos felicitando a Harry por el dia de su cumpleaños junto con el dia del ritual, inmediatamente después de eso nos alejaron, mis padres y padrino me llevaron a mi cuarto y sirius se quedo con Harry para alistarlo, ya mas tarde aun en la mañana desayunamos entre todos y celebramos por el cumpleaños de Harry, este al ver la cantidad de obsequios por parte de todos nosotros se sintió tan avergonzado, pero pude sentir en mi como sentía tanta felicidad, también llegaron lechuzas con pequeños paquetes de regalo por parte de sus amigos, el almuerzo y la tarde se fue junto con bromas y anécdotas, ya como a las cuatro de la tarde ambos nos retiramos a nuestras habitaciones donde nos alistamos para el ritual, la tradición familiar Black indicaba que se me debía de dibujar con un pequeño pincel sobre el cuerpo los pensamientos del joven predestinado, este debía ser con polvos del núcleo de la varita del joven, por mi parte yo escogí runas de protección también en las piernas como brazos, decidí que hubieran flamas, el pelo de unicornio me hizo brillar mas que cualquier día, mi atuendo era una camisa transparente blanca junto a unos pantalones negros totalmente descalzo, al terminar ya eran las seis de la tarde, el sol ya se veía como se escondía, Harry y yo nos encontramos en la primera planta de la mansión, en la puerta que daba salida a los jardines, el se veía totalmente inalcanzable para mi, vestía una camisa suelta verde oscuro y unos pantalones gris apretados, descalzo al igual que yo, ambos nos sonreímos creo, solo recuerdo como su sonrisa iluminaba aquella sala.

A paso rápido todos fuimos al lugar donde se realizaría el ritual, fue hermoso, las piedras llenas de magia colocadas como medias lunas, grandes e impotentes, los dibujos rúnicos pintadas de blanco, con flores decorando los pequeños espacios de las piedras estos eran lirios y narcisos, sentí como Harry estaba conmovido, había enredaderas por las piedras como si fueran antiguas y estas se unían al piso formando dos círculos en donde ambos nos paramos, al llegar el ocaso, las piedras se iluminaron todo inmediatamente en el pequeño espacio se lleno de oscuridad con pequeñas luces de magia brillando, mis trazos rúnicos en mi cuerpo también brillaron y los Harry, estos se arremolinaron en nuestros cuerpos, la imagen no se definía , era el momento de iniciar el ritual. Mi mano izquierda agarro firmemente mi brazo derecho en donde mi marca se rebelaría, con voz fuerte inicie –mis catorce años ya se han cumplido, deseo y acepto tu regalo madre magia, pido y suplico piedad al destino, un predestinado soy que busca a su otra parte en este mundo, pelo de unicornio es mi núcleo, de color rubio es mi cabello, mi familia muestra pureza, te pido que me des la bendición de encontrar a la parte que me complementa, mostrando la marca que nos definirá como destinos, madre magia, tiempo, destino, amor, naturaleza, cosmos, fuente inagotable de vida, denme su bendición en este ritual sagrado para estar con mi pareja- este era una vieja tradición familiar combinada , tenia tanto rasgos Malfoy como Black, dar a conocer mi prestigio como respetar a los encargados de la vida, obviamente esto fue preparado con mucha anticipación, pues seria la primera vez que sucedería el llamar a otras esencias mágicas, volviendo al tema, mi mano se calentó inesperadamente, las luces mágicas cambiaron de color, titilaban y con cada una de mis palabras el brillo que tenían se hacia mas fuerte, al final las piedras mágicas brillaron muy fuerte, mi brazo estaba ardiendo , pude observar como la magia entraba en mi piel ardiendo como llamas, desgarraba mi sistema tanta concentración mágica en un mismo punto, por otro lado si no aguantaba ese calor, tenia la gran sospecha que no podría obtener mi marca, no sabia el como, pero lo sentía, me levante a duras penas del lugar en el que había caído de rodillas, me acerque a las piedras mágicas, y con un accio logre convocar un tazón lleno de agua de manantiales mágicos, , mi cuerpo se desmoronaba, y el tacto se me iba, se me hacia muy difícil el respirar normalmente sin sentir el calor, me mordí el labio, sacando sangre este lo vertí sobre el agua , toda el agua se volvió mi sangre, tenia que lavar a las rocas mágicas con la sustancia, el tener el regalo de la madre magia no fue total felicidad para todos, los sangre pura como yo, decidimos dar algo por tan gran regalo, las tradiciones siguieron y cuan mas grande sea el regalo, mas grande será la fortaleza de la marca, o eso dicen los libros, aunque hubo mucha negación, junto a Harry logramos crear un nuevo ritual, sin ningún sacrificio, mis padres me advirtieron que a veces era doloroso el formar la marca y mas si es con tu predestinado, aun asi no espere que fuera tan doloroso, al terminar de verter como pude la sangre el calor se iba, mi respiración volvía a la normalidad y con un suspiro agradecí a la madre magia como a toda mágic por tener la marca, mi brazo derecho estaba cubierto de enredaderas, eran bellísimas, tenían pequeñas flores, y algunas hojas, en runas se formaba la letra "H" mientras estas se disolvían en nuevas ramas, la marca se movía como si fuera a crecer, al levantar mi mirada pude ver a Harry mirándome con la mano derecha sobre su brazo izquierdo, ambos sonreímos al mismo tiempo que caímos desmayados por el gran uso de magia por parte nuestra, pude lograr escuchar como gritaban nuestros nombres, luego todo se volvió negro

El predestinado de la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora