Capítulo 13.

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No habías podido dejar de llorar en ningún momento.

Estaban sentados en no sabes dónde, y sientes como el rubio psicópata limpiaba tus lágrimas con un pañuelo cada tanto, sin dejar de abrazarte con un brazo por sobre tu hombro.

- ¿Qué mierda está pasando? - pregunta el niño bonito, pero no puedes hablar, no cuando te sientes tan destruido.

- Hyung tenía fotos de su mejor amigo en su celular, y ese chico era un calco del mejor amigo de Hyung - explico el rubio psicópata, y si no hubieras estado tan ocupado intentando dejar de llorar, tal vez le hubieras halagado que recordara aquel detalle - Hyung, necesito te calmes – te hablo a ti, tomando tu rostro con ambas manos, acunándolo.

Tus ojos se sentían como si fueran dos pelotas que se negaban a ser separadas de tan hinchados que debían estar por estar llorando hace tanto tiempo.

Ni cuando te enteraste de la muerte de tus padres habías llorado así.

Tal vez era que solo se habían juntado todas las emociones que habías estado reprimiendo, y terminaron explotando con demasiada intensidad.

No estabas seguro, lo único que ahora tenías en claro es que te debías ver como la cosa más horrible del mundo, y no es que te importara como lucieras realmente, pero por alguna extraña razón, era eso lo que pensabas.

- E-era Ha-Hannie... - dices con dificultad, tomando grandes bocanadas de aire, queriendo abrir tus ojos, mas estos parecían querer mantenerse pegados por un rato más.

- Creo que lo mejor sería que volvamos al departamento – le escuchas decir niño bonito, con un tono preocupado - voy a llamar a un taxi, porque si pensamos volver caminando vamos a demorar hasta el otro día.

- Bien, yo intentaré calmar a Hyung - dijo el rubio psicópata, llevando tu rostro hasta su cuello y acariciando tu cabello de manera suave, el olor a café envolviéndote en una burbuja, por lo que pegaste tu nariz donde se sentía más fuerte - ven aquí Hyung – te susurró, acercándote con una mano de modo que quedaste sentado sobre él, siendo acunado ahora por ambos brazos, sin que dejara de acariciar tu cabello,

*

Cuando abriste los ojos, estos parecían que pesaran toneladas, tu cabeza parecía que en cualquier momento iba a estallar, estabas sumergido en la oscuridad de una habitación, mas no estabas solo, ya que podías sentir el suave olor a café cerca, por lo que giraste tu cabeza, notando la presencia del rubio psicópata durmiendo de costado, quedando de frente a ti.

Tu mano de manera inconsciente fue a parar a su rostro, acariciándolo con tu dedo pulgar, poniéndote también de costado, acortando la distancia que los separaba.

Acercaste tu nariz al lugar de donde más fuerte provenía el olor a café, refregando lentamente la punta de tu nariz en aquella parte.

El rubio psicópata se giró, quedando boca arriba y antes de que pudiera girar para darte la espalda te recostaste encima suyo, pegando tu nariz a su cuello, y si alguien te hubiera preguntado ¿por qué? Le hubieras respondido que era porque te relajaba de una manera que no podías siquiera explicar.

- Hyung, me hace cosquillas - susurro con la voz ronca y entre dormida el psicópata, llevando sus manos a tu cadera, buscando moverte, mas solo colocaste tu rodilla a cada lado de él, quedando en horcajadas para que no te pudiera quitar de encima suyo con facilidad.

No le respondiste nada, solo seguiste refregando de manera lenta tu nariz, siendo consciente de que el aroma comenzaba a tomar más presencia, y aunque nunca habías pensado algo así - mucho menos con un hombre-, ahora sentías la necesidad de pasar tu lengua y labios por aquella porción de piel donde el olor a café se sentía más fuerte.

El Otro Lado - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora