XLV: Monster

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Eres un monstruo por haber abandonado a los chicos de esa forma.— Se quejo Yuta, mientras dibujaba sin sentidos en la piel del pecho de su alfa.

No los abandone, están con sus amados tíos ¿Cuál es el drama?. — Gruño el mayor aferrándose con mas fuerza a la cintura del contrario, una sonrisa plasmada en su rostro.

Habían pasado la mejor noche de su vida, la marca renovada brillaba sobre el cuello del omega mientras sus cuerpos desnudos se entrelazaban en la cama. Moon abrazaba a su pareja con fuerza, como si temiera que en cualquier momento el menor fuera capaz de huir en busca de sus cachorros.

Sabes que no me refiero a nuestros niños, Moon. — Le reclamo, pero aunque intentaba mostrarse enfadado, la risita traviesa de su alfa podía con el.— Pobre Tennie, YangYang se le aferra como pulga cada vez que lo dejamos allí.

Ambos rieron y la conversación murió poco a poco, dejándolos en un calmo silencio al cual no estaban acostumbrados. Yuta se quedó dormido sobre el pecho del alfa, sus suaves manos aferradas a las del mayor asegurándose que no vuelva a huir de el.

Cuando TaeIl estaba quedándose dormido, un ruido fuera de su cabaña lo alertó.

Su corazón bombeo con coraje y miedo, su lobo interior aulló con  furia, alertando la amenaza y el instinto de proteger lo más importante para un alfa inundo su cuerpo.

Su omega estaba ahí a su lado, no podía dejar que nada lo pusiera en peligro.

Yuta, levántate, rápido.— Hablo en voz baja sacudiendo levemente a su pareja despertándolo.— Debes esconderte, hay alguien cerca.

La tersa piel del japonés se erizo con el miedo que esas palabras provocaban en su cuerpo y se apresuro a salir de la cama y correr a los brazos del mayor.

TaeIl…

— Debes esconderte, iré a revisar los alrededores.

Pero el omega tercamente negó, deseando que el alfa tan solo se escondiera con el y se mantuvieran ambos a salvo, sin tentar al destino de arrancarle nuevamente al hombre que amaba.

Debo ir, Yuta, solo imagina que regresen con los niños en casa, no puedo permitir que nadie pase por estos lados, debo proteger a mi familia.— Intento explicarse Moon, las lagrimas en los ojos de su omega provocando que cada palabra y cada movimiento dolieran como el infierno.— Ustedes son lo único que tengo, no voy a dejar que nadie les haga daño.— Afirmo, sellando su promesa al universo besando los labios del menor.

Movió su cama y posteriormente levanto el una baldosa que abría el suelo mostrando el escondite que habia incorporado en su pequeña cabaña para proteger a sus seres amados, ayudo a Yuta a meterse y le alcanzo su ropa que aun yacía desparramada por la habitación.

TaeIl no tardo en convertirse a su forma de lobo, sus pesadas patas moviéndose con rapidez hacia el exterior, sus sentidos se agudizaron y lo guiaron hacia el norte del bosque. No tardo en encontrarse con la causa de su preocupación y su cuerpo se puso en alerta.

Otro alfa, aun mas grande que el, de ojos rojos y colmillos prominentes, de pelaje oscuro como la noche y aroma a muerte.

El lobo le gruño y Moon respondió de la misma forma, comenzando a dar vueltas alrededor del intruso buscando su momento de debilidad, su talón de Aquiles.

Quizás, un alfa como Johnny se orinaría en una situación así.

Pero no Moon TaeIl. Quien habia sido condecorado con el titulo del mejor guerrero de la manada mas letal de todo el bosque por una razón.

Sin pensarlo dos veces, se lanzo sobre el otro alfa clavando sus colmillos en su cuello mientras el lobo mas grande intentaba quitárselo de encima.

El amargo y grotesco sabor de la sangre provoco un frenesí en su lobo que creía haber dejado atrás, cegando  por completo al animal en su interior y silenciando las voces del sentido de su parte humana.

Los recuerdos de su padre y de su vieja manada inundaron su mente, trayendo a flote su entrenamiento.

El no habia sido entrenado para pelear… No.

El habia sido entrenado para matar.

Con simples y seguros movimientos derribo al otro alfa, clavando sus gruesos colmillos en su yugular, descontrolando el flujo de la sangre de su contrincante y abatiendo la amenaza que representaba para su omega y su familia.

— ¡Papa!

Un grito desde los arbustos lo trajo de vuelta a la realidad, el alfa desangrándose a sus pies tenia la mirada fija en un punto entre las sombras y con pena pudo ver las lagrimas derramándose de los ojos del lobo al que acababa de matar.

Frente a el, un pequeño en brazos de un omega lloraban con terror.

Debía ser de la edad de JungWoo, quizás aun mas joven, sus ojos grandes y llenos de angustian se dirigieron a el por una fracción de segundo antes de que el omega lo tomara en brazos y salieran huyendo de ahí.

TaeIl cayo de rodillas transformado en humano, sobre el barro mezclado con la sangre dejo caer una lagrima.

¿Qué habia hecho?

Between Packs and Paws [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora