Between Packs and Paws [NCT]

XV: I Like You

DoYoung tomo un respiro antes de golpear la puerta de la habitación del alfa.

El aroma a café lo inundó e inhaló tan dulce y a la vez amargo olor que lo cautivaba.

Le gustaba, le gustaba todo, su lobo se volvía loco y eso que apenas había terminado su celo.

Lo cual era extraño, ya que este pareció adelantarse unos días antes de lo que acostumbraba y era más extraño el pensar en la respuesta que su madre le diría:

"- Cuando uno conoce a su pareja ideal, su celo puede llegar a sufrir disturbios, como adelantarse y acoplarse al del otro pero es una respuesta y una clara señal, hijo." La voz de su mamá resonó en su mente y el comenzó a fantasear "¿Y si esto es cierto?" Se preguntó, mirando con ilusión la puerta tras la que se escondía el alfa, "Su celo también se adelantó según Moon, se adelantó y se acomodó con el mío." Y se sintió tan tonto con estos pensamientos de adolescente.

Y se sentía como tal cada vez que las dudas rondaban su mente, y con la voz de su madre respondiendo cada una de ellas como cuando era solo un cachorro recién presentado.

"¿Y por qué no puedo parar de pensar en el? ¿Por que me siento tan protegido a su lado? Como si fuera donde debería estar, mi lugar seguro ¿Por qué su aroma atonta todos mis sentidos? ¿Por qué lo quiero para mí? ¿Por qué no quiero que nadie más se acerque?

Quiero que entierre su nariz en mi cuello, quiero que me sienta y sentirlo...

Quiero que me ame... Y amarlo a él..."

Su madre lo hubiera golpeado si lo viera actuando como un niño tonto;

"- DoYoung, hijo, si no vas y le dices a ese alfa todo lo que sientes voy a castigarte hasta que DongHyuck se case." Se rio por lo absurdo de su cerebro, de recrear el típico regaño de su madre para convencerlo de cumplir tal idiotez.

Sacudió su cuerpo intentando alejar todo lo que ocupará su mente en ese momento, excepto YoungHo, el castaño parecía no querer salir de su cabeza desde el momento que lo conoció, y volvió a admirar la puerta caoba, intentando ver si podía escuchar algo detrás de ella, si el alfa estaba bien...

- ¿Johnny?.- Lo llamo suavemente, había tantas cosas en su cabeza pero una de ellas era clara.

"Me gusta este idiota, mierda, me gusta demasiado."

Por fin hubo una respuesta detrás de la placa de madera, pasos rápidos se acercaron a la puerta y el aroma a café se intensificó.

- ¿Puedes abrirme? Aún no me dejaste hablar a mi...- Pidió, tocando con una mano la puerta, intentando llegar hacia el otro.

- ¿Vas a gritarme, tratarme feo, matarme y luego esconder mi cuerpo en el bosque?.- Kim río por las ocurrencias del mayor.

- En realidad.- Suspiro tomando valor para lo que iba a decir.- Iba a besarte...- Murmuró mordiéndose el labio.- Pero supongo que sí no quieres...

Sabía que el mayor iba a reaccionar ante eso, nunca pensó que sería tan rápido como ocurrió, abriendo la puerta y mirándolo con aquellos ojos miel llenos de brillo.

- Si quiero beso.- El azabache río tiernamente al ver el adorable puchero del mayor, mejillas sonrojadas y voz suave.

DoYoung asintió y se acercó a paso dudoso a Seo, sus manos temblorosas dejaron su lugar junto a su cuerpo y subieron hacia las mejillas del castaño que deleitado por el toque se refregó contra las manos del menor.

- Me gustas... Me gustas demasiado.- Murmuró avergonzado el azabache, poniéndose de puntitas de pie para llegar a rozar su rostro con el contrario.

Ambos sintieron una corriente eléctrica atravesar sus cuerpos cuando la cálida nariz del menor acarició suavemente el perfil del otro, con sus aromas mezclándose, con sus alientos chocando.

- A mi también me gustas.- Aseguro John, y con una confianza que no sabe de dónde salió, puso sus manos sobre el cuello del más bajo acariciando los mechones de cabello negro y enredándolo entre sus dedos.

Ambos perdieron la vergüenza en el momento que sus labios se conectaron, dando suaves caricias a los contrarios.

Era un beso tímido, su primer beso juntos, con sus bocas danzando suavemente, gritando sus sentimientos en susurros.

DoYoung bajaron a la cintura del más alto cuando esté se separo levemente para respirar, rayos no quería separarse nunca.

Las manos de YoungHo viajaron hacia el cuello del azabache, buscando mantenerse junto otra vez.

Sus bocas volvieron a unirse en cuestión de segundos.

Y con sonrisas entre besos, conectaron también sus miradas por un momento.

Si... Se gustaban mucho.