Capítulo O5.

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Te gustaría decir algo, pero realmente aún no habías salido del shock inicial por todo lo que había ocurrido. En tu mente se repetía lo que habías leído hace escasos minutos, ¿o fueron ya horas?, no estás seguro, así de grande era la impresión.

- ¿Cómo te llamas chico? - te pregunta tu ¿salvadora?, ¿sería correcto llamarla así?, en fin, la que había logrado que el psicópata al fin te soltara.

- Mi-Minho, Lee Minho - le respondes, poniéndote de pie y haciendo una pequeña reverencia, para luego volver a sentarte.

- Mucho gusto Minho, yo soy Sana, la madre de HyunJin y YeJi - te dice, con una pequeña sonrisa luego de pestañear varias veces seguidas, sorprendiéndote con su belleza - Momo me conto más o menos por mensaje lo que estaba sucediendo, lamento mucho que el idiota de mi hijo te haya querido morder y no te soltara hasta recién, tus padres deben estar preocupados por ti - dijo, un poco avergonzada por lo que supones fue el comportamiento de su hijo, o eso te dio a entender cuando hizo aquella expresión en el rostro.

- N-no tiene que disculparse - le respondes, más por no saber qué decir, que por otra cosa.

- ¿Te puedo hacer una pregunta? - dice, y le ibas a responder que ya lo estaba haciendo, pero te abstuviste de ser mal educado, y asentiste con la cabeza en su lugar - ¿sientes algún olor? - te pregunta, y vuelves a fruncir las cejas.

¿Por qué te preguntaban tanto por eso? ya era de más molesto.

- Ya dije que solo a café - respondiste, fastidiado, y luego te diste cuenta que habías sido un completo irrespetuoso, por lo que tu rostro enrojeció - perdón - te disculpaste, poniéndote de pie y haciendo una pequeña reverencia, bajando la mirada.

- No hace falta que te disculpes - dice ella, y asientes con la cabeza, volviendo a sentarte - ¿cuántos años tienes?

- Cumplo 23 en octubre - y levantas la mirada, viendo como ella te analiza de arriba a abajo.

- "Oh Dios mío, ¿es otra psicópata?" - pensaste y recordaste aquel refrán que decía que la fruta no caía muy lejos del árbol, tus ojos fueron a donde estaba el psicópata, mirando ahora al rubio, y de repente preferías estar en sus brazos - "Dios, que asco, no" - quitaste esa idea de tu cabeza, sacudiendo la misma, negando.

- Omma, deja de asustar a Hyung - dijo el psicópata rubio, hablando por primera vez - desde acá huelo su miedo.

- ¿Lo hueles? - pregunto ella confundida.

- "¿Que huele qué?" - pensaste igual de confundido.

- Ven Hyung - te dijo, abriendo sus brazos y estirándolos, con una dulce sonrisa aniñada que hizo que tu estómago se revolviera.

Pero lo que más te asusto es que realmente querías ir a sus brazos.

- "Ve"

- "No quiero"

- "Si quieres, ve"

- "No, yo no quiero, vos queres, pero yo no"

- "Pero si según tu lógica yo soy vos, si soy yo quien quiere ir, quere decir que quieres ir si yo quiero"

- Ya te dije que no, perro pulgoso – y cruzaste tus brazos de pura molestia.

- "Ja ¿Ahora soy un perro pulgoso?"

- Si, así que cállate - respondiste furioso a la voz en tu mente, girando los ojos, y luego de unos segundos caíste en cuenta que habías hablado en voz alta, y que ahora eras observado.

- Ves Omma, Hyung no es un beta, habla con su lobo - dice el psicópata, sus manos ahora sobre sus piernas, en una posición relajada.

- Pero si no es un beta, ¿qué es? - pregunta confundida, sin dejar de mirarte con su cabeza inclinada a un costado.

El Otro Lado - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora