Utilizando mis poderes y lo poco que sabía de ellos, lo envié con fuerza a la pared.
-¿Nadie te ha enseñado a no meterte con tu familia?- pregunté cerrando mi mano como si ahorcáse al aire. Inmediatamente llevó las manos a su cuello y con desesperación intentó quitarse las cuerdas inexistentes que lo ahogaban.
Lo solté porque la verdad no quería matarlo por mucho daño que estuviera haciendo. Sabía que si lo hacía ahora nos ahorraríamos millones de problemas en el presente pero decidí no ser tan cruél como para matarlo delante de su hermana y su sobrina.
Abrí un portal bajo sus pies haciéndolo desaparecer fuera de el territorio de Corona Verde.
Miré a mamá que ya llevaba algo de rato mirándome.
-Hola mami.- le dije abrazándola con cariño. Ella aún sin comprender del todo me correspondió el abrazo dejando a la bebé en la cama.
-¿Eres una de mis hijas en el futuro, cierto?- preguntó
-Así es.
-¿Debería regañarte por cambiar el pasado o agradecerte por salvarnos?
-No es mi culpa, o talvez sí. Verás te explico, en unos días es el cumpleaños de alguien muy especial.- le explico todo lo relacionado con este viaje al pasado.- Pero al parecer no fue el hechizo correcto y aquí me ves.
-No pueden jugar así con la magia. No es algo que puedas hacer sin importar el resultado.
-Solo hablemos un poco. Igual no tengo nada que hacer más que esperar a que mágicamente vuelva a mi presente.- hice una pausa.- ¿Cuál de las hermanas es ella?- pregunté por la bebé.
-Aún no tienen nombre, pero es la menor.
-¿Tienen ideas de nombres?
-Ni de cerca.- pareció pensárselo.- Pero tú estás aquí, podrías ayudarme. Le dije nuestros nombres haciéndola sonreír
-Me encantan.- aseguró.- ¿Tú cuál eres?
Tomé su mano para estrecharla.
-Un gusto madre. Soy Dashery, la mediana. Más conocida como Dasha.
-¿Sabes que no deberías estar aquí contándome todo esto, verdad? Estás cambiando el que para ti es el pasado.
-Lo sé pero no puedo hacer nada para volver.
-Claro que puedes. Por algo soy la reina de la magia. Aunque por lo que me comentaste, tus amigas deben estar perdidas en el pasado también así que veré que puedo hacer para arreglar esto.
Rebuscó algo en una cajita sobre su mesa de noche. Sacó un collar con una esmeralda.
-Ten esto, te permitirá viajar en el tiempo. Además de que si necesitas esconderte te protegerá. Pero recuerda que no siempre es bueno cambiar el pasado porque alteras las cosas en el presente.
-Entiendo.- le digo.- Gracias por confiarmelo.
-Sé que serás una buena portadora.- me respondió.
-Ahora dame un último abrazo.- la apreté contra mí.
-De seguro no será el último. Estoy segura de que en tu presente no puedo estar lejos de ustedes.
Bajo la mirada algo triste sin poder decirle que en mi presente ella ya no está más.
Agarró mi mentón y me hizo mirarla a los ojos.
-Si no estoy para abrazarte recuerda, que siempre voy a amarlos pase lo que pase. Recuérdaselo a tus hermanos.
Y en ese momento mis ojos empezaron a pesar y los dejé cerrarse solos.
Cuando volví a abrir mis ojos supe que ya estaba en mi presente. Las demás aún estaban en la misma posición sin despegar los párpados.
Miré a Dani. Si todas viajamos a un pasado relacionado con nosotras, posiblemente ella estaría pasando un mal momento según lo que me contó de su pasado.
Por alguna razón supe lo que debía hacer para despertarlas.
Saqué el colgante de mi cuello y lo coloqué en el centro de el círculo. Puse mis manos encima del objeto haciéndolo brillar. El brillo cegó mi mirada. Cuando logré adaptar la vista, pude ver que las chicas que me acompañaban. Todas con emociones diferentes plantadas en el rostro. Aunque la única que llamó mi atención fue Daniela. Tenía una expresión de tristeza que me dieron ganas de abrazarla. Pero sabía que necesitaba su espacio.
Sin decir nada se marchó. Tardé unos segundos pensando y luego quise seguirla pero no la encontré cuando abrí la puerta. Supe se había ido a la cocina trasera donde solía pasar tiempo. Allá era dónde los mejores cocineros preparaban las cenas reales.
Cuando llegué pude ver a dos guardias custodiando la entrada, es difícil saber cuándo alguien quiere ponerle algo a las comidas que consume directamente la familia real. Uno de estos es Charls, alguien que conocí hace unos días aunque era difícil volver a verlo entre tantos guardias que hay en este inmenso lugar.
Cuando entré encontré a Dani ayudando cuidadosamente a una mujer mayor a batir unos huevos. Mientras dos hombres cargaban sacos de arina de un lado a otro y una tres chicas preparaban mangas de repostería con merengue.
—Hey.— llamé su atención.—¿Puedo saber que hacen?
—Preparamos el pastel de cumpleaños de Clein, genia.— dijo Dani obvia.
Demonios. Claro que olvidé que mañana es el cumpleaños de mi fastidioso y lindo guardaespaldas.
—Claro que lo imaginaba, solo pregunté para asegurarme.—mentira.
—Se nota.— respondió riendo por lo bajo.
—¿Puedo ayudar en algo?—pregunté.
—Claro, alteza.— la cocinera respondió pasandome un tazón con crema batida y tres botes de saborizante.—Puede escoger el sabor que le dará a la crema.
Escogí uno de color rosa con estampado de frambuesas. Lo destapé y vacié un poco de su contenido y lo batí consiguiendo una mezcla espesa y color rosa pastel.
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The True Queen
FantasyTodo reino puede caer abajo. Puede perderse en la oscuridad. Puede ser testigo de el caos y la destrucción. Pero siempre habrá una verdadera reina que logrará levantar su reino y ser su luz. No siempre el narrador es el protagonista. N/A:Está histor...