Pequeños problemas || Marcanne

Cap 2 | Secreto

(Nada que ver con el incorret cuote Mollibby, solo llevan el mismo título xD)

Anne al regresar a su cuarto, después de hacer los quehaceres de la casa y comer junto a su familia, agarró su mochila al lado de la puerta. Sacó la hamburguesa, la cual al sacarla de entre el envoltorio se dejó ver lo devorado por pequeñas mordidas. Savisa de inmediato supo que había sido causa de esa criatura.

Cansada de esto se decidió a verla tal vez escondida debajo de la cama. Su sorpresa fue grande cuando vió a la azabache tomando una siesta... En su cama... Con su manga de Citrus.

Era un pequeño ángel, dormida junto a su gata. Verla con los ojitos cerrados recibiendo los cálidos rayos de sol, su rostro iluminado y sus labios levemente separados. Estaba apoyada en Dominó, quien la movía lentamente con su respiración. era la imagen más hermosa que haya visto nunca. Le brindaba un sentimiento de paz y sin pensarlo dos veces, agarró su celular y con una mueca de alegría capturó ese hermoso momento para hacerlo inolvidable.

Entonces se preguntó "¿Tan cansada estaba como para quedarse dormida siendo conciente del peligro?". La siguió admirando unos segundos más, teniendo compasión de ella.

Mientras la azabache soñaba con los angelitos, la morena se ocupó en hacer sus tareas para estar libre esa tarde. Se sentó al lado de su mesa de estudio y sacó sus cuadernos y lapiceros.

Al verla nuevamente ahí, dormida pacíficamente. Reflexionó sobre su caso.

-¿Porque se escondió en mi mochila? -se preguntaba mentalmente- ¿Quería comerse realmente la hamburguesa? ¿O simplemente pensó que yo sería amable con ella? Si es así... ¿Porque se fue corriendo? La asustaste, ni siquiera la recibiste amablemente. Cierto. ¿No era obvio? Ahg cállate.

Soltó un quejido, no sabía ni porqué peleaba consigo misma. Buscando la página en su libro comenzó con su tarea para terminar lo antes posible.

***

**

*

La pequeña azabache estaba confundida, no negaba que el miedo la invadía, pero en esos instantes al ver el rostro triste de Savisa, la hizo sentir mal y tener un poco de empatía.

- Puedes ir -volvió a repetir en un suspiro.

Quiso regresar con ella.

Quiso.

Se dió media vuelta y caminó un poco sobre el techo de la casa, volteó a verla por última vez en ese día y notó una sonrisa melancólica en la morena.

La pequeña deseó decirle algo que la animara y no teniendo valor de hacer esa acción, le regaló una sonrisa en forma de agradecimiento y sin hacer más nada fue caminando cada vez más rápido desapareciendo de la vista de la chica tailandesa.

Al no percibir ningún rastro de pasos diminutos, Anne giró hacia atrás tirándose a las sábanas desordenadas sobresaltando a su gata sobre la cama.

- Lo siento -habló desanimada a su gata.

Dominó al notar esa emoción en su dueña se acercó a ésta, se restregó en ella de un lado a otro, ronroneando y pasando su cola por su nariz, causando un leve y pequeño estornudo en Anne.