The True Queen

21. Nada es tu culpa

Clein

Ni siquiera podía dormir de la preocupación por lo que estuviera pasando con esa chica. Extrañaba regañarla por utilizar magia sin supervisión.

Sentí unos toques en la entrada del refugio. Unos específicos, la clave para que les dejáramos entrar. Posiblemente era Harry que había salido con Kathy al pueblo más cercano, corona azúl. No podríamos sobrevivir por mucho tiempo encerrados en un subterráneo así que decidimos que deberíamos hacernos pasar por personas comunes que habían venido de visita.

En el fondo sentí apretado el pecho porque tuve la esperanza de que ella hubiera llegado. Lo que nunca me esperé fue ver a una desconocida con Jennie en brazos, golpeada y ensangrentada. Cuando Keidan vió la escena corrió y Sky detrás de él.  La recostaron suavemente en el mueble.

—¿Qué fué lo que pasó? ¿Quién eres?— preguntó Keidan.

—Digamos que hizo enojar a mi padre y se las desquitó.—dijo mirando hacia abajo.

—¿Tu padre?

—Soy hija de Rowsell

—¿Eres hija de ese maldito?— chilló Keidan.

—Veo que eres poco inteligente.—él la miró mal.—Poco le importa tener a una hija si me tiró a un calabozo por no ser capaz de matar a una de sus sobrinas.

—¿Dasha? ¿Qué hiciste con ella? ¿Dónde está?— le pregunté ansioso.

—Ella aún está atrapada.—habló observando cómo Sky usaba magia para curar a Jennie.—Dijo que así lo prefería, y que sería solo una carga. No parece muy animada y quiso que salvara a esta chica

Miré su cuello. Traía el colgante de Dasha.

—Me lo dió para que no nos pudieran seguir el rastro.

—Voy a buscarla.

—No irás solo.—me dijo Sky terminando de sanar a Jennie.

—Bien. Vamos.

....

Ya conocía cada parte del castillo así que no fue difícil encontrar la celda donde ella estaba. Maryan me dió el colgante para que nadie pudiera saber que estábamos ahí y dijo dónde estaba encerrada.

Ella no se veía para nada bien. Bueno, dependiendo del sentido en que se diga. Porque aún estando mal física y mentalmente siempre se ve bien.

Sky usó su magia para abrir los barrotes. Me acerqué a ella lentamente para no asustarla. Cuando miró hacia mi dirección su cara cambió a una expresión de sorpresa. La abracé pero ella no me lo devolvió. Puse mis mano en su rostro y rompió a llorar.

—Hey...

—Mi hermana.— me dijo entre lágrimas.

—Tranquilízate.

—Es mi culpa yo no pude...—le puse un dedo sobre los labios.

—Nada es tu culpa, princesa. Cálmate. Vine a sacarte de aquí ¿Estás bien con eso?— le acomodé el cabello.

No dijo nada pero asintió con la cabeza. Puse mi brazo bajo sus piernas y la cargué.

.

.

—¿Estás bien?— le preguntó Kathy.

—Necesito descansar un poco.— dijo mirando hacia el suelo. Le tomé la mano y la llevé a una habitación vacía.

—Dash, no te encierres por favor.— besé su mejilla y tomé sus manos. De repente hizo un gesto de dolor y alejó las manos.— Puedes decirme si te molesta que esté contigo, no me voy a molestar.

—No es eso.—me dijo levantando sus manos hacia mí. No soy médico pero cualquiera podía notar que tenía los dedos rotos.

—¿Que te pasó?

—Fue Maryan. Pero no la culpo. Tenía miedo de su padre.

—Princesa... voy a decirle a Sky que te cure.

.

.

Omnisciente

—Eres un inútil. Te dije que las rastrearas cuando escaparan. Ahora están libres y aún no sabemos dónde están los refugios subterráneos.

—¿Cómo demonios iba a saber que tenían el colgante de mi hermana?— respondió este indignado.

—Tendremos que cambiar de planes. No pueden vivir escondidos por siempre.— dijo aquél individuo tocando su cabello inconscientemente.—Mientras tanto ni se te ocurra hacer algo que me ponga en evidencia.

—No soy tan imbécil como piensas, niño.

.....

Dasha

Cuando desperté me quedé pensando en el sueño que tuve. No era la primera vez que soñaba con su voz. Me refiero a Eshle. Pensé que talvez era por la culpa que sentía. Pero este sueño fue diferente, también pude escuchar a Keidan.

—¿Cómo que no sabes a dónde se fue?— preguntó Clein.

—No lo sé. Solo se esfumó cuando no lo veía. Salimos a revisar el área

—Estamos en graves problemas.— murmuró Kathy.

—Di algo que no sepamos.— le respondió Nani.

—¿De qué hablan?—pregunté.

—Keidan. No está.

Me quedé pensando en mi sueño. No podía ser una coincidencia.

—Acabo de soñar con su voz y la de mi hermana.

—¿Daria?— preguntó Karly.

—No.

—Oh.

—Sí.

—Es raro que justo cuando lo soñaste desapareció.

Me quedé pensando un momento.

—Oigan, tengo una pregunta. ¿Cómo se entierra a los fallecidos aquí?— pregunté.

—¿A qué te refieres? Supongo que igual que en la dimensión humana. Enterrar el cuerpo bajo tierra y ya.

—Pensé que sería diferente. Es que... el cuerpo de Eshle desapareció de la nada. Traté de no pensar mucho en eso ya que estamos en un lugar diferente.

—No entiendo que pudo haber pasado. Pero es posible que tu hermana no haya muerto.— dijo Harry.

—¿Qué?