Between Packs and Paws [NCT]

XXII: Why are you crying?

Cuando DoYoung despertó se sintió más vivo que nunca. Con un poco de dolor de trasero pero lleno de alegría y energía.

Ahora tenía una mordida en su cuello para presumirle a todo el mundo ¡Lo habían marcado! Estaba con el amor de su vida.

— Despierta, cariño.— Le susurro al mayor dejando un beso en su mejilla.— Iré a hacer el desayuno.

Por el otro lado, YoungHo despertó deseándolo no hacerlo. Estaba muerto.

"Me dejó seco...seco." Sollozo para sus adentros. Aún con la cabeza pegada contra la almohada y llorando por dentro.

"No puedo mover ningún músculo, pero claro, los alfas son los rudos y dominantes pero ese pequeño y frágil Omega acaba de sacar hasta la última gota de mi ser."

— Johnny.— Soltó un débil quejido cuando escucho alguien abrir la puerta y entrar.— DoYoung dijo que bajes, que te necesita.

— Dile que estoy muerto ¡Que no hay más cachorros para darle de esta fábrica! ¡Estoy seco! ¡Vacío! ¡Ya ni puedo mover mi pierna!

— ¡Iugh! ¡No quería saber eso!.— Gruño el menor.— Dijo asqueado.— ¡No es por eso idiota! TaeIl desapareció.

"TaeIl desapareció."

Esas dos palabras cayeron sobre el como una bola de demolición.

"Debo dejar de hacer referencias a Miley Cyrus cada vez que algo pasa." Pensó para si mismo mientras hacia su mayor esfuerzo para levantarse y mirar al menor esperando algún rastro de que aquello fuera una broma.

TaeIl no podía haberlo dejado ¡No podía abandonarlo en ese mundo de salvajes omegas que lo trataban mal y se burlaban de él!

— ¿Te sientes bien?.— Le pregunto YoonOh mirándolo con confusión.

— No ¿¡Como quieres que este bien!? ¡TaeIl no pudo dejarme! ¿¡Acaso ya no soy suficiente para el!? ¿¡Es por qué engordé!?

"Oh dios... TaeIl tenía razón, parece un Omega embarazado y hormonal." Pensó mirando al mayor.

— ¿¡Acaso ya no soy bueno, JaeHyun!? ¿¡Ya no soy bueno!?

— Ehh, le diré a DoYounggie que bajas en un momento.— Murmuró huyendo del cuarto.

El ya tenía que cuidar a sus dos hijos ¡No tenía paciencia para otro bebé llorón de dos metros!

— Tu alfa está teniendo un momento, bajara en unos minutos.— Le dijo al Omega azabache acercándose a dónde estaba este abrazando al pelirrojo junto a Ten.

— Está bien.— Acepto sin soltar al mayor.— Estará todo bien, Yu, John nos ayudará a encontrarlo.

"Si, claro". Quiso bufar JaeHyun arrodillándose frente al japonés y tomando sus manos para acariciarlas suavemente, buscando confortarlo.

Desde que Yuta de había levantado y no pudo ver a su alfa a su lado se desespero. Lo busco por todos lados, pero no estaba.

— El va a regresar, Yu, por favor tranquilízate.

Las suaves palabras del azabache más bajo lo hicieron llorar con más fuerza.

— El no va a volver, el debe ódiame.— Sollozo sobre el hombro de DoYoung.— El no va a volver, el nos dejó.

¿Cómo iba a decirle a sus cachorros esto? ¿Cómo iba a hacer con Yanggie?

Los otros tres omegas se abrazaron con más fuerza a su amigo.

Y en ese momento Johnny bajo a los gritos.

— ¿¡Es cierto!? ¡Por favor díganme qué es una broma! ¡TaeIl no me pudo haber abandonado! ¡Lo nuestro era real!

Chillo con suficiente fuerza como para hacer que los niños despierten, o al menos que JiSung se despierte y comience a llorar, cosa que seguro despertaría a los otros pequeños.

DoYoung se separó del pelirrojo para correr a su pareja y cubrirle la boca mirando molesto. A veces se olvidaba lo pendejo que estaba su alfa.

JaeHyun y Ten lo miraron mal mientras se levantaban para buscar a los cachorros que ahora se quejaban desde la planta alta.

Yuta se quedó solo en el sofá frente a la puerta, hundiéndose en su tristeza y en lo roto que estaba su corazón.

Cuando un alfa abandona a su Omega, estos suelen caer en depresión, se sienten terribles, culpables.

Y así era como se sentía Yuta en esos momentos.

— ¿Appa?.— Y aunque hizo su mayor esfuerzo para dejar de llorar cuando escuchó a su hijito bajar las escaleras de la mano con Ten, las lágrimas no dejaron de caer.

El pequeño castaño de pelo lacio corrió hacia el omega tirándose a sus brazos y mirándolo con confusión y preocupación.

— ¿Appa? ¿Por qué lloras?.— Le pregunto tomando el rostro del mayor en sus pequeñas manitos y acariciando sus mejillas llenas de lágrimas.

Siguiendo a Nana estaba YangYang. Que miro a sus costados y olfateo un poco de aire.

— ¿Dónde está mi papá?.