9. ¿Qué hice para merecer esto?

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Clein me llevó a mi habitación y cerró con llave.

—Te odio— le dije mirándolo con mala cara.

—No lo creo ¿Quien podría odiar semejante belleza?— respondió señalándose a sí mismo.

—Cuidado, tu ego va a romper el techo.— me burlé.

Resbalé y golpeé mi cabeza con el marco de la cama quedando inconsciente.

Clein—

¿La maté? Que floja.

Levanto a Dasha que se revuelve en mis brazos. La acomodo suavemente en la cama para luego salir de la habitación a ayudar allá abajo. Con tanto drama me olvidé lo estaba pasando.

Llego a la puerta pero ya es demasiado tarde, los monstruos fueron más fuertes y lograron entrar. Lucho contra algunos que se abalanzan encima.

Por el rabillo del ojo veo que algo se me acerca y por instinto me giro para enfrentarlo. Mi espada lo atraviesa y cae al suelo derrotado.

—¿Dónde llevaron a las otras chicas?— pregunto aún sin dejar de luchar.

—Algunas fueron con Hyeri al escondite subterráneo, y las demás están con Clover en el almacén donde guardan algunas armas.—hizo una pausa— Daniela está herida y si no la curan rápido puede morir, por eso Mylo se fué con ellas.

Cambio a mi forma de lobo para pelear con más agilidad. Poco a poco vamos acabando con todo el desastre de aquí adentro.

—Vencimos otra vez.— dijo Keidan.

—Daniela está herida, deberíamos ir a ver qué pasó.— nos recordó Edmont

—Adelantense, yo voy a tumbar a Dasha de la cama.

Al llegar a la habitación encontré a la chica dormida con los labios separados y un mechón de cabello entre ellos.

Me lancé encima para despertarla y dejó escapar un grito.

—¿Pero yo que hice para merecer esto?— susurró mirando al techo.

—No sé, simplemente tienes mala suerte. Pero bueno, necesito que vengas conmigo.— le dije.

—¿Porqué siento que me cayó un camión encima de la cabeza?— preguntó.

—Te golpeaste la cabeza por tonta.

—Idiota.— me dijo haciendo una mueca.

Salimos del cuarto y la guío hasta el escondite subterráneo, que no queda tan alejado, pero es algo complicado porque se supone que es un escondite.

Hay algunas puertas con contraseñas, algunos túneles etcétera...

Hasta que por fín logramos llegar.

En el momento que entramos, tanto Dasha como yo quedamos en shock.

Mylo mordió a Daniela.

—¿Qué diablos?— dije incrédulo.

—No puedo creerlo.—murmuró Dasha.

Mylo se levantó con una mancha de sangre en la barbilla y se fue sin decir nada.

Dasha se acercó a ella y colocó su cabeza suavemente en sus piernas.

—¿Va a estar bien?— me preguntó.

—Claro. Solo necesita descansar.

—No debí pedirle que viniera.

—No es tu culpa.— le dije y suspiró profundo.

Se veía tan bien cuando acomodó su cabello tras la oreja. Su mirada de preocupación me pareció tierna. Por un momento casi me atrapa mirándola pero aparté la vista más rápido.

—Deberíamos llevarla a su habitación.

La ayudé a levantarse y entre los dos cargamos a Daniela.

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Cuando Dani despertó algo adolorida le conté lo que pasó y no paraba de hacer preguntas.

—¿Ahora que me mordió, me voy a convertir en lobo?— le preguntó a Clein.

—Licántropo.— respondió simple.

—¿Me transformaré con la próxima luna llena?— interrogó.

—Pues sí.Por cierto, Mylo es el heredero de Corona Azúl.

—¿Algún otro dato que deba saber?— le dijo Dani confundida.

—En realidad sí, es tradición que si convierte a una chica antes de casarse debe contraer matrimonio con ella.

—¡¿Qué!?— gritamos a la vez. Dani agachó la cabeza pensativa.

—Dani, si quieres te dejaremos sola para que te pongas cómoda.—asintió—Nos veremos luego.

Salimos de su habitación para que no se sintiera presionada

—Hablando de Mylo ¿Dónde está él?— pregunté curiosa.

—Dijo que iba a ver a su madre. Una excusa para no verle la cara a tu amiga.— respondió Clein.

—¿Dónde están mi padre y Dasher?—pregunté tratando de evitar el tema de Daniela y Mylo.

—También fueron a Corona Azúl, pero como eres una despistada no lo sabías.

—¿Por qué siempre me insultas? ¿No te cansas de molestarme?— anuncie ignorándolo.

—Para nada. Se ha vuelto mi nuevo entretenimiento.

—¿Estás seguro de que no me molestas para que no me de cuenta de que estás enamorado de mí en secreto?

—Tal vez. Quizá algún día estemos casados burlándonos el uno del otro. — dijo moviendo las cejas de arriba a abajo.

—No te creas, no soy una chica fácil. Primero tendrías que llevarme a conocer a tus padres y presentarme como tu futura esposa.— reí ligeramente.

—Quien sabe, quizás lo haga.

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—¿Entonces insinuó que se casarían?— chismoseó Kath.

—Solo bromeó. Igual no me casaría con alguien así de insoportable. ¿Puedes creer que por su culpa no pude dormir?

—Pobre Clein, ahora lo culpas de todo.

—No sé, es que siento algo cuando estoy con el. No sé si es bueno o malo.

—¡Te gusta! ¡Lo sabía!— chilló.

—Que no, Kathya, no me gusta Calvin Klein.

—Pobre tipo. Igual creo que van a acabar juntos.

—Ya te dije que no.

—Veremos.

Agarré una almohada de mi cama y se la lancé. Para mí mala suerte la atrapó y me enseñó la lengua.

Suspiré.

—¿Qué crees que va a pasar con Dani?—pregunté.

—Yo tampoco lo tengo claro, pero tenemos que apoyarla.

—Sí, eso ya lo sé. Está metida en este lío por mi culpa.

—No es todo tu culpa, Dash. Entiende que aveces las cosas simplemente pasan. Culparte no va a hacer que cambie lo que pasó.

—Tal vez culparme no. Pero se me ocurre lo que sí.

—¿De qué hablas?—preguntó confundida.

—Ya lo sabrás.

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