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Dasha
Después de un doloroso despertar bajo los pies de Daniela caminé hasta el jardín trasero donde me senté a observar mejor los bonitos tulipanes rosa. A su lado los pequeños tréboles adornaban el suelo.
—A que son hermosos.— habló Jennie agachándose a mi lado.
—Mientras que a las flores todos las admiran por su belleza, los tréboles llaman la atención por lo que representan: suerte. Aunque tienen cierta belleza a su manera.—hice una pausa— En cambio, los tulipanes más bonitos, son los más rotos. Literamente así se llaman los que tienen más de un tono. Sin duda hay diferencias, pero ambos se complementan a su manera.
—Como tú y yo.— respondió ella.
—Sí, las diferencias entre nosotras es la estatura.— reí recibiendo un manotazo de su parte.
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— Kathy, si te soy sincero, eres pésima en esto. — le dijo Harry.
—No seas tan sincero.— respondió.
—Posiblemente nunca habíamos enseñado humanos a controlar los elementos pero creo que podrías hacerlo mejor.—habló Sky.
—Ni siquiera estamos haciendo algo que se pueda calificar como bueno o malo.— se quejó Dani.
—Es cierto. No creo que el yoga sea algo con lo que podamos encender fuego o algo así.— respondió Karly.
—Hey, chicas nosotras no sabemos nada de esto, dejen que nos ayuden.— dijo Daria.
—En realidad el yoga es solo un entrenamiento para adaptar sus cuerpos. No cualquier humano puede tener poderes así por así.— explicó Sky.
—Cuando acaben de hacer los ejercicios y se relajen completamente, haremos un hechizo para que puedan controlar los elementos.— siguió su hermano.
—Tienen suerte, esto no ocurre todos los días.
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Después de tres puñeteras horas de ejercicios de relajación y unos cuantos puñetazos de Kathy, hicimos un circulo de velas.
—Esta es la parte casi dolorosa, digamos que todas deben dejar caer una gota de sangre en una vela. — anunció Harry.
—No hay problema, si esto es lo que hay que hacer. — respondió Daria recibiendo miradas no tan seguras de las demás.
Seis chicas alrededor de seis velas. Cada una hizo un corte en la palma de su mano y derramó sangre en el fuego de la vela qué tenía enfrente.
Algo extraño pasó. El fuego de las velas creció y su color pasó a azúl. Justo como explicaron los hermanos que pasaría, el fuego se apagó dejando humo que en un momento tomaría forma de mariposa y entraría en nuestros cuerpos.
—Felicidades, ahora tienen el poder de los elementos. Tienen suerte de lucir como momias, de no ser así habríamos empezado a aprender a usarlos ahora mismo.— rió Harry.
—Eres insoportable ¿Te lo habían dicho ya?—le dijo Kathy mostrándole la lengua.
—Esto te costará una hora más que las demás en el próximo entrenamiento, Katherin.— respondió arqueando la ceja.
—Mi nombre es Kathya.
—Como sea.
—Bien.
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—Creo que ya no me parece tan lindo. — comentó Kath sentada el escritorio de su hermana.
—Al menos tu puedes mantener una conversación decente con él.— respondió Dani observando sus uñas como si fueran lo más interesante del mundo.
—¿Concideras eso decente? Fue puro vomito de palabras.— hizo una pausa.— Por cierto últimamente no se te ve tan bien.
—¿Gracias?
—Kath tiene razón ¿Pasó algo con Mylo?
— ¿Por qué asumes que tiene que ver con él? —la miré alzando una ceja. —Bueno, vale. Lo admito.
—Cuenta. Cuenta.— Kath se acercó para prestar más atención.
—No ha pasado nada, de verdad nada y es lo que me molesta. Cada vez que nos vemos me evita. Esta mañana me acerqué y le pregunté el por qué, pero simplemente me dijo que no sabe de qué hablo y se largó.
—¿Qué tal si lo llevamos a algún salón vacío de la parte subterránea, lo amarramos y no lo liberamos hasta que no hable con Dani?
—Que divertido. De una. — le dije.
—¿Supongo que ahora me toca ser la que se opone al plan porque después no tendré rostro para volver a miralo?— preguntó Dani llevándose miradas que claramente decían lo contrario. —Me encanta plan.
—Perfecto. Entonces solo tenemos que secuestrarlo cuando no esté nadie viendo.
—¿Crees que tu padre se enoje si se entera?— me preguntó la pelirroja.
—Tal vez, si es así luego hablaré con él y le explicaré que es solo un problema de chicas.
—Necesitaremos un aliado. No creo que podamos secuestrar a una persona que vivió su vida entrenando como guardia. — Kath tenía mucha razón.
—Aún no entiendo por qué siendo de la realeza tenga que servir como guardia. Respondiendo a tu idea, Kath, Dashi tiene un novio.
—Él no es mi novio. Dani, tal vez quiere probar que puede proteger a su reino, pero yo que sé. Si me disculpan, tengo que ir a convencer a alguien de participar en un secuestro.
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—¿Bien? ¿Solo eso vas a decir? ¿Enserio hice una lista en mi cabeza de posibles motivos para secuestrar a Mylo en vano?
—Pues sí, creo que tiene muchas cosas que aclarar. No va a pasar si no le damos un pequeño empujoncito.— dijo Clein jugando con su pelo.
—Más que empujoncito pienso que es como empujarlo a un barranco, pero si es por Daniela, está bien.
—No te hagas. Sabes que te emociona ser parte de un secuestro.
—Confirmo.
—Ya eres toda una criminal. Un robo y un secuestro.
—¿Robo?
—Te robaste mi corazón. — dijo antes de besarme.— Ahora siento que estamos a mano, tú me robas el corazón y yo te robo un beso.
—Pero eso no vale porque me has robado más de un beso.— me quejé.
—Pienso robarte muchos más, que lo sepas.
—¿Cuándo pasaste de ser mi mayor hater a ligar conmigo?
—Todavía soy tu mayor hater, si existiera un club yo sería el líder.
—No lo parece.
—Nada es lo que parece.
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The True Queen
FantasíaTodo reino puede caer abajo. Puede perderse en la oscuridad. Puede ser testigo de el caos y la destrucción. Pero siempre habrá una verdadera reina que logrará levantar su reino y ser su luz. No siempre el narrador es el protagonista. N/A:Está histor...