Jasper: Lo mismo que te ocurrió a ti en la mano, solo que mil veces más. La ponzoña de vampiro es lo único capaz de dejar cicatrices como las mías.
Me dijo todo esto con una voz serena, aunque en un momento soltó una risotada y se frotó el brazo.
Laura: ¿Por qué?
Jadeé entre sorprendida y horrorizada. Aunque también me sentí grosera, porque era incapaz de apartar la mirada de su piel, de un aspecto tan sutil y a la vez tan devastador.
Jasper: Yo no tuve la misma… crianza que mis hermanos de adopción. Mis comienzos fueron completamente distintos.
Su voz se tornó repentinamente dura cuando terminó de hablar. Me quedé boquiabierta, apabullada.
Jasper: Antes de que te cuente mí historia, debes entender que hay lugares en nuestro mundo, Laura, dónde el ciclo vital de los que nunca envejecen se cuenta por semanas y no por siglos.
Los otros ya habían oído antes la historia, así que se desentendieron. Carlisle y Emmett centraron su atención en la televisión. Alice se movió con sigilo para sentarse a los pies de Esme. Edward permaneció tan absorto como yo; la única diferencia es que podía sentir el escrutinio de sus ojos en mi rostro, leyendo cada estremecimiento provocado por la emoción.
Jasper: Si quieres entender la razón, debes cambiar tu concepción del mundo e imaginarlo desde la óptica de los poderosos, de los voraces… o de aquellos cuya ser jamás se sacia. Como sabes, algunos lugares del mundo resultan especialmente deseables para nosotros porque en ellos podemos pasar inadvertidos sin necesidad de demasiadas restricciones. Piensa, por ejemplo, en el mapa del hemisferio occidental. Imagina un punto rojo simbolizando cada vida humana. Cuánto mayor es el número de puntos rojos, más sencillo resulta alimentarse sin llamar la atención, es decir, para quienes vivimos de ese modo.
Me estremecí ante la imagen en mi mente y ante la palabra "alimentarse", pero Jasper no parecía interesado en asustarme ni se mostraba demasiado protector, como solía hacer siempre Edward. Internamente le agradecía, me estaba contando las cosas como eran, sin filtros o censuras. Era la realidad. Él continúo sin hacer ninguna pausa.
Jasper: A los clanes sureños apenas les preocupa ser o no descubiertos por los humanos. Son los Vulturis quienes los meten al orden. No temen a nadie más. Ya nos habrían sacado a la luz de no ser por ellos.
Entiendo perfectamente por qué habla de ellos con respeto y casi con gratitud. En ese aspecto los Vulturis eran los buenos, lo único que hacían era hacerlos cumplir la ley.
Jasper: En comparación, el norte es mucho más civilizado. Fundamentalmente, aquí somos nómadas que disfrutamos del día tanto como de la noche, lo que nos permite interactuar con los humanos sin levantar sospecha alguna. El anonimato es importante para todos nosotros. El sur es un mundo diferente. Allí, los inmortales pasan el día planeando su siguiente movimiento o anticipando el de sus enemigos, y solo salen de noche; y es que allí ha habido guerra constante durante siglos, sin un solo momento de tregua. Los clanes apenas están conscientes de la existencia de los humanos, o lo son igual que los soldados cuando ven un rebaño de vacas en el camino. El hombre nada más es comida disponible, de la que se ocultan exclusivamente por temor a los Vulturis.
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Reflejos de Luna
FanfictionDefinitivamente ser perseguida por, al menos, un vampiro demente se había vuelto una tradición. Solo que en este caso eran dos, y una era mí propia hermana. Sin embargo, esto no era lo único que me mantenía despierta por la noche. La enemistad de lo...