Capítulo 19.

1.7K 203 261
                                    


El rubio psicópata no había vuelto al departamento del niño bonito, hasta le había mandado un mensaje informándole que se le había complicado un trabajo para la universidad, por lo que era muy probable que no iba a pasar por aquí.

De eso ya habían pasado varias horas.

La angustia que estabas sintiendo ahora, sentado solo a las dos de la madrugada en el sofá de una plaza era algo inexplicable. Te habías puesto a pensar a que se debía, y recordaste la charla que habías tenido con el niño bonito, por lo que habías concluido que era la primera vez desde que habías llegado que no tenías al psicópata cerca, y hasta por un momento habías pensado en ir hacia su casa, solo para meterte debajo de sus brazos.

- "¿Quién es el psicópata ahora?" - te preguntaste, una pequeña risa melancólica escapando de tus labios.

Tu parte racional estaba comenzando a analizar que ibas a tener que buscar la forma de sobrevivir en este mundo, porque claramente las probabilidades de que vuelvas al tuyo era ya un claro imposible, es más, quizás en un futuro podrías encontrar la manera, pero en el mientras tanto tendrías que buscar una forma de hacer algo y no ser solo un parasito.

Ya iba a ser una semana que estabas aquí, una semana que no había pasado nada por fuera de lo normal en lo que refiere a este mundo.

Te imaginabas que iba a ser como en una película, tipo, alguna fuerza mayor se había dado cuenta que habías pasado por un portal a otro mundo, e iban a mandar a alguien a buscarte y devolverte a tu mundo, o en el peor de los casos matarte, pero tal vez habías visto demasiadas series, porque eso no estaba pasando, y aparentemente no iba a pasar.

Eras ese personaje de relleno que viaja en las películas y no le pasa nada, mientras al protagonista le pasa de todo para al final volver a su mundo, al personaje de relleno no le ocurre nada importante y en los créditos te lo muestran aun vagando, porque, valga la redundancia, no le pasaba nada.

Claramente, en este caso no eras el protagonista, sino esa persona de relleno.

- "Debería dedicarme a estudiar este mundo, buscar un trabajo y vivir una vida aquí" - pensaste, mirando a la nada, más que nada para ocupar tu mente de otra cosa que no sea la constante angustia golpeando tu pecho.

A fin de cuenta, no tenías nada que te atara a tu mundo, la ferretería ya era más algo que mantenías porque ya estaba ahí, no tenías que pensar mucho, y te ayudaba a sobrevivir. Tu última novia te había dejado porque decía que eras aburrido y no te gustaba socializar, JiSung seguro iba a poder seguir tranquilamente su vida sin ti, tampoco es que aportaras algo en su amistad, había seguido más por costumbre.

Hace años estaban juntos, eran como hermanos.

Quizás hasta le hacías un favor dejando de ser un ancla en su vida. Y no es que te estuvieras desmereciendo, pero siempre fue brillante Sunggie, extrovertido, divertido, una luz en la oscuridad; y si vos no estabas ya no tendría que perder tiempo de sus días solo para estar contigo, haciendo nada fuera de lo normal.

Suspiraste, dejando caer tu cabeza al frente.

- Quiero ver a HyunJin - susurraste, mordiendo tu labio inferior, y es que todo lo que pensabas terminaba en que querías ver al rubio psicópata, siempre.

No pudiste evitar pensar lo que habría sufrido el niño bonito si para ti ahora estaba siendo ya una tortura.

De repente el recuerdo de él contándote que había tenido sexo con el rubio psicópata hizo que te diera una especie de puntada en el pecho, por lo que tu mano fue hasta tu pecho, apretando la remera que tenías puesta en un puño.

El Otro Lado - HyunHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora