A la mañana siguiente les avise a todos sobre mi viaje en barco a Berk y debo decir que todos se asombraron ya que sabían mi historia y lo que me había pasado en ese lugar y también saben que es un lugar donde los dragones no son bienvenidos.
- Por favor Hipo deja me ir contigo - desde que di la noticia Chimuelo no a dejado de insistir en ir conmigo para protegerme de lo que pueda pasar allá - Tu sabes que si algo sale mal podemos salir corriendo al bosque y cuando estemos en un lugar a solas me transformare y te sacare de ahí.
- Chimuelo entiende que no vas a ir conmigo.
- Dame una buena razón para no ir contigo - se puso en frente mío con los brazos cruzados impidiendo me el paso.
- Bueno primero si algo sale mal no quiero que te hagan daño, segundo si descubren que tu eres el Furia Nocturna al que decidí defender te harán daño y tercero, no quiero que descubran que ustedes se pueden transformar en dragón y en humano a voluntad propia, no se lo que pasaría si lo descubren tal vez haya una guerra o algo peor - claramente estaba asustado y confiaba en que eso fuera suficiente para que dejara de insistir - y ciertamente no te quiero perder, eres muy importante para mi.
- Primero no sabrán que soy yo porque soy humano y ellos no saben que podemos hacer eso, segundo no lo van a descubrir y tercero nada puede salir mal y si algo pasa podemos hacer lo que te dije para poder escapar - en eso tenia mucha razón - además si algo pasa y te hacen daño no soportaría perderte, eres más que especial para mi eres mucho más que mi mejor amigo, por favor Hipo.
Debo aceptar que sus palabras provocaron un sentimiento muy raro dentro de mi y acepte a pesar de que no quería que fuera conmigo pero tiene buenos argumentos y ciertamente me serviría demasiado si él fuera, de alguna manera me hace sentir seguro y no solo por el hecho de que me puede proteger, creo que es una seguridad más allá de lo físico.
Mi madre, Chimuelo y yo subimos al barco y emprendimos nuestro viaje a Berk, una parte de mi estaba nervioso por volver a ese lugar, otra parte estaba curioso por ver que se había hecho de ese lugar en mi ausencia y una pequeñísima parte de mi sentía un poco de felicidad por volver a ver a mi padre.
Durante el viaje con ayuda de mi madre y de mi amigo hicieron que me viera diferente, pintaron mi cabello de negro con algunos mechones de color azul y para ocultar la pequeña cicatriz que tengo en la barbilla se puso una mascara que cubriera su rostro desde su nariz hasta su barbilla, así nadie la vería y no notaran que es él.
Después de cinco días navegando vimos a lo lejos esa pequeña isla que en algún momento fue mi hogar y a simple vista parecía que nada había cambiado, mientras se acercaban hicieron una señal de que no eran un peligro y que venían en paz.
Al llegar quienes los recibieron fueron los mismos chicos que le hacían la vida imposible.
- Bienvenidos somos el escuadrón defensor de Berk, mi nombre es Astrid y ellos son mi equipo Patan, Patapez, Brutacio, Brutilda y Header - la ultima chica no la había visto cuando ellos estaban en el pueblo.
- Creo que debería presentarme ahora pero solo lo hare en frente de su jefe, así que no perdamos el tiempo y lleven me con él hacer a lo que vine - les dije demasiado serio que pude notar como se tensaron.
- Claro, sigan me por aquí.
Mientras íbamos hacía el gran salón nos iban enseñando un poco lo que ahora era Berk y debo decir que ya no era como lo conocía habían armas por todos lados, en las cabañas habían cráneos de distintos dragones y por lo que explicaba Astrid los tenían así si ese dragón era difícil de matar, cada palabra que decía sobre lo que le hacían a los dragones me llenaban de furia.
Cuando llegamos al gran salón pude ver que estaba casi todo el pueblo y del otro lado estaba mi padre con Bocón a un lado como siempre respaldándolo, camine con la frente en alto y por un momento pensé que todos me darían miradas para intimidarme pero la verdad es que ellos eran los que se sentían intimidados con mi presencia y eso me daba algo de risa, cuando llegue al frente de Estoico comencé a hablar.
- Seré breve, primero que nada me pidieron que viniera a dar la notica porque si la escuchaba de boca de otros no la iba a creer así que aquí estoy para informarle que su "hijo" - hice comillas con los dedos - esta muerto, segundo quiero negociar un tratado de paz, usted no se preocupara por que yo lo llegue a atacar lo único que tiene que hacer es dejar de cazar dragones, no intentar hacer tratados de comercio conmigo y por ultimo no se acercaran a mi isla por nada del mundo ni siquiera para pedir ayuda en alguna guerra porque yo vengo a ofrecer un tratado de paz no una alianza.
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El demonio y el dragón.
FantasyHipo es exiliado de Berk después de saber que entrenaba con los dragones, él con todo el dolor de ser rechazado por su padre y su tribu se marcha quedando solo con los dragones como sus más fieles amigos. Después de marcharse encuentra en los dragon...