Capitulo 2.

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-¡¿Por qué me miras así?- Pregunto él ya cansado de la molesta mirada de su padre.

- No me agradó la forma en que le hablaste.-
Él conocía a su hijo, y no quería que Cloe saliera perjudicada por la actitud de éste.

- Por favor padre...

- Con ella no, ella se esfuerza mucho y necesita este trabajo. - Bebió un poco del café.

- ¿Por qué la defiendes tanto, acaso, tu y ella...- Su padre lo interrumpió, no le gustó el tono que estaba teniendo esa conversación.  No iba a permitir que le faltará el respeto a Cloe y mucho menos a él.

-¿Qué estás intentando decir?... Mira Manson yo a Cloe la quiero como mi hija, esa chica es especial para mí y tu madre. No sabes nada y no te voy a permitir que digas  que esa chica y yo tenemos un romance.- Estaba molesto, su hijo tiene la costumbre de juzgar sin conocer.

- Solo que tanta preocupación confunde padre.- Él chico continuó con sus comentarios que hacían molestar cada vez más a su padre.

- Manson, me preocupo por ella, por qué se lo merece... Date la oportunidad de conocerla y verás de lo que te hablo...

....

Cerró la puerta de su casa y suspiró al ver que su padre no estaba ahí. Se sentía más cómoda. Bueno eso pensaba ella.

Mientras iba de camino hacia su habitación, sintió como le daban un fuerte jalón de pelo.-¡ Papá, papá por favor suéltame!.- Él dolor se hacía más fuerte.

-¡Maldita zorra, quiero dinero!.- Gritó. Estaba ebrio como siempre.

- Papá, suéltame por favor, no tengo dinero, ya te lo haz gastado todo. Él que tengo es para pagar lo de tus deudas.- Él la empujó hacia el suelo. Pero aún la tenía sostenida del cabello.

- Dame el maldito dinero.- Exigió él dinero.

- Papá tengo que pagar o si no...- Sintió como una patada impactaba en su costilla derecha. Un quejido de dolor salió de sus labios.

- No lo vuelvo a repetir, Dame ese dieron.-

- Esta bien, está en mi habitación. Por favor suéltame para ir por el.- Él hombre se alejó de ella, lentamente se levantó, le dolía mucho, anoche también la golpeó y deseaba que hoy fuera diferente.

Lamentablemente no fue así, camino lentamente hacia su recámara, él iba a tras de ella.

Los dos ingresaron a la habitación, se acercó al lugar donde guardaba el dinero y apenas lo tomo en sus manos, fueron arrebatados con fuerza.

- Papá, por favor, ese dinero lo necesito, lo necesitamos.- Suplico, más no fue escuchada.

Su padre la ignoró y salió de la recamara, un sollozó se escapó de sus labios, esta cansada de todo esto, pero no puede hacer nada, no tenia a nadie que la apoyará y tampoco podía irse así, de todas forma era su padre.

Su sueldo era bueno, pero todo se iba a pagar las deudas de su padre, ya que este era un apostador y adicto a los juegos, no trabaja y le gustaba beber, esta a sido su vida desde que tiene uso de razón.

La única personas que tiene es el señor Callum y su esposa, pero no iba a abusar de su buena fe. Amaba pasar momentos con ellos e ir a cenar, pero no quería ser una carga.

Se dejó caer en la cama mientras lágrimas corrían por sus mejillas, sabía que su padre no estaba ya en la casa y que no volvería hasta  gastar todo el dinero, por eso se quedaba un poco más tranquila y podía dormir con la puerta de su recámara abierta.

Amarte, Es De Valientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora