no había dado ni diez pasos cuando sintió unas brazos rodeándola en medio de la acera y haciéndolos desaparecer, ella giró la cabeza de un lado al otro y se enfureció cuando reconoció la sala de Potter house, sin preámbulos se desembarazó de los fuertes brazos que la envolvían y se giró, Harry la vio por primera vez furiosa.-
-Ni siquiera pienses en intentar huir de cualquier manera- advirtió Harry mostrando la varita en su mano- eh bloqueado la red flu y la casa en su totalidad, tu elfina no podrá acudir a tu llamado ni tu desaparecerte.-
-¿Es un chiste?- preguntó ella mirándolo con incredulidad- ¿Me secuestraste?
-Técnicamente no- respondió el azabache- pero ninguno de los dos dejará esta casa hasta solucionar nuestros problemas.-
-No puedes hacer eso- se quejó ella- ambos tenemos responsabilidades y tú provocaste una desaparición conjunta frente a muggles, tienes mucho que limpiar.-
-Hay un escuadrón que se encarga de eso- respondió Harry intentando mantener la compostura- y ya me llevaré los regaños cuando vuelva al ministerio.-
-Bien- susurró ella quitándose el tapado de lana verde, debajo llevaba un vestido corte lady Di a cuadros negros y blancos, iba a apoyar el saco sobre el brazo del sofá cuando un elfo apareció.-
-Señora Potter- saludó la criatura haciendo una reverencia- que gusto me da volver a verla en la casa, yo tomaré su abrigo.-
-También me da gusto volver a verte- admitió Maddison- pero no me quedaré mucho.-
-Cuando la amita me lo pida se lo traeré- prometió la criatura tomando el saco y desapareciendo, la chica se sentó en el sofá con elegancia y miró a su supuesto esposo, él suspiró.-
-Ya no se como pedirte perdón, Maddison- admitió Harry acercándose hasta el sofá y sentándose cerca de ella.-
-No lo hagas- pidió ella acomodando sus manos con delicadeza sobre su regazo- sobre todo si lo que vas a decir son solo mentiras.- Harry se puso de pié y corrió escaleras arriba, dejando a Maddison muy sorprendida, pensó que ese sería un momento oportuno para volver a su cabaña pero recordó que él había dicho que la casa estaba bloqueada, estaba a punto de intentar llamar a alguno de los elfos cuando vio al azabache bajar con un vial en la mano- ¿Qué es eso?
-Veritaserum- respondió él destapando la botella y bebiéndosela de un trago- quiero que estés segura de que hablaré con la verdad.-
-¿Cómo se que no es una poción de vitaminas?
-Pregúntame algo en lo que normalmente mentiría.-
-¿Te acostaste con Hermione?
-Sip- respondió él de inmediato- desde que teníamos diecisiete años hasta casi un mes después de recibir mi carta del ministerio.-
-¿Por que dejaron de hacerlo?- volvió a preguntar la chica, a sabiendas de que solo estaba echándole sal a la herida.-
-Por que te conocí- respondió el azabache sonriendo- entraste a mi oficina y me hiciste sentir cosas que no entendía, me mostraste lo que yo quería para mí, aunque en ese momento no quería admitirlo.-
-¿En serio no es una poción de vitaminas?
-No, es veritaserum que robé del ministerio, íbamos a interrogar a un sospechoso que se mostraba hostil y sabíamos que se acostaba con la mujer de otro sospechoso, por supuesto cuando supo lo del suero de la verdad, cantó como un canario, prefirió decirnos lo que queríamos saber antes de que se le escapara lo de su romance frente a su colega – Harry rió divertido al recordarlo- no devolví el vial.
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Los tres
FanfictionLos funcionarios públicos se ven en la penosa obligación de desempolvar una antigua ley, los habitantes del Londres mágico debían acatarlas o las consecuencias serian terribles. Ser el salvador del mundo mágico lo lo libra de esto, él se unirá a ell...