Maddison se despertó cuando los rayos del sol le dieron de lleno en la cara, le dio pesar abandonar la cómoda posición en la que se encontraba, con las piernas entrelazadas a las de Harry y la mejilla apoyada en su pecho, uno de los brazos de él la rodeaban por la cintura mientras que su otra mano descansaba sobre el ante brazo de ella con el que lo había abrazado por la cintura. No sabía que hora era, pero tenía muy en claro que debía levantarse, una novia muy ansiosa y con muy pocas ideas claras de lo que quería, llegaría con su séquito de damas de honor a las nueve y debía estar ahí para atenderlas, de eso vivía, así que debía salir de la cama pronto.-
-Harry- replicó riendo al sentir como él ajustaba su agarre cada vez que ella se movía – debemos levantarnos, ambos tenemos trabajos.-
-Odio la vida del adulto- admitió el azabache riendo mientras se giraba en la cama para quedar frente a frente con ella, ajustando el abrazo. Sentirla desnuda contra su cuerpo no hizo mas que excitarlo- deberíamos quedarnos en la cama todo el día, hacer el amor, comer- propuso él empezando a besar el cuello de ella- hacer el amor, dormir- con delicadeza la colocó bajo su cuerpo, ella separó las pierna y él volvió a penetrarla, Maddison gimió cuando Harry empezó a moverse, golpeando su clítoris con cada embestida- admite que también quieres quedarte.-
-Lo admito, pero... ay Harry- gimió ella cuando la electricidad previa al orgasmo se hizo presente en su cuerpo, ella sacudió las caderas, acompañando el ritmo de él y fue el turno de Harry de gemir- Ay por Merlín, Harry- gritó ella atravesada por un espasmo que hizo que todo su cuerpo temblara, el azabache gruño antes de derramarse en ella compartiendo su espasmo.-
-¿Pero?
-Mmm?- preguntó ella confundida, todavía en las nubes por el placer que había sentido segundos antes.-
-Ibas a argumentar las razones para no quedarnos en la cama el resto del día.-
-Somos adultos responsables- respondió ella girándose a mirarlo, él le devolvió la mirada con una sonrisa pícara.
-Hablas por ti- Harry volvió a atraparla en un abrazo.-
-Tengo una cita a las nueve-probó ella hundiendo la cara en el cuello de él, Harry cerró los ojos, los toques de esa chica cada vez lo volvían más loco, pero en la nebulosa de su libido, la palabra "cita" lo sacudió un poco.-
-¿Tienes que?
-Una cita-respondió riendo, Maddison sabía perfectamente lo que él estaba pensando.- A las nueve llega una novia con sus amigas a la tienda, va a elegir su vestido de novia y debo estar presente por que quiere que diseñe el vestido de las damas de honor.-
-Podrías haber dicho eso desde el principio.-
-Si, podría, pero tu cara de malestar fue un poema- admitió ella sonriendo antes de escapar de manera presurosa de la cama- pensé que los aurores eran más rápidos- se burlo ella intentando llegar al baño, unos pasos antes de la puerta, Harry la atrapó.-
-Nunca había tenido que probar mi entrenamiento después de una maratónica noche de sexo, pero parece que estoy en forma.
-Yo diría que sí- admitió Maddison colgándose de su cuello para besarlo- Estás en muy buena forma, pero yo necesito ir a mi casa para darme una ducha y tu debes desbloquear la casa.-
-Pídele a tu elfina que te traiga ropa- negoció el azabache- y de una vez piensa en traer tus cosas para acá.
-Eso cuando lo discutimos.- ronroneó ella acariciando el pecho de Harry con la nariz.-
-Cuando hablamos de tener un matrimonio real- recordó él cerrando los ojos, le encantaba las sensaciones que ella le causaba- nos duchamos, desayunamos y te acompaño al trabajo.-
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Los tres
FanfictionLos funcionarios públicos se ven en la penosa obligación de desempolvar una antigua ley, los habitantes del Londres mágico debían acatarlas o las consecuencias serian terribles. Ser el salvador del mundo mágico lo lo libra de esto, él se unirá a ell...