El contrato

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Cerca de las una del mediodía, Maddison entró al restaurante que había abandonado la tarde anterior, con la esperanza de firmar el contrato de una vez, la verdad es que esa situación en particular la tenía en ascuas, desde la entrada vió a Draco esperándola y le sonrió mientras se acercaba hasta él.-

-Antes de la hora pactada- recalcó él dándole un corto abrazo- no esperaba menos de ti.-

-Ni yo de ti- admitió ella antes de sentarse, casi inmediatamente un mesero se presentó con dos vasos de bebidas y la carta- ¿Cómo te terminó de ir ayer?- preguntó la castaña después de quedarse solos otra vez.-

-Mucho y exhaustivo sexo- admitió Draco abriendo su menú, ella levantó una ceja divertida- imagino que igual que a ti.-

-Si- respondió ella- ¿Cómo te sientes con eso?

-No lo se, Maddison- respondió él después de suspirar – ella dice que siente cosas por mi y que se aferro a Potter para no salir herida y te juro que quiero creerle, pero...

-Las dudas te invaden- completó ella entendiendo a la perfección, por que a ella le pasaba exactamente lo mismo.-

-Me cuesta creer que en realidad ella quiere algo real, no puedo dejar de pensar en lo que e hicieron.-

-Me pasa igual- admitió Maddison suspirando antes de llevarse su vaso a los labios- Harry me pidió tener un matrimonio real, dice que jamás volveré a tener quejas sobre él, pero realmente aunque me esfuerzo, no termino de creerle. Fueron muchos años de relación entre ellos.-

-No podemos hacer mucho en realidad, la ley nos obliga y en mayor o menor medida, saldremos heridos de todas formas.-

-¿Qué pasó con el contrato?

-Le puse como condición que lo firmara- confesó él antes de guardar silencio por la aparición de un mozo, ambos ordenaron y el hombre volvió a dejarlos solos – no le agradó.-

-Le estás ofreciendo una fortuna-recordó ella mirando al rubio.-

-Ella tiene lo suyo y no necesita de mi ni de nadie para estar bien monetariamente.

-Lo sé- admitió ella acomodándose en su asiento- pero ella se ganó a pulso tu desconfianza.-

-La realidad es que no fui bueno con ella en Hogwarts- trató de justificar él.-

-Ustedes se graduaron de Hogwarts hace seis años- recordó empezando a sentirse molesta- ya no son adolescentes peleando una guerra, son adultos que deben hacerse responsables de sus actos, no digo que no hayas tratado a casi todo el mundo como la mierda en el colegio, pero eso no debe de usarse como justificación para no madurar nunca.-

-A ti no te hice nada- se defendió él

-Me invitaste a un baile cuando estabas en la brigada inquisitorial y después fuiste con Parkinson- él fijo la vista en ella y de repente recordó el suceso, estaba sorprendido de que ella no lo estuviera hechizando en ese momento.-

-Lo siento- se disculpó él con sinceridad- pero sabiendo ahora que te hice pasar esa humillación, no entiendo como estas sentada aquí, ofreciéndome tu amistad.-

-Creo en que la gente puede cambiar- admitió Maddison- quizás por eso también voy a esforzarme con mi matrimonio, por que si digo que tengo fe en las personas, podría empezar a intentar poner esa fe en mi esposo. La misma fe que puse en ti.- él la miró y sonrió, esa chica tenía todo para estar mal, pero de ninguna manera dejaba de estar positiva.-

-Crees que debería olvidar el contrato?- preguntó él después de recibir sus plato.-

-No- respondió Maddison depuse de llevarse un tenedor de ensalada a la boca- pero creo que deberías reformular, hacer un contrato que ponga los puntos en claro sobre que es lo que esperas de ella y si ella lo firma, te demostrará que realmente quiere dar un cambio.- Draco la miró y entendió que no se había equivocado con esa chica, ella realmente sabía lo que quería y como alcanzarlo y sospechaba que eso se extendía a todos los espacios de su vida.

-¿Que crees que debo hacer?- preguntó Hermione a Harry después de contarle sobre el pedido de Draco, ella se sentía profundamente ofendida por eso, después de lo que había pasado entre ellos.-

-Deberías firmar-dijo el azabache con sencillez, ganándose una mirada de furia de parte de la castaña.-

-¿Qué?- gritó ella, Harry la miró, sus ataques de mal humor lo estaban empezando a cansar- ¿No escuchaste nada de lo que te dije?

-Tuvieron sexo después de que Maddison y yo nos fuimos del restaurante – dijo él sentándose en la esquina de su escritorio- el sexo no es un elixir mágico que tapa todos los errores y en todo caso debería recordarte que por mantener el sexo entre nosotros es que estamos donde estamos.-

-No estarías tan campante si fuera Maddison quien te pidiera algo así.-

-No voy a negarte que me dolería si ella decidiera tomar esa decisión, pero la que tiene las heridas de mi infidelidad es ella, así que me tocaría tragarme mi coraje y firmar callado.-

-Draco no tiene heridas.-

-No, pero vio de primera mano el resultado de nuestras acciones, él estaba con ella cuando pasó- el azabache se pasó los dedos por el cabello- rayos Hermione, deja de ser tan terca, si quieres una relación aprende a ceder, no es descabellado lo que te pide, más si lo que quiere es tener una especie de respaldo si vuelve a suceder lo de Maddison, él no quiere ejecutarlo desde el principio.-

-Es humillante.-

-Pero nos ganamos las fichas con las que estamos jugando- él se puso de pie y caminó hasta una de las ventanas- cuando miro a Maddison, puedo ver que no me cree del todo lo que le digo y se que me queda mucho camino por delante, pero estoy dispuesto a todo lo que ella me pida, por que la quiero en mi vida. Si realmente quieres a Draco en tu vida, deja de hacer berrinches y da el brazo a torcer, mientras tanto demuéstrale que eres una mujer dispuesta a ser una digna señora Malfoy- Harry volvió a su lugar detrás de su escritorio.-

-Estas hasta el cuello con Maddison- razonó la castaña mirándolo con atención.-

-Eso creo-admitió él estirando las piernas debajo del escritorio mientras sonreía.-

-¿Por qué no fuiste a comer con ella?

-Porque me dijo que probablemente tuviera que reunirse con Draco- respondió Harry cruzando los brazos sobre el pecho, ella frunció el ceño ante esta información.- Tienen negocios juntos.-

-¿No te molesta? – Preguntó Hermione volviendo a levantar la voz.-

-¿Qué mi esposa sea independiente y exitosa?- él fingió pensarlo un segundo antes de negar- para nada.

-Esta ahora con mi prometido- recordó ella acercándose a él.-

-No importa cuantos años hayamos sido amigos Hermione- sentenció él levantando un dedo- si te atreves a hablar mal de Maddison, así sea insinuando algo, dejaré de hablarte.

-¿Dejarías de ser mi amigo?

-Si sigues trasladando hacia Maddison todos nuestros errores, lo haré- anunció Harry- nosotros fuimos infieles, no ella ni Draco, nosotros. Harías bien en recordarlo.-

-Confías en Maddison- replicó ella, aunque más calmada, sintiendo por primera vez que no lograría amedrentarlo con un par de gritos.-

-Le confiaría mi vida a Maddison Potter.- respondió él con sinceridad y orgullo.

Los tresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora