XXI: Please, don't hate me

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Es increíblemente ofensivo que me compares con esa mujer, Moon.— Gruño el menor soltándose de su agarre.— Si esa perra te hubiese amado siquiera un cuarto de lo que yo te ame y te amo podría compararse conmigo.— Le reclamo haciéndole frente.

¿Tu me amabas? No me hagas reír ¿Acaso me amabas a mi mientras estaba con tu pareja destinada?.— TaeIl río con ironía.

El japonés se alejo del otro molesto. "¿Qué no se cansa de joder con lo mismo?" Pensó hastiado ya de esa situación

Recostó su cabeza en la baranda y dejo salir su llanto.

"Haber guardado este secreto por tanto tiempo lo hizo peor." Maldijo para sus adentros. "Pero mierda, no puedo seguir ocultándolo."

Todos creían que HanSol y el eran una pareja destinada, un par hecho en los mismos cielos.

Pero no era así.

Los únicos que sabían que eso no era más que una estúpida mentira eran el y el padre de HanSol.

Los recuerdos regresaron a el.

Yuta camino por los pasillos de la gran mansión con los nervios haciéndolo temblar cada parte de su cuerpo.

Seguía a otro hombre, un beta amable que había sido llamado para que lo guiará hacia la oficina del alfa de la manada.

Pasa.— Le indico el beta deteniendo su caminar frente a una gran puerta de madera.

El omega asintió haciendo una leve reverencia en agradecimiento con el otro antes de ser dejado solo frente a la puerta.

Respiró hondo antes de alzar su mano y golpear suavemente, la gruesa voz del temible alfa de la manada le ordenó que entrara y el no tardó en cumplir.

¿Quería verme, señor?.— Pregunto cerrando la puerta detrás de él una vez que ya estaba dentro del despacho de Ji YoungSeok.

Si, Nakamoto Yuta.— El oír su nombre en aquella gruesa y profunda voz mando un escalofrío por todo su cuerpo.

El hombre mayor estaba parado mirando por la ventana que tenía vista a las pequeñas casas que tenía la gente del pueblo y a la plaza principal. Al escuchar la puerta cerrarse el mayor se volteo y lo encaro. La sonrisa cínica del alfa no le inspiraba ni la más mínima confianza, estaba aterrado para decir la verdad.

El hermoso omega que robó el corazón de mi único hijo.— Su cuerpo se tenso al oír eso.— ¿Sabes lo mucho que te envidian todos los omegas de la manada? Los hijos e hijas de alfas de muy alta clase te detestan ya que eres solo un Omega del montón, no tienes nada que ofrecerle a mi hijo, ni eres sumiso o bien portado.— Cada una de esas palabras llegaron a él con un sabor amargo.— Pero no puedo negar el hecho de que eres más hermoso que cualquier otro omega que haya llegado a esta manada.

El japonés ahogó un grito cuando sintió los callosos dedos del alfa tomar su mentón y alzarlo.

Pero dime, omega.— Yuta resistió soltar un gruñido cuando el hombre lo llamo de esa forma.— Tu también quieres a mi hijo ¿Verdad? Por qué te veo un poco dudoso cada vez que el intenta cortejarte.

La pregunta bastó para llenarlo de miedo, el sólo asintió.

Es solo que aún no me acostumbró, señor.— Soltó como escusa barata.— Como sabrá, acabo de presentarme como Omega hace pocos meses, no se nada sobre esto de los cortejos y esas cosas.— Murmuró avergonzado.

Between Packs and Paws [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora