Todo estaba listo.
Mi equipaje para mi visita de dos días a "Alice" estaba preparado, y mi bolso me esperaba en el asiento del copiloto de mi auto. Le había regalado las entradas del concierto a Ángela y Ben, les dije que podían darle las otras dos a quienes quisieran. Billy le había pedido prestado el bote al Viejo Quil Ateara, y había invitado a Charlie a pescar en mar abierto antes de que empezara el partido de la tarde. Collin y Brady, los dos licántropos más jóvenes, permanecerían en la retaguardia para proteger La Push, aunque eran tan solo unos niños de trece años. Aun así, Charlie estaría más seguro que los que se iban a quedar en Forks.
Yo había hecho todo lo que había podido. No es como si pudiera evacuar a todo el pueblo así que traté de apartar esos pensamientos de mi mente. De un modo u otro, en cuarenta y ocho horas todo habría acabado era un pensamiento más reconfortante.
Edward me había pedido que me relajara , y yo iba a intentarlo por todos los medios.
Edward: ¿Podemos olvidarnos de todo por una noche y pensar solo en nosotros dos? Parece que nunca tenemos tiempo para nosotros. Necesito estar a solas contigo. Solo contigo.
No era una solicitud difícil de aceptar, aunque me costara un poco olvidarme de mis temores. Pero tenía otras cosas en las que pensar ahora. Como en el hecho de que aun estaba preocupada ante la idea de mi transformación, era necesario y yo quería pasar la eternidad con Edward, pero no deseaba perder a mis amigos humanos y, por sobre todas las cosas, a mi padre, me aterraba de una forma tan intensa. Pero esta situación me hace plantearme muchas cosas, como el hecho de que quería ayudar, quería estar al lado de los Cullen y ser capaz de protegerlos de la misma forma en la que siempre me habían protegido a mi. No quería que Edward volviera a sentir que tenía que elegir entre su familia y yo. Íbamos a ser compañeros, como Alice y Jasper, estaría ahí cuando me necesitara.
Pero había ciertas cosas que no habían cambiado, una de ellas era el amor desenfrenado que sentía por mi novio. Había tenido mucho tiempo para analizar las consecuencias de la apuesta de Jasper y Emmett, y para decidir a qué cosas estaba dispuesta a renunciar junto con mi naturaleza humana y a cuáles no. Tenía muy claro qué experiencia quería gozar antes de mi transformación, pero no quería imponer y quería hablarlo y tener en cuenta el punto de vista de Edward. Aunque después de todo lo que he visto en los últimos dos años de mi vida, yo ya no creía mucho en el significado de la palabra imposible, por lo que Edward tendría que recurrir a un argumento mucho más sólido.
Para ser sincera, sabía que no iba a ser tan fácil, pero pensaba intentarlo.
Estaba nerviosa, Edward y yo no habíamos estado completamente a solas jamás y sumado al hecho de que no tenia la mas minima idea de como sacar este tema de conversación sin hacer las cosas incómodas para ambos, era de esperar que apenas pudiera concentrarme mientras conducía a su casa. Aunque me sorprendió que Edward, quien iba en el asiento del copiloto, no insistiera en conducir ya que en realidad iba muy despacio, pero al parecer mi velocidad de tortuga no parecía molestarle.
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Reflejos de Luna
FanfictionDefinitivamente ser perseguida por, al menos, un vampiro demente se había vuelto una tradición. Solo que en este caso eran dos, y una era mí propia hermana. Sin embargo, esto no era lo único que me mantenía despierta por la noche. La enemistad de lo...