El Otro Lado - HyunHo

Capítulo 17.

El rubio psicópata había salido sin despedirse, y eso había hecho sentir mal a lo que estaba dentro tuyo, aunque desde el arranque de ira de ayer que habías notado que aquella cosa estaba calmado, lo cual se te hacia muy extraño.

- "Es raro que estés tan calmado" - pensaste, más lo que estaba adentro tuyo pareciera que silbara, haciéndose completamente el desentendido, por lo que no podías evitar sentir que te estaba ocultando algo.

Ibas a insistir hasta que dejara de ignorarte, pero entonces la puerta principal fue abierta, por lo que te moviste unos pasos para poder ver en dirección a la misma, notando entonces al rubio psicópata con una bolsa en mano.

- Hyung, le traje esto para curar su mano - te informo, dejando la bolsa sobre la mesa donde comían - siéntese, así lo curo.

- ¿No deberías estar en clases? - preguntaste confundido, más aun así hiciste lo que te pidió.

- Después de curarlo iré Hyung - dijo con una sonrisa de labios unidos que dejaba ver un hoyuelo en su mejilla derecha, gesto que hizo latir a tu corazón.

- "¿Por qué es tan hermoso?" - pensaste, tu otra mano picando de las ganas de acariciar su mejilla y presionar con tu dedo aquel hoyuelo.

- Listo Hyung, ahora si me voy - te informo cuando termino de pasar la crema y vendar tu mano, sonriendo con dientes incluidos, poniéndose de pie, y cuando se estaba por ir lo tomaste de la muñeca.

- Tu olor - dijiste, poniéndote de pie y abrazándolo - envuélveme de tu olor, lléname de el - y casi había sonado como una súplica.

- Hyung - respondió, llevando sus manos hasta tus muslos, levantándote y sentándote sobre la mesa - Dios Hyung, yo... - se quedó en silencio, mientras escondía su rostro en tu cuello - te quiero llenar de tantas maneras - y un escalofrío recorrió todo tu cuerpo al escuchar esa voz, una voz que hizo que hasta un jadeo escapara de tus labios sin tu consentimiento.

Le estabas por decir que lo hiciera, esa voz acompañada de una cálida lengua en tu cuello había despertado algo que ya casi no podías controlar, así que pensabas rendirte.

A la mierda esperar, le ibas a suplicar si era necesario.

Dirigiste tu mano a la parte de abajo de la remera que tenía puesta al sentir como los dientes del psicópata raspaban tu cuello, y cuando la estabas por tomar para quitársela, el rubio psicópata se alejó un paso de ti, mirándote sorprendido mientras se tapaba su boca con ambas manos.

- Hy-Hyung, y-yo lo siento - dijo aterrorizado, y tus cejas se fruncieron al escucharlo - ca-casi l-lo muerdo - y podías notar lo afligido que había quedado por ello, por lo que solo suspiraste.

Apoyaste las palmas de tu mano sobre la mesa y te dejaste caer un poco, quedando inclinado hacia atrás. Lo miraste fijo, inclinando un poco tu cabeza, dejando aún más expuesto el cuello donde hace nada el rubio psicópata había estaba besando y pasando su lengua.

- M-me voy a clases - dijo, en un tono chillón, dándose la vuelta y saliendo casi corriendo, por lo que comenzaste a balancear tu pierna derecha que colgaba sobre la mesa.

- Dos erecciones en un día, que molesto - susurraste, dejándote caer sobre la mesa de espalda, tu cabeza colgando del otro extremo.

*

Estabas sentado en la mesa anotando en un papel todo lo que les ibas a pedir que compraran en el supermercado así tenías para cocinar algo aunque sea un poco más variado, cuando el ruido de la puerta principal siendo abierta llamo tu atención, por lo que levantaste la cabeza, viendo al niño bonito caminar en tu dirección, sin mirarte realmente.