2. ¿Tus cuentos eran reales?

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Líneas verdes luminosas comienzan a recorrer los brazos de Eshle y en sus manos se abre paso una bola de luz.

Ella levanta sus manos, y una ola de poder emana de su cuerpo, haciendo que el grupo de chicos caigan al suelo inconscientes. Miro a mi hermana mayor y a mis amigas pero ellas se encuentran en el mismo estado de shock que yo. Cuando devuelvo la vista, Eshle se desploma, cayendo al suelo.

—¡Eshle!—grito y corro hacia ella. Tomo su cabeza entre mis manos dándole una caricia.

—Otra vez.—es lo que dice Daria cuando se acerca con Karly y Kathy.

—Ya van cuatro veces de esto. No es normal.—dice Kathy en voz baja.

—Esto es muy raro. Deberían hablarlo con sus padres.— me dice Karly de manera torpe.

—Al principio no quería preocuparles pero ahora quien se preocupa soy yo.—susurré.

—Oigan ¿No se olvidan de algo?—preguntó Daria haciendo una seña con la cabeza.

Observamos a la chica que estaba siendo golpeada. Ella vió a mi hermana hacer eso.

Me acerco a ella y por instinto abraza sus piernas contra su pecho.

—Hey ¿Estás bien?— le pregunto.

Ella asiente con la cabeza.

—¿Quieres que te lleve a tu casa?—vuelvo a hablar.

—No tengo una casa.— su voz apenas es un susurro.

—¿Quieres ir a la mía? Ahí puedo curarte.—le sugiero.

Asiente tímidamente. Le extiendo mi mano. Duda por un momento pero luego la acepta. Camino con ella hacia el auto donde ya se encuentran las demás.

Eshle sigue inconsciente.

—¿Cómo hizo eso?— preguntó la chica algo asustada.

Suelto un suspiro.

—No lo sé.— le respondo.

—Dasha, creo que deberíamos llamar a mamá para que nos busque, no puedes conducir en este estado.—me dijo Daria.

—Creo que ya se me pasó, pero por seguridad la llamaré.— tomo mi teléfono y marco el número de mi madre.

—¡Dasha! Ya me estaba preocupando por la hora. Ustedes no han llegado.

—Hola mamá, necesito que vengas a buscarnos a la dirección que te voy a enviar. No puedo conducir. Pasó algo que debemos hablar.

—¡¿Estás borracha otra vez?!—me gritó.

—No lo sé. Solo ven.

Con eso le colgué y le envié la ubicación.

—¿Cómo te llamas?—le preguntó Kathy.

—Daniela. ¿Ustedes?— preguntó.

—Yo soy Daria. Las pelirrojas son las hermanas Kathya y Karly. Ellas son mis hermanas Dasha y Eshle.—nos señaló.

—Mucho gusto.—le sonreí.

El auto de mamá aparca a un lado de el mío.

Cuando le abro la puerta entra de brazos cruzados.

—¿Me pueden explicar que está pasando? Un momento. ¿Porqué ay una chica golpeada y porqué Eshle está inconsciente?—pregunta furiosa.

—Hablemoslo en casa— le dijo Daria más tranquila.

—Voy a llamar a tu padre para que venga a buscar tu auto. Ahora suban al mío.—nos dijo.

Cuando llegamos a casa me sorprendí. Habían tres hombres vestidos de una forma rara.

—¿Que es esto? ¿Una fiesta de disfraces?—prengutó Daria.

Los tres se arrodillaron en el suelo y bajaron la cabeza.

—¿Okey?—murmuré.

—Necesitamos hablar a solas.— nos dijo mamá.

—Todo lo que vayas a decir dilo frente a ellas. Si tiene que ver con estos tipos raros entonces también tiene que ver con nuestros ¿poderes? ellas ya lo saben.—le dije.

Eshle despertó pero no habló.

—¿Poderes? ¿Cómo sabes de eso?—preguntó mamá.

—Acabas de confirmar que ya sabías lo que está pasando. Ya son cuatro veces que hemos usado magia sin poder controlarlo.— murmuró Daria con la vista hacia el suelo.

—Mejor vamos a la habitación. Podremos estar más tranquilas. Ellas también pueden ir.—dijo mamá.

Caminamos hasta la habitación en la que dormimos mis hermanas y yo. Los tres extraños raros se quedaron en la sala de estar para darnos algo de privacidad.

—Tengo que contarles la causa de sus poderes.— habló mamá con lágrimas en los ojos.

—Que gran novedad.— le respondí irónica, mientras curaba el rostro de Daniela.

—¿Recuerdan que siempre les contaba cuentos para dormir? Siempre mencionaba la dimensión eclipse.

—Cómo olvidarlo, buenos tiempos—le dijo Karly.

—La dimensión eclipse es real. La reina de Corona Verde tuvo cuatro hijos. Un niño y tres niñas. Una de ellas es la mayor por un día y le sigue el niño.—Hizo una pausa.

Todo de repente empezó a tener sentido.

Daria es mayor por un día, algo que todos dicen que es imposible. Pero según los cuentos de mamá, la dimensión eclipse está llena de magia. Ahí talvez no es imposible.

-Hace 18 años la reina vino y me pidió que cuidara a sus hijas, ya que en su dimensión corrían peligro. El hermano de la reina, intentó matarla para quedarse con el trono, pero no lograría su objetivo con más herederos. Inentaría deshacerce de ellos. Ustedes son las herederas de Corona Verde y en general de la dimensión eclipse. Esas personas que están abajo en la sala de estar, vinieron a buscarlas.

Todas quedamos en shock.

—¿Por qué no me dijeron nada a cerca de que sus poderes se manifiestaron?—nos preguntó.

—¿Por qué nunca nos dijiste que no somos tus hijas? ¿Por qué tuvimos que vivir este engaño?  ¿Enserio estás pidiendo explicaciones?- suelto una risa irónica.

Me levanto y corro a encerrarme en el baño.

......

The True Queen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora