Between Packs and Paws [NCT]

XXXV: Not on my side

JaeHyun quería concentrarse en el camino, de enserio quería.

Pero con un alfa de ensueños a su lado, jugando como un padre con sus dos cachorros... La tenía difícil.

TaeYong parecía, por favor no le digan a nadie que estás palabras cruzaron por su mente, salido de una novela.

Y aunque fuera más pequeño en su forma humana se volvía un lobo de gran tamaño al transformarse y parecía que q sus hijos les gustaba jugar a las luchitas con el.

De a ratos debían detener la caminata, por que TaeYong se lanzaba al suelo derrotado fingiendo ser vencido por los cachorros, que victoriosos saltaban sobre su lomo hasta que el alfa los sorprendía y los tomaba a ambos del pellejo, llevándolos en su boca para que de esta forma para avanzar sobre las piedras y los  ríos (lugares por los que los cachorros no podían pasar solos).

JaeHyun solo se dio cuenta que estaban lejos de casa cuando detrás de la arboleda podía divisar luces, muchas y de distintos colores.

Lee le indico que se detuvieran ahí, transformándose en humano cosa que fue imitaba por los otros tres.

YoonOh sintió la suave tela de su camisa acomodarse a su cuerpo humano, sus jeans (que no había usado en años) le quedaban aun perfectos, tenía también un saco de lana, ya que estaba fresco y la tela perfumada ayudaba mezclar su aroma, una precaución extra además del inhibidor de aroma.

Se puso de rodillas para poder acomodar la ropa de sus cachorros, besando sus mejillas mientras les recordaba que no podían volver a transformarse hasta que ellos se lo indiquen y también que no podían salir corriendo o irse sin ellos.

Los menores asintieron, JiSung sobre los brazos de su appa y JeNo de su mano, mirando con curioso a sus lados.

TaeYong los miraba con un sonrisa, JaeHyun se veía precioso con esa ropa, nunca lo había visto así y había una sola palabra que podía definirlo mejor: bello, JaeHyun era la belleza en persona.

— ¿Vamos?.

Incluso su voz era hermosa y dejaba al alfa con las palabras en la garganta, sin poder hacer más que asentir ante el emocionado omega que se adelantó a el, caminando junto a los cachorros hasta salir del bosque y chocar contra la carretera, el suave viento y mezcla de aromas llegando hacia ellos, un recordatorio que ya no estaban en casa.

— Es por aquí.— Les indico, guiándolos por el camino que ya conocía y que ya había cruzado varias veces con su propia familia antes de que la destruyeran.

JeNo caminaba de la mano de su appa detrás de TaeYong, mirando a su alrededor con un poco de miedo, nunca había salido de su casa desde que se escaparon de su papá malo, y le daba miedo que haya alguien igual de malo que esas personas ahí y el no podía proteger a su appa y a JiSunggie ¡Era muy chiquitito todavía!

Pero luego recordó lo que DoYounggie les había dicho antes de irse, que TaeYong iba a cuidarlos y que Mark también le había dicho que cuando tenía miedo, solo tomaba la mano de su papá y se le pasaba.

Así que con mucha timidez, estiró su otra manito y la junto con la del alfa, que lo miro con confusión por un momento, pero luego le sonrió con ternura y apretó el agarre.

Eso derritió el corazón del Omega, un pequeño gesto, pero que había transformado su interior en un caos.

"Parecemos una familia." Pensó, sintiendo sus mejillas colorearse al pasa por una vidriera y ver en el reflejo lo lindos que se veían, casi como una imagen tomada de la televisión.

"Pero no es real." Se tuvo que asegurar a su mismo y repetírselo a su cabeza varias veces, TaeYong lo quería solo como un amigo, nada mas, no había otro sentimiento, ni ahora ni nunca.

