17. Hola mamá y papá

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Eshle

¿Por qué a Dash no le gusta su nombre? Pues obviamente porque mamá bromeaba diciéndole que significa desastre. No la puedo culpar, mi hermana sin duda era la más revoltosa de las tres.

Sin duda Dashery significa desastre. Puede que un día la veas lanzando globos con pintura en la escuela. o talvez haciendo quien sabe que tipo de brujerías con Jennie y Harry.

Sí, la rubia tonta no tuvo una mejor idea que hacer un hechizo de cumpleaños para su novio-guardaespaldas.

—Espero que no nos hagas explotar, Jennifer.— le dijo Clein alzando una ceja.

La mencionada ni siquiera le prestaba atención mientras encendía tres velas azules.

—Querido Clein, el siguiente paso dolerá un poquito pero necesito que confíes en mí.— habló la de estatura de duende tomando la mano del chico.

Lo siguiente que escuché fue un gritito de parte del cumpleañero.

Pasó la mano ensangrentada de Clein por su rostro y cerró los ojos. Murmuró quien sabe qué hasta que su cabello comenzó a levantarse en el aire. Nos rodeó un frío intenso. De repente detrás de la chica loca con sangre en el rostro se plantaron dos figuras. Una mujer y un hombre.

—¿Mamá? ¿Papá?— preguntó sin poder creerselo.

La pareja se acercó a él.

—Estás tan grande. Feliz cumpleaños. Te has convertido en un gran hombre.— dijo su madre acariciando su rostro.

—Sin duda estamos orgullosos de ti.— habló su padre.

Tenían gran parecido, no lo niego, pero compartía más razgos con su madre.

—Creo que ya se dieron cuenta pero la magia no está estable dentro de la barrera.— explicó la señora.— Corren peligro utilizandola.

Después de un abrazo las figuras desvanecieron y Jennie abrió los ojos.

Clein se quedó observando el lugar por un momento con la cabeza inclinada. Cuando salió de su trance vió a mi hermana y le plantó otro beso.

Algo intenso ¿No?

Desde que se conocieron se echaron el ojo aunque finjan que se odian.

Caminé hasta alejarme de todo. A veces es agradable alejarse de las personas, pero en este momento solo podía sentir un vacío en el pecho.

No es que sea celosa o me moleste con mis hermanas, pero me siento simplemente apartada.

—¿Esh por qué siempre evitas las multitudes?— me preguntó Karly hace ya un tiempo.

Pero claro que no le respondí nada.

Amo a mis hermanas más que a nada en este mundo pero a veces siento que solo soy una carga.

—La vista es muy hermosa.— habló Sky detrás de mí observando el cielo.

Me dí cuenta de la mezcla de colores entre rosado, naranja y violeta que estaba tomando el cielo.

—Sin duda.— afirmó Jennie sentada en los hombros de Dasha.

Bien, esas tres me tomaron desprevenida. Incluso ya estaban cambiadas, aunque yo me adelanté porque no aguantaba más el vestido rosa.

—Jennie, por favor no dejes que Nani siga engordandote con maíz.— se quejó la rubia sacándole una sonrisa a su amiga que bajó de un brinco.

—Juguemos a la rueda.— dijo Sky tomándome la mano y la otra a Jennie.

Mi hermana me tomó una mano con la otra cerró el círculo agarrando a Jennie. Como si fuéramos niñas cantamos y giramos en ronda.

Dasha soltó mi mano y corrió aún enganchada de Jennie haciendo que todas corrieramos tomadas de las manos riendo.

—Si corres tan lento te comerá el lobo.— le dijo Sky a Jennie riendo.

Así fue la tarde. Llena de risas y caídas. Después de un rato recostadas en el pasto calló la noche. Buscamos a los demás que sorprendentemente estaban alrededor de una fogata.

Daniela y yo le hacíamos cosquillas a Keidan molesto. Al final lo tiramos al suelo y nos lanzamos encima de él.

Definitivamente no recuerdo cómo pasó, pero terminamos todos durmiendo en la habitación de Daniela. Quizá porque es la primera al entrar. Posiblemente se enoje por el desastre que dejamos, pero en ese momento nada importaba. En ese momento no pensaba que era la sombra de mis hermanas. Solo estaba bien.



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