Hogar

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Saqué el vestido más lindo que encontré, lo había comprado días antes en el pueblo, me quedé mirando un segundo la herida de mi vientre en el espejo antes de ponérmelo, aunque ya era mucho menos notoria y ya casi no me dolía si me recordaba a todo lo que habia pasado. Solo suspiré, despues de todo tenía que seguir adelante.
Me despedí de Pierre con un gran abrazo, tenía muchas cosas que agradecerle, desde estar ahí para mi en el hospital hasta dejarme quedar aquí , dándome mi espacio y dejando que me recuperara  había sido un excelente anfitrión y un gran amigo.

-Bon voyage ma petit étoile

-Adiós Pierre, gracias, en serio por todo-
Sonrió con su media sonrisa característica y me vio alejarme.

Los pensamientos de volver a ver a Chris inundaban mi cabeza, durante todo el vuelo y todo el camino a casa solo podia pensar en todo lo que me hacia sentir.

Cuando por fin lo vi mi corazón comenzó a palpitar rápidamente, es como si de pronto hubiera vuelto a la vida. Corrí hacia el y él me levanto entre sus brazos, aproveché para darle un beso, uno que me hizo sentir como si mi alma hubiera regresado, sus suaves labios sabían tan bien... justo como los recordaba, también sus caricias que me decían de todo sin pronunciar una palabra. Ese era el tipo de cosas que solo podía sentir con Chris y me sentía tan bien por ello.
Cuando me puso de nuevo en el piso, me miró sonriendo sin soltarme , ambos sabíamos lo que el otro pensaba, no hablaríamos de eso, yo solo acaricie su sensual barba con el dorso de la mano, el la tomó y depositó un beso en ella.
Fue inevitable derramar unas cuantas lágrimas, después de todo, habiamos pasado por mucho, pero esta vez no eran de tristeza del todo, si no que mas bien eran toda una mezcla de muchos sentimientos.

-Chris son hermosas, muchas gracias- dije mientras recibía las bellas rosas que tenía para recibirme, de un rojo tan brillante que contrastaba perfecto con el azul de sus ojos.

-No más que tu

El me tomó de la mano para entrar a la mansión, y con la otra tomó mi equipaje, sin duda podía sentir su protección a cada momento, yo solo apoye mi cabeza sobre su musculoso brazo mientras cruzábamos la puerta.

Todo seguía igual pero se sentía ligeramente diferente, tal vez fue por que en ese preciso momento sentí lo que la gente llama "hogar", ya no estaba más en la mansión de Chris Evans si no que sentía esa sensación rara de llegar al lugar en donde yo pertenecía. Era extraño por que yo nunca había sentido algo parecido. Siempre estuve de aquí para allá, sin más familia que mi madre o en internados lejos o en casa de mis amigos, lo más cercano que tenía a un hogar era mi pequeño y destartalado departamento en donde también vivía sola así que nada se habia sentido como esto y eso me gustaba.
Inevitablemente voltee a la puerta en donde estaba el cuarto de Hazel, pase saliva y apreté los labios, estaba superándolo y este era un paso más, pero aún así dolía, Chris lo notó y de inmediato quiso distraerme obstruyendo disimuladamenre mi vista con su cuerpo

-Vi que ya puedes correr, eso es nuevo

-Si a eso le llamas correr si- sonreí un poco mientras Dodger saltaba por todos lados al verme

-Esta emocionado, te extrañó mucho... igual que todos....  mamá también llamó quería verte pero tuve que explicarle que no estabas aquí

-Yo también pensé en ella mientras estaba allá- dije mientras acariciaba a Dodger

-Espero que no sea la única persona en la que hayas pensado - dijo haciendo ese gesto que me ponía en jaque

-Pues hubo una persona que no podía sacarme de la cabeza- dije acercándome poco a poco a él

-Uhhm ¿quien?

-Tendrás que adivinar... es muy simpático, es mucho más alto que yo, tiene una sonrisa encantadora...

The baby bumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora