XV

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Hope no tardó mucho en volver.
Ni un solo guardia pudo atraparlo, sin embargo, cuando entró por la habitación donde se supone tendría que estar, se encontró con Jungkook hecho un manojo de nervios, el pobre casi se quedaba sin uñas.

Sonrió ante la divertida escena.

— ¡Oh vamos! ¿Me extrañaste tanto?

Jungkook se levantó del suelo casi en un brinco, con el rostro pálido y los ojos bien abiertos en angustia.

— ¡Mi señor! Han venido dos veces a revisar su estadía, casi nos atrapan.

Hope levantó una ceja.

— ¿Nos?— Jungkook enmudeció. — Problema tuyo si no supiste manejar la situación, para eso eres mi eunuco ¿No?

— Pe-pero, mi señor. El emperador podría degollarme si se entera que usted estuvo fuera del palacio y yo lo encubrí.

Hope Sonrió pellizcando la punta de su nariz.

— Pero no lo hizo— Comenzó a quitarse las capas de tela de encima. —Esta mierda está dandome picazón, necesito unos jeans y camisas ¿sabes dónde está la ropa que traje cuando vine aquí?

Jungkook caminó hacia una cesta cuadrada mientras se preguntaba qué sería "Jeans". Sacó la ropa perfectamente doblada y la colocó sobre la cama.

— La parte inferior tenía un agujero, por donde fue herido, pero lo mandé a coser. Me dijeron que fue difícil por el tipo de tela ¿Qué es, mi señor?

Hope se acercó a tomar la camisa negra que mandó a perfeccionar especialmente para las misiones en cubierto. De mangas largas, cuello alto con un añadido de faja en la cintura que lo ayudaba a resistir golpes en la zona o para tensar su abdomen cuando levantaba cuerpos en peleas. Además, era hecho de cuero, flexible y ligero.

— Es cuero.

— ¿De animal?

Hope sonrió. Olvidaba que se encontraba en un lugar prehistórico.

Acarició la parte donde se encontraba una costura gruesa, casi como un parche a la altura del pecho. La acarició recordando el momento en que Suga la atravesó con su espada como si nada, importándole poco si le arrebataba la vida.

Arrugó el entrecejo, apretando la camisa y maldiciendo el alma de Suga, esperando que estuviese ardiendo en el fuego.

— ¿Mi señor?

Hope observó a Jungkook agitando su mano frente a sus ojos.

— Estaba distraído, le decía que iré a traerle el almuerzo ¿Desea algo en especial?

— Lo que sea, está bien.

Jungkook hizo una reverencia y se marchó.

Hope aprovechó para tomar un baño rápido, tiró la ropa ridícula que llevaba puesta y se vistió con su camisa ajustada, sus jeans de estilo militar, con varias bolsas a sus costados, sus calcetines y ajustó sus increíbles botas.

No necesitaba un espejo para saber que su estilo era inigualable y sobre todo, perfecto a su figura. Marcaba cada músculo en su cuerpo superior y el color resaltaba su piel morena. Peinó un poco su cabello rojizo y esperó a Jungkook.

Cuando el muchacho volvió con una bandeja, casi la tira al suelo al verse sorprendido por la sensualidad que derrochaba su amo, una que sería mal vista, ante tanta revelación descarada. Pasó todo el rato mirando al suelo o a la pared, menos a su señor quién se burlaba de él por lo ridículo que parecía.





















THE KING & THE BOSS 【YOONSEOK】 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora