El Otro Lado - HyunHo

Especial SeungMin. Parte O1. "Sana"

Tu madre era cariñosa, siempre te daba un beso en la frente antes de dormir, tu padre te ayudaba a armar los rompecabezas que él mismo te traía, tu hermana mayor cada tanto te daba alguna golosina que no se te tenia permitido comer porque eras muy pequeño y te ibas a arruinar los dientes.

Eras un niño feliz.

Lo fuiste hasta que te entregaron los resultados.

87% de posibilidades de ser OMEGA.

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El trato de tus padres había cambiado.

No sabes cómo explicarlo, pero un día tu madre ya no te leía cuentos ni te daba besos en la frente antes de dormir, cosa que en su momento no te molesto porque ya eras un niño grande y no querías te siguiera tratando como a un bebé.

Tu padre por otro lado tampoco jugaba con vos, no te preguntaba ni cómo te había ido en la escuela, ni en el club de béisbol de la escuela al que te había unido no hace mucho.

Pero nuevamente, ya no eras un niño. Así que decidiste no darle importancia.

Por otro el trato con tu hermana seguía siendo igual, pero ella ya se estaba por ir, porque había conseguido una beca y un trabajo de medio tiempo.

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- ¿Crees que hicimos lo correcto? - escuchas le pregunta tu padre a tu madre, ese día no habías tenido ganas de ir a la escuela así que te habías quedado escondido en tu cuarto.

Pensabas ir a perder el tiempo en algún café de juegos, pero antes querías ir al baño, así que estabas haciendo el menor ruido posible.

- No podemos costear la vida de un omega, al menos SeungMin tendrá un techo y comida y nosotros tendremos dinero suficiente para no preocuparnos por si no llegamos a fin de mes - respondió tu madre, y escuchabas como corría el agua, por lo que suponías que seguro estaba lavando los platos.

¿De qué hablaban?

- Pero esa persona... - continúa tu padre, hablando con la duda presente en su voz - ¿no es un traficante? - pregunta después de quedar unos segundos en silencio.

- No lo sé... - murmura tu madre, y el agua deja de correr - ya lo hemos hablado, hace dos años vos diste la idea, ¿ahora te arrepientes? - pregunta y tu padre chasquea la lengua.

- No es eso... no sé, supongo que... no importa, ¿querés que salgamos a comer esta noche? - pregunto, cambiando rotundamente el tema.

SeungMin tenía ya doce años, ya sabía de qué habían hablado.

Así que esa noche, luego de armar un bolso con lo justo y necesario, quitarle un poco de dinero que sabía dónde su padre lo escondía, y llevar unas galletas, se decidió a salir.

Él no iba a ser uno de esos niños que salen en la noticia, a quienes rescatan de burdeles donde son abusados.

No.

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El primer año viviendo en la calle había sido... interesante.

Había sabido lo que es no comer cuatro comidas diarias, y es que algunas veces pasaba hasta días sin comer.

En un comienzo se había negado a comer de la basura, y ahora básicamente se escondía en los callejones de comedores para comer la comida que desechaban.

Dormir en el piso nunca fue un problema y había aprendido que los parques con aquellos juegos cilíndricos eran el mejor lugar para dormir de corrido.

Algunas noches, las mas frías, sus mejores abrigos habían sido los perros que estaban en la calle y que dormían en el mismo lugar, compartiéndole su calor.