Cap 10 | Explicaciones

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- Anne Boonchuy, tenemos que hablar.

Ella estaba tan distraída con Marcy, que se había olvidado de que, literalmente estaba en su casa. Abrió los ojos de golpe separándose de la pequeña para pararse de inmediato ante la autoritaria voz de su padre y sonreírle con nerviosismo.

La pequeña quedó estática con las manos hacia adelante por estar acariciando el bello rostro de Savisa, temiendo por su vida. Hasta parecía un gato erizado por el susto.

- ¡P-papá, hola! -alzó la mano saludándolo, después poniendo sus manos detrás- ¿D-de que quieres hablar? ¿Pan con queso?

Lo último lo dijo sin pensarlo, era tan obvio que había entrado en pánico. Pánico de que su padre esté justo al frente suyo.

- Lo escuché todo.

Su mirada se suavizó, acercándose con lentitud hacia ella. Al estar de frente, Anne tuvo que levantar la vista para mirar directamente a su padre. De un momento a otro él retrocedió con Marcy en manos tomando por sorpresa a Savisa, que ni cuenta se había dado. El señor Boonchuy se sentó en el suelo en un extremo de la alfombra.

- No tienes que ocultarlo. Cuéntamelo todo.

Colocó en el suelo a Marcy. Teniendo cuidado de que no la hiciera daño.

- ¿Eh? No... No se de qué hablas ¿Te cuento sobre mis calificaciones? ¿No crees que sería aburrido?

Marcy le dió una mirada de ayuda al encontrarse con los ojos de la contraria. Anne comenzó a frotarse las manos, ansiosa. Se acercó rápidamente con la intensión de llevarse a la azabache. Estando a punto de rodear su cuerpecito con su mano, su padre la detuvo tomándola del brazo.

- Siéntate.

Y la morena se sentó de inmediato.

Marcy, encogió los hombros mirando a Anne como "Ya fue, a la chingada".

- Pero, tengo que llevarla a... a...

- ¿A dónde tienes que llevarla?

El Sr. Boonchuy era astuto. Si su hija diría una mentira, dejaría que se enrede en ella para luego ir rompiendo sus tejidos de mentiras una por una, como si fuese la tela de una araña.

Y eso Anne lo sabía.

Su padre alzó sus cejas mientras las comisuras de sus labios se levantaban de una forma divertida, invitando a que la morena le dijera alguna cosa más.

Ambos mantenían la mirada fija a los ojos. El Señor Boonchuy acercándose a la cara de su hija y ésta alejándose lentamente con los ojos bien abiertos.

- Okey, no sé.

La morena se cruzó de brazos, viendo a su padre alejarse y soltar una gran carcajada.

- Ay, amorchito.

Vió como Anne se avergonzaba por cómo la había llamado. Negó con la cabeza mientras comenzaba a darle palmaditas sobre el cabello rizado de la contraria.

- Se que la pequeña Marcy, no es un robot...

- ¿N-no?

Pequeños problemas || Marcanne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora