No puedo asimilar todo esto. Las lágrimas mojan mis mejillas. Se escuchan unos toques en la puerta.
—¿Puedo pasar?—es la voz de Daniela.
—Sí.—es la única palabra que logro pronunciar.
La puerta se abre y ella se sienta a mi lado en el suelo.
—Lo siento mucho— me susurra en voz baja.
—Viví tan ajena a la realidad— le dije.
Ella soba mi cabeza.
—A veces la vida es injusta. ¿Viste a ese grupo de personas que me golpearon? No son los únicos que lo hacen. Están resentidos por culpa de mi padre. Él fue una horrible persona. Hizo negocios sucios que lo llevaron a la quiebra a él y a sus trabajadores.— su voz se fue apagando y comenzó a llorar.—Mi madre también recibió odio cuando él nos abandonó. Ella fue maltratada por muchos aunque la vieron en mala situación con dos hijas que cuidar. Mi hermana desapareció y mi madre se quitó la vida. Tuve que ir a vivir con mis tíos pero tenían muchos gastos por mis estudios y mi alimentación así que me echaron a la calle hace tres días.
—Comparado con tu vida la mía parece un cuento de hadas y aún así me quejo.
—¿Pero sabes qué? Debemos mantener la frente en alto. Demostrándole a la vida que podemos con los obstáculos que pone en nuestro camino.
—Suenas tan sabia— le dije riendo ligeramente.
—¿Quieres mi opinión? Deberías ir a esa tal dimensión, conocer a tu familia y ocupar tu lugar.
—Gracias.—le sonreí.
Me abraza y le correspondo el abrazo. Ambas bajamos a la sala de estar donde se encuentran los tipos raros, mis hermanas y amigas.
—Tomé una decisión— todos me observan— Voy a ir a conocer a mis padres y hacer lo que tenga que hacer. Pero con una condición. Kathya, Karly y Daniela irán con nosotros.
—¿Yo?—Me pregunta Daniela.
—No te voy a dejar sola después de lo que me contaste.
Le tomo de la mano. Ella me sonríe.
—Yo no me quejo— me dice Karly.
—Pero ¿Qué le diremos a mamá y papá?— le pregunta Kathy a su hermana.
—Déjamelo a mi.— le giñó el ojo Karly.
—Sabes que no puedes seducir a tus padres ¿Verdad?— todas reímos por el comentario de Eshle.
—Solo falta que ustedes acepten.— les dice Daria a los raritos.
—Hace trescientos años desde que un humano pisó la dimensión por última vez. Pero no nos queda más que aceptar. La reina ordenó que las lleváramos y así será.—habló el rubio.
—Mis disculpas, nos presentamos. Yo soy Edmont, el es Daz—señaló al rubio— y el es Ryan.— señaló al último.
—¿Porqué visten como si vinieran de un libro de Harry Potter?— preguntó Eshle divertida.
—Somos hechiceros, no nos crean anticuados. Vestimos normal, solo queríamos ser algo dramáticos al presentarnos con nuestro título— dijo Ryan.
—Pero si parecen ancianos hippies.— dijo Kathy llevándose una mirada ofendida de Edmont.
—¿Cuándo nos vamos? y ¿Cómo nos vamos?— pregunté
—En este momento. Por un portal mágico.— me respondió Daz.
—¿Cómo se llama mi hermano?—Eshle mencionó el detalle que había olvidado.
—Dasher. Digamos que es un poco, muy pesado—masculló Edmont.
—Dasher, Dasha. Que guay.— dije.
Un portal se abrió paso en la sala de estar sorprendiéndonos.
—No me dará tiempo decirle algo a mamá y papá.— dijo Karly mirandolo atontada.
—¿Ya se van?—escuché a mi madre a mis espaldas.
—No esperes que te perdone, pero tampoco mereces mi odio.— le dije antes de entrar al portal.
Dentro todo era oscuro y parecía que tenía los ojos cerrados. Después de un minuto en la oscuridad, logré ver un paisaje en frente mío. Caminé hacia donde estaba y al fin salí de la oscuridad.
Miré a mi alrededor y estaba lleno de árboles y montañas raras.
Detrás de mí aparecieron mis amigas, hermanas y los tipos raros de los cuáles no memorizo el nombre.
—Guay.— susurró mi hermana menor saliendo del shock.
—Esa es mi frase— entrecerré los ojos hacia ella.
—¿Ahora qué?— preguntó Daria.
—Debemos volver dentro de la barrera pronto— dijo Daz serio.
—¿Barrera?— preguntó Karly mirandolo.
—La barrera que protege los tres reinos. Los seres oscuros no pueden entrar dentro de la barrera.—explicó quien creo que se llama Ryan.
Caminamos hasta que se pudo ver una luz azúl que parecía ser un muro. Uno de los hechiceros caminó hacia la luz y entró dentro de ella. Miré a cada una de las chicas que me acompañan. Luego volví mi mirada al frente y caminé hasta la luz. Cuando estuve del otro lado miré a mi alrededor y casi se me cae la mandíbula.
El lugar estaba lleno de casas, toda una ciudad.
—Bienvenidas al lugar más visitado de la dimensión eclipse. Corona verde.
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The True Queen
FantasyTodo reino puede caer abajo. Puede perderse en la oscuridad. Puede ser testigo de el caos y la destrucción. Pero siempre habrá una verdadera reina que logrará levantar su reino y ser su luz. No siempre el narrador es el protagonista. N/A:Está histor...