VIII

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El emperador Min se encontraba en medio de una reunión con el ministro de finanzas, quién exponía la gravedad de la economía del pueblo. Al parecer, nadie deseaba relacionarse económicamente con el emperador Min, debido a su reciente actitud con respecto a los acuerdos establecidos de ganancia y exportación.

Su pueblo tenía las tierras más fértiles que ninguna otra, logrando cosechar frutos y verduras de temporada, sobre todo el algodón, que comenzaba a venderse como pan caliente, gracias a las bajas temperaturas que se avecinaba por el invierno, obligando a los gobiernos vecinos a consumir, pero últimamente, se mostraban necios en la compra.

— El emperador Gyum ofreció un trueque a cambio de trigo y el emperador Wang no está dispuesto a pagar por el algodón.

Mencionó el ministro mientras leía sus apuntes.

— ¿Trueque? No se está negociando absolutamente nada. Es el costo del algodón, necesitamos el dinero para invertir en las nuevas máquinas de riego.

Alegó un mandatario a la izquierda de Yoongi.

— El abasto de trigo está agotándose en el almacén. Sería un buen trato.

— ¿Y cómo planea conseguir el dinero para los riegos? Nuestra cosecha debe ser una prioridad— El ministro suspiró, mientras anotaba algo en sus papeles, harto de lidiar siempre con las protestas del mandatario Kang. — Además, ¿Acaso nostros no compramos su cosecha el mes pasado? El acuerdo entre los gobiernos había sido el económico. El emperador Gyum lo está rompiendo.

Yoongi frunció el ceño al sentir un piquete en la cabeza.

— Tiene razón mandatario, pero recuerde que también ofrecimos un trueque cuando nuestros canales de agua se secaron en verano. El emperador Gyum ofreció abrir un canal del río del norte para que pudiésemos tener agua ¿Acaso no es un trato justo?

— ¿Trueque? Nuestro emperador tuvo que pagar por el uso del agua ¡DEL AGUA!

— Eso fue porque el límite de tiempo para tomar de su río fue por un par de semanas en lo que esperabamos la primera lluvia, pero el clima no estuvo a nuestro favor y tuvimos que pedir más tiempo. Es por ello que se pagó.

— Señor ministro, hablan como si odiara el reino de nuestro emperador.

— Hablo por lo que nos favorece más, no podemos no aceptar el trueque, no estamos en esa posición.

Yoongi golpeó la mesa con su puño derecho haciéndola temblar y de paso, obligando a los presentes a guardar silencio.

— Esto es lo que haremos. Ministro, acepta el trueque del emperador Gyum, pero tendrá que darnos dos veces más de su ofrecimiento. Y con respecto al emperador Wang, la oferta es la misma, de lo contrario el precio subirá al triple. O lo toma o lo deja.

— Sí, mi señor.

— Pero-

El mandatario Kang fue silenciado con una mirada de Yoongi.

— Ya está solucionado lo del dinero y la comida ¿Algún problema más? —Todos negaron. — Bien, entonces iré a descansar.

Yoongi se puso de pie al mismo tiempo en que se escuchó un forcejeo tras las puertas dobles de su sala de juntas. Colocó una mano en su espada por si necesitaba usarla, cuando las puertas se abrieron dejando ver el rostro preocupado de Jungkook.

— ¡Mi señor! — Estaba por decir algo cuando los guardias lo atraparon. — ¡Soltadme!

Yoongi estaba harto de tener que soportar el escándalo, empezando con los parloteos de su ministro, el mandatario y ahora Jungkook y sus guardias.

THE KING & THE BOSS 【YOONSEOK】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora