Between Packs and Paws [NCT]

XXIV: I will make you happy

— Recuerda no separarte de Appa ¿Si, Sunggie?

— ¡Chi!.— Contesto el niño con una sonrisa que mostraba sus pequeños dientitos.

JaeHyun río al ver a su hijito desesperado por salir de sus brazos y correr por el bosque, era algo que muy pocas veces hacían por el peligro, pero TaeIl había rastrillado la zona junto a Johnny y les dieron permiso de jugar afuera, cosa que lo emocionó mucho, el amaba la naturaleza.

Desde pequeño le gustaba jugar y corretear por los bosques cerca de su casa, continúo haciéndolo hasta que se presentó.

Ahí fue cuando comenzó su tortura.

Se presentó como un Omega en una familia de alfas. Sus padres y sus hermanas eran grandes alfas, y el era el estúpido Omega que falló.

Fue tan inesperado cuando ese jodido olor a duraznos comenzó a desprenderse de él. Creían que seguiría con la casta familiar, todos alfas puros, incluso su aspecto alto y grande señalaba aquello.

Pero debió sospechar que todo saldría mal cuando con solo ver a su amigo MinGyu su cuerpo comenzaba a temblar. MinGyu era un alfa y se había presentado meses atrás.

JaeHyun se sentía débil a su lado, y con razón.

Era un Omega.

Sus padres pasaron de tratarlo como un gran orgullo y una parte de la familia a maltratarlo, a golpearlo, a recalcarle lo inútil que era al ser solo un puto Omega.

La única que lo trataba como si nada hubiera pasado era su hermana, Krystal.

Ella seguía queriéndolo como si pequeño hermanito, siendo incluso más protectora con el por el hecho de ser un Omega. YoonOh pasaba todos sus días en su cuarto, sintiéndose cuidado en el aroma cítrico que tenía la alfa.

— YoonOh, tenemos que irnos de aquí.— Le advirtió su hermana entrando al cuarto y comenzando a meter cosas en un bolso.— Papá planea algo, no es seguro que te quedes, te llevaré con unos amigos.

JaeHyun se levantó y la siguió, confiaba en ella más que en cualquier otra persona.

La chica le indico que bajará por la ventana, su casa limitaba con un bosque por lo que sería sencillo huir.

O eso creían.

Sus padres los atraparon cuando estaban a punto de pasar el terreno de la casa, no estaban solo, había varios hombres de traje rodeándolos.

— Krystal.— La llamo su padre con voz severa.— Déjalo, no hagas que perdamos dos hijos cuando solo queremos deshacernos de uno.

YoonOh soltó un sollozo por las duras palabras ¿Deshacerse de el? ¿De que manera? Si no lo querían ahí podrían solo dejarlo huir, juraba no volver a ese lugar, quería estar lejos de ellos.

— Si no lo quieren aquí, me lo llevaré lejos, pero no dejaré que ni ustedes ni nadie le hagan daño.— Declaró escondiendo al menor detrás de su cuerpo.

— ¿Y dejarlo ir como si nada? ¿Sin recibir nada por todo el dinero y tiempo que gastamos en este estúpido que resultó ser un puto Omega.— Gruño su madre mirándolo mal, pero luego sonrió con cinismo.— Así que YoonOh se irá con estos amables señores, y fin del problema.— Sentenció cruzándose de brazos.— Así que deja tu estupidez, hija, el Omega irá a hacer el trabajo por el que vino al mundo, servir a un alfa.

— ¡No voy a dejar que se lo lleven!.— Krystal estiró su mano hacia atrás y tomo su mano.

YoonOh volvió a sollozar ¿Por qué le pasaba eso a él? ¿Qué había hecho mal?