Between Packs and Paws [NCT]

XVLI: Nightmare

Johnny chillo aterrado al ver a TaeIl entrar en medio de la madrugada como si hubiera salido de la película Carrie.

—¿¡Por que luces como si acabaras de asesinar a alguien!?.— Exclamo con horror el otro alfa de la casa al ver a su amigo de esa forma.

TaeYong espero por unos segundos que Moon negara su acusación y le diera otra explicación, pero cuando el mayor solo lo miro a los ojos con dolor y culpa supo que era verdad.

Yuta paso junto a el, sus manos aferradas al brazo de su alfa y temblando como una hoja de otoño, demasiado aturdido por toda la escena que acababa de vivir. No ayudaba que TaeIl no haya querido explicarle lo que habia ocurrido desde que volvió por el a su escondite, el alivio de ver con vida a su pareja fue opacado con preocupación al ver la sangre y sentir el aroma a muerte que traía el otro.  Las únicas palabras que le dijo fueron que debían huir, que no quedaba mas opción y juntar sus pertenencias y las de sus cachorros para jamás volver a la cabaña.

Y Yuta definitivamente iba a extrañar esa pequeña casita de madera que se habia vuelto su hogar y el de sus tres pequeños, el hogar que ellos compartían con un alfa que era difícil de atrapar como Moon; pero el bienestar y la seguridad de su familia siempre serian su prioridad.

—Iré a bañarme.— Murmuro con voz baja e inexpresiva el recién llegado.

Pero cuando TaeIl intento separarse del japonés, este soltó un sollozo asustado y el alfa comprendió que no era momento para separarse de su omega.

—Vamos, Yu… Ven conmigo…

Con cuidado, el mas bajo guio al menor hacia el baño de la planta baja, intentando hacer el menor escandalo para que ninguno de los niños que dormían los vean así.

YoungHo miro con intriga a TaeYong pero este solo alzo los hombros indicando que tampoco sabia de que se trataba.

Solo que el si sabia, el habia visto la forma en la que TaeIl habia sido entrenado para convertirse en un asesino despiadado, el lo habia visto cargarse con la vida de alfas mayores y mas grandes que el. Después de que Yuta se habia emparejado con HanSol, a Moon no le quedaba mas que las peleas hasta que YangYang llego a su vida.

El Lee sabia que algo relacionado a esa manada de la que habían huido ocurrió, solo que no podía descifrar lo que era.

—¿No temes que sea peligroso? ¿Qué quien lo haya atacado pudo haberlo seguido hacia aquí?

“Aun no he conocido al quien pueda salir con vida de una pelea con Moon TaeIl” pensó el alfa mas joven.

—Johnny, si hay algo a lo que TaeIl protegería aun mas que a Yuta son a sus cachorros, si hubiera algún peligro al acecho el no estaría aquí.— Intento calmarlo.— Mejor regresemos a dormir, estoy seguro de que mañana podremos hablar de esto mejor.

Yuta intento calmarse, por el bien de su alfa y de sus cachorros debía calmarse.  Estaba sentado sobre la tapa del escusado con su mirada perdida entre las gotas que caían sobre el cuerpo desnudo de Moon y se llevaban con ellas la sangre que cubría sus manos y  pecho. Podía recordar tan vivamente los gruñidos y horribles aullidos que venían desde el exterior de la cabaña, recordaba el desgarrador grito que helo su corazón

“¡Papa!” En aquella voz tan pequeña y tan rota, que asumía que era de un niño, pero no se atrevía a preguntar.

Sabia que TaeIl habia hecho todo para protegerlo a el y a su hogar pero… ¿A que costo?

—¿Yu…? ¿Estas bien?

El pelirrojo despertó de su trance, y el ruido de la lluvia se había detenido y el alfa se secaba su cuerpo rudamente con una toalla, Yuta se levantó y fue hacia el para quitársela de las manos y pasarla con delicadeza sobre su cuello y rostro. La expresión de su alfa destilaba culpa y pesar, le destrozaba como sus oscuros ojos no se atrevían a verlo de frente. Lo que menos quería era que el alfa se volviera a alejar de ellos.