Si ya había encontrado a su pareja hace tiempo ¿Que sentido tenía estar con alguien más después de perderla? ¿Cómo estar son alguien sabiendo que nunca podrás compararte con la persona que más amo?

JaeHyun no tenía respuesta a esas preguntas, como a muchas preguntas sobre el amor que el nunca había podido descubrir, el no sabía nada de eso, el único amor que conocía era el de sus hijos. No sabía lo que era un beso, un abrazo, que alguien lo toque y el no sienta ganas de vomitar, que alguien lo sostenga con cuidado, con cariño... El no sabía nada de eso.

A veces le gustaría aprender acerca de ello, tener a alguien que lo abrace mientras ven películas como Johnny hace con DoYoung, o alguien con quien cuidar a sus hijos, jugar con ellos y ser felices como había visto a Yuta hacer con TaeIl.

O tener alguien a quien dibujar hasta el cansancio, como Ten dibujaba en sus hojas bañada de lágrimas las pequeñas pistas que tenía en sus recuerdos para reconstruir al hombre que tanto amó.

Amor, algo que nunca le había interesado hasta ese momento ¿Será por que se sentía solo? ¿Será su naturaleza como Omega gritándole que debía conseguir una pareja para seguir?

— ¿Estás bien?.

La voz rasposa del alfa lo saco de su cabeza, haciendo que se diera cuenta que ya estaban muy lejos del bosque, y de la vidriera donde se había perdido en su reflejo, habían llegado al centro de la ciudad, lleno de negocios y luces y cosas que lo dejaron tanto a él como a sus cachorros boquiabiertos.

— Es muy distinto a como lo recordaba.— Murmuró hacia el alfa, sin poder dejar de admirar todo a su alrededor.

TaeYong dejo de concentrarse en el camino para voltearse a ver al Omega, que con sus ojos llenos de brillo miraba a cada costado con emoción, una sonrisa que formó en sus labios y no pudo evitar reír enternecido.

— Y aún no has visto el parque, estoy seguro de que hoy habrá una feria.

El rostro de JaeHyun mostró una sonrisa llena de felicidad.

— ¿¡Una feria!? ¿¡De verdad!?

TaeYong asintió algo anonado, mierda que ese omega tenía un poder para dejarlo de esa forma, completamente estupidizado con esa sonrisa y ojos.

— Mi hermana solía llevarme todo el tiempo a la feria hasta que me presenté, desde entonces no la dejaron sacarme me la casa otra vez.

Confesó apenado mientras bajaba a JiSung al suelo para que esté pudiera caminar de su mano, y miro al alfa esperando una respuesta.

— ¿Sabes? Yo no dejaba que mi pareja saliera mucho de casa, siempre repitiéndole que era muy peligroso afuera... Nunca iba a ningún lado solo.

YoonOh se sorprendió al escuchar al mayor contarle eso, casi siempre que quería hablar sobre su pareja terminaba cortándose a si mismo y diciéndole que no importaba.

— Y ahora me arrepiento tanto... Porque el verdadero peligro era yo y mis ganas de ser un héroe, y lo terminaron matando dentro de nuestra casa.

— TaeYong, ya te dije mil veces que eso no fue tu culpa.— Repitió, buscando calmar un poco las penas del alfa.— Salvaste la vida de cientos de omegas...

— Pero perdí la del único que ame...

JaeHyun apretó sus labios para evitar soltar alguna palabra de más. El azabache aún miraba el suelo apenado, seguramente millones de recuerdos atormentando su mente, y entonces soltó unas palabras que YoonOh esperaba, pero no quería oír:

— Jamás volveré a amar a otro omega... Jamás podré volver a tener una familia otra vez.

JaeHyun mantuvo la mirada en el alfa, buscando ver arrepentimiento o algo, algo que no sea agonía, algo que no sea tristeza, y no lo encontró.

El jamás volvería a amar a otro omega... Y YoonOh se sintió un tonto.

Porque otra vez la suerte no estaba de su lado.