Capítulo 25.

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"Hyung" escuchas ser llamado, y no tenías que abrir los ojos para saber quién era.

"Hyung" repite, y sientes un par de manos que te toman desde la parte trasera de la rodilla, separando tus piernas y levantándolas un poco.

- ¿Por qué huele tanto a jazmín Hyung? - escuchas sobre tu oído, por lo que abres tus ojos con pereza al sentir el peso extra sobre tu abdomen y pecho.

Pestañeas un par de veces, aun adormilado, y no sabes porque lo haces, pero mueves tu cabeza hacia atrás, un poco al costado, dejando expuesto tu cuello, para ahora sentir como el olor a café te envuelve a la par que sientes la humedad de la lengua contraria recorrer tu cuello.

Ahogas un gemido cuando sientes la primer embestida, ambos vestidos, pero no por ello menos agradable para sus bultos ya duros, y aunque aún no estas despierto por completo, mueves tu cadera solo para volver a sentir aquella corriente placentera recorrer tu cuerpo.

- Dios, ¿es que acaso no se cansan? - pregunto el niño bonito y lo siguiente que sentiste fue como te caía un poco de agua en el rostro, por lo que abriste ahora si tus ojos, y miraste al rubio psicópata completamente mojado y al niño bonito sosteniendo un vaso inclinado sobre la cabeza ajena.

- Minnie... - se quejó el rubio, sentado sobre sus piernas, con tus muslos sobre los ajenos, mientras se sacudía el cabello con una mano.

- A los perros en celo hay que tirarles agua - dijo el niño bonito, sacándole la lengua con una sonrisa burlona.

El rubio psicópata le sonrió de lado luego de haber chasqueado la lengua, mientras con su mano se corría el cabello hacia atrás, y podías jurar que estabas viendo la escena en cámara lenta, con brillos al rededor y una música de fondo, como de película.

- Hyung, Jinnie dijo que nos iba a llevar a un picnic - dijo el niño bonito con una gran sonrisa, sacándote de aquel trance en el que estabas.

- ¿Cuando dije que estabas invitado? - pregunto el psicópata, haciendo una muesca de asco.

- ¿No me vas a llevar? - pregunto, ofendido.

- Yo solo quiero ir con Hyung - se defendió, haciendo un puchero con los labios.

- Jinnie, si no me llevas voy a cambiar la cerradura, la clave y la próxima vez que quieras tener sexo con MinHo-Hyung vas a tener que llevarlo a la casa de Nonna - dijo de brazos cruzados.

- Minnie... - le llamo de manera lastimera, sonando a berrinche.

El ambiente ahora era hasta tenso, por lo que pestañeaste varias veces para por fin despabilarte, refregando un ojo con el dorso de tu mano.

- ¿Preparo el almuerzo para los tres? - preguntaste, y el niño bonito sonrió grande, ojos brillantes, asintiendo - bien - te sentaste quedando de frente al rubio que aún conservaba el puchero en los labios, con una mirada de decepción.

Acortaste la distancia, apoyando la punta de tu nariz sobre su mejilla, dándole una pequeña caricia con la misma, para luego alejarte y ponerte de pie.

El niño bonito salió detrás tuyo, por lo que lo miraste de reojo, notando su gran sonrisa.

- Voy al baño - le avisaste y él asintió.

- Cuando Hyung salga podemos ir al supermercado a comprar lo necesario - dijo y asentiste, entrando al baño.

*

- SeungMin-Ah - le llamaste mientras esperaban para ser atendidos por la cajera.

- Dime Hyung- te respondió, por lo que lo miraste, notando que este estaba muy entretenido viendo no sabes que en su celular.

El Otro Lado - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora