XVI

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Suga yacía sentado en el que se suponía era el trono de Jiwoo, con un aspecto relajado, la pierna sobre el reposa brazos mientras una mujer le soplaba aire y otra le daba uvas brillantes de su mano y jugueteando con sus labios.

La idea de ser un aliado secreto de Jiwoo para derrocar a Yoongi, era muy buena, sobre todo cuando la mujer les propuso darles poder sobre las riquezas de ambas tierras y el dominio y respeto que tanto anhelaban, sin embargo, la contraparte de aquel acuerdo no estipulado, tenía que ver con follarse a la reina a media noche con descaro. Entonces el plan comenzaba a parecerle una pérdida de tiempo.

Jimin estaba harto de ser excluido de ése par de descarados que ni hacían más que follar a escondidas como un par de adolescentes. La peor parte era que no podía objetar porque sería degollado en segundos y toda su vida se habría vuelto un desperdicio. Solo deseaba volver al presente, tener la atención de Suga y ser 'aparentemente' feliz, aunque la definición de felicidad era ser tratado como un trofeo por el gran jefe.

— Jimin.

El mencionado enderezó la espalda al escuchar la voz de Suga, corriendo a postrarse a los pies de su jefe.

— Sí, jefe.

— Estoy pensando seriamente sobre esto— Señaló con la mano su alrededor. — Aquí hay riquezas, poder y te tratan como a un rey.

Jimin se asustó por el rumbo de sus palabras. No deseaba terminar expulsado y viviendo en un mundo retrógrada comiendo con los cerdos.

— ¿A qué se refiere, jefe?

— A que no quiero regresar al presente, donde tengo deudas, dónde soy el más buscado, donde todos desean mi cabeza. En cambio aquí, nadie nos conoce y nos tienen respeto.

— Eso es porque somos invitados de la reina Jiwoo.

Suga tensó el rostro, aparentando la mandíbula e inclinándose al rostro de Jimin con aspecto amenazante.

— Pero será todo mío. Una mujer no puede ser capaz de llevar tal poder bajo sus faldas, necesita un hombre y ése soy yo.

Jimin miró de reojo a las sirvientas, quienes comenzaban a marcharse para darles privacidad.

— Piensas derrocar a la reina.

— Por supuesto, solo la ayudaré a matar a ése estúpido de Yoongi, quién se convertiría en una potente piedra en el culo y luego— Hizo una seña pasando su pulgar por el cuello. — Nos deshacemos de ella.

Jimin tragó saliva.

— ¿Pero cómo? Ella tiene armas y nosotros nada.

Suga sonrió metiendo la mano dentro de su abrigo para sacar una revolver cargada.

— Estamos en la época feudal y somos los únicos con un poder colosal. Es fácil ¿No crees? Contigo a mi lado, podemos hacerlo.

— ¿Me necesitas? ¿Aún después de acostarte con-

Suga tomó con fuerza y violencia las mejillas de Jimin haciendo que un puchero doloroso se formara en su boca. El pelirosa cerró un ojo con dolor tratando de detener el agarre de Suga.

— No eres absolutamente nadie para reprochar lo que hago o dejo de hacer. Además, no te diferencias de ella, ambos son perras sedientas de atención y poder, soy el único capaz de tomar una elección entre ustedes dos, así que, yo que tú, cierro mis bonitos labios y haces lo que te pida. Recuerda quién te dio libertad, no seas mal agradecido ¿O quieres estar fuera de esto?

— No.

Suga sonrió acercando sus labios para darle un pequeño beso frívolo.

— Bien, ahora escucha el plan— Dijo liberandolo mientras Jimin acariciaba sus mejillas. — Jiwoo es una estúpida mujer despechada, así que su plan será acabar con Yoongi para tomar sus tierras y blah, blah, blah... Pero nosotros tendremos otro objetivo en batalla, — Se puso de pie comenzando a caminar rodeando a Jimin. — Jiwoo planea atacar de noche, cuando los guardias hacen cambio de turno, utilizará arqueros y espadachines para entrar, a nosotros nos utilizará de último recurso, es ahí cuando entras tú, algodoncito de azúcar — Pellizcó la nariz de Jimin haciendo que sintiera cosquilleos de emoción en su vientre. — La asesinarás y yo tomaré su lugar como rey, utilizaré mi revolver y dispararé a Yoongi.

THE KING & THE BOSS 【YOONSEOK】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora