Oportunidades

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Saliendo de mi turno, Chris insistió en llevarme en su auto hasta el motel donde yo alquilaba habitación, no era un camino largo pero el tránsito comenzó a darme sueño, era una sensación extraña por que era como si porfin me pudiera relajar realmente, todo lo emocional que estaba cargando todo esto tiempo se había salido de mi cuerpo, aclarando mi mente permitiéndo que me relajara bastante. Chris era mi lugar seguro, y al estar ahí con él me sentí demasiado cómoda, la oscuridad de la noche, el suave movimiento del vehículo y el confortable ambiente templado creaban la atmósfera perfecta para que pudiera descansar y así lo hice, me hice de lado y abracé mis piernas, quedé enrollada cual rollo de sushi y justo antes de cerrar un rato los ojos vi a Chris sonreír con esa sonrisa específica que sé que hace cuando le doy ternura.

-Babe, llegamos, es aqui ¿cierto?- dijo moviéndome suavemente del hombro

-Oh si, ven ven ,pasa - dije dirigiéndonos a la habitación que me correspondía

Chris me abrazó de espaldas y depositó un beso en mi cabeza.

-¿No haz podido dormir mucho cierto?

-¿Se nota?

-No, pero conozco tus ojos adormilados

-Si, así es, todo el tiempo hay gente entrando y saliendo, me vuelven un poco loca

Sentí mis músculos un poco entumecidos tal vez por la posición en la que venía dormida en el auto o tal vez por todo el estrés acumulado que iba saliendo.

Toque mi hombro para sentir el origen del dolor y Chris lo notó, se coloco detrás mío y comenzó a masajear suavemente mis hombros con sus masculinas manos

-Ven aqui- dijo señalando una silla

-Oh Chris vamos...

-Ven, soy bueno en esto- dijo remangandose la sudadera que traía puesta

- Ok , esta bien- dije contestandole con una sonrisa coqueta, en realidad si me hacía mucha falta un masaje y si iba a ser Chris quien me lo diera quien era yo para negarme

Él comenzó masajeando suavemente por los hombros, fue subiendo hasta mi cuello presionando su pulgar delicadamente pero con la fuerza exacta, así siguió subiendo y bajando de una manera exquisita, continúo con mi espalda haciendo círculos con cada una de sus varoniles manos , tocando los puntos justos, era un balance perfecto entre dolor y satisfacción,aunque cada movimiento se sentía muy placentero, era un placer diferente, un placer casi celestial, era como si con sus manos fuera quitando el dolor desde mi cuerpo hasta mi alma, se sentía muy reconfortante.
Mis ojos comenzaron a cerrarse poco a poco de nuevo, intentaba mantenerlos abiertos pero era casi imposible, él siguió después con mis brazos presionandolos con gentileza y al llegar a mis manos él noto que yo ya estaba realmente relajada, soltó una pequeña risita al verme esforzándome por no cerrar los ojos y se agachó para besar mi frente tiernamente

-Tienes mucho sueño Claire, deberías descansar ya- dijo aún con una sonrisa entre los labios

-Esta bien, tienes razón - dije levantándome de la silla y poniendo mis brazos alrededor de su cuello para susurrarle de cerca- me encantó, pero no creas que te libraras tan fácil de mi Capitán, tenemos algo pendiente - terminé para besarlo aún algo adormilada

-Oh, de eso estoy muy seguro- dijo respondiendo mi beso con intensidad

-Bien, entonces me cambiaré de ropa, tu sabes si quieres ver - dije sacando la pijama más sosa que tenia y ambos reímos
-No ya en serio Chris creo que lo mejor será que te vayas ya, este es un barrio algo peligroso y dejaste tu auto de millones estacionado abajo, no quiero que nada te pase

The baby bumpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora