Sus pies se arrastraban con flojera en el suelo del comedor, su mano tanteó en el fondo del cajón, buscando la bolsa de azúcar. Cuando hubo agarrada dicha bolsa, la abrió y dejando de lado el bote sobre la mesita, toda campante dejó caer un kilo de azúcar en su tacita de café humeante.
- Eh... ¿Anna-banana?
Sus oídos de la banana no estaban disponibles en ese momento para otra cosa más que al sonido del aceite calentándose en su sartén, en el cuál se deberían freír unos huevos.
Somnolienta y con los ojos cerrados, caminó hacia el sonido, pues aún no se había acostumbrado a la luz poco natural del foco arriba de ella.
- Anne.
La nombrada distraída con un ojo medio abierto, mirando hacia la sartén que la había hipnotizado, metió medio dedo en aceite caliente por culpa de su viaje astral a Saturno.
- ¡Anne!
Al instante se arrepintió y sacó su mano de allí sacudiéndola rápidamente y ahogando un grito en el que podría haber salido toda su alma.
- ¡Mi dedo! ¡Carajo!
- ¡Mételo en agua, hará disminuir el ardor!
Una pequeña criatura salió preocupada de entre los cabellos de la chica somnolienta. Saltó a la mesita al lado de la tacita de café y señaló al lavatorio indicándole lo anterior.
Anne de inmediato obedeció y tuvo que esperar más tiempo para sus preciados huevos fritos.
『˒ ː •*.·.*• ː ˓』
- Hoy día también amaneció lloviendo...
Una manita se apoyó en el vidrio de la ventana, y la dueña de esta miraba al cielo encapotado.
- Está empezando a llover más seguido -sus zapatillas fueron lo último que se colocó para completar su uniforme-. Eso significa que tendrás que ir dentro de la mochila otra vez.
Ya no obligaría a la pequeña a quedarse en su cuarto, porque a pesar de que llueva o haga un calor inmenso, ella igual la seguiría a donde sea.
Agarró su mochila al lado de su puerta y se la colocó en su espaldar dirigiéndose hacia su cama en donde la azabache estaba mirando hacia afuera de la habitación.
- Oww, yo quería ver a las personas -Marcy se volvió hacia la morena-. ¡Me siento poderosa arriba de tu cabeza, se ve genial desde esa perspectiva!
Anne río por lo bajo, y se agachó al suelo esperando a que la contraria entrara en su morral.
- Se cuánto te gusta oler mi cabello Mar-Mar -sintió que algo se removía junto a sus cuadernos y supuso que era Marcy.
- Si, lo del cabello también -confesó sonriente.
- Ahora vamos, no olvides cerrar el cierre, eh.
- Oki.
El camino a la escuela fue rápido, las gotas de agua no llegaron a mojar a la morena, pues se cubría con un impermeable unisex que ofrecía su instituto. Trataba de ir por la veredas que más techo tenían.
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Pequeños problemas || Marcanne
FanficAnne, regresando a casa, encontró a una pequeña criatura diminuta. Sin saber si es real o una ilusión, llama de imediato su atención. Esa pequeña azabache, traviesa y escurridiza, no podría cambiar su vida tan drásticamente ¿Verdad?... Quizás conoc...