Dónde los ángeles temen pasar (Part Three)

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La chica se fue sin decir una palabra, con la decepción mostrándose claramente en su rostro. Era un claro contraste a su usual alegre sonrisa. Una parte de mí se sintió mal por ello. Pero traté de ignorarla.

No sería lastimado de nuevo...

"¡Muy bien Shinji!. ¡Tu radio de sincronización está veinte puntos más arriba que la última vez!. ¡Buen trabajo!"
En un pasado que casi se sentía como hacía mil años, habría estado feliz de escuchar eso. Pero ésta vez, apenas lo noté. No me importaba.

Dos días habían pasado y me encontré a mí mismo pensando menos y menos sobre Rei y Asuka. Aún dolía, aún las extrañaba y aún no podía quedarme en presencia de Ayanami por mucho tiempo, pero los sentimientos ya no eran tan opresivos. Tal vez era cierto que el tiempo podía curar las heridas. Pero parte de mí estaba asustado ante la idea. Simplemente no parecía correcto olvidarlas y... seguir adelante.

No había nada que pudiera hacer por Rei. Pero Asuka estaba viva, en algún lado, allá afuera.

La prueba pasó rápido. Deseé que hubiera tomado más tiempo. La cabina de contacto era un lugar fuera de este mundo, donde podía olvidar todo lo demás. Se sentía... confortante.

La cabina de contacto se abrió, me quedé ahí un minuto entero. Todavía no quería que ésta sensación relajante se fuera.

Cuando abrí mis ojos, vi a Kaoru ofreciéndome una mano enguantada de negro, para ayudarme a salir de la cabina. Después de un momento de vacilación, tomé su mano.

"Te ves diferente cuando estás sentado dentro de ésta cabina de contacto. Pareces... en paz".

"Supongo que lo estoy..."

La chica sonrió. Mientras la miraba, noté cómo su traje de conexión negro y azul contrastaba con su pálida piel y cabello gris. También noté, con una pizca de nostalgia, cómo el traje de conexión parecía modelado después del de Asuka. Era el traje femenino de producción estándar, supuse. (3) De alguna forma, deseé que el traje de Asuka hubiera sido un modelo único. Simplemente no se sentía apropiado ver a alguien más en un traje similar.

"Una vez que te cambies¿Irás a casa, o vendrás a comer el almuerzo en la cafetería?"

Sin duda, si comía aquí, probablemente ella me acompañaría. Pero si comía en casa, tomaría algo de tiempo ir al departamento y luego preparar el almuerzo. Perdería un montón de tiempo, y de todas formas no tenía ganas de cocinar. La comida de la cafetería probablemente fuera mejor que algo instantáneo. Y después de haber vivido con Misato por meses, uno podía comer casi cualquier cosa.

"La cafetería".

Mientras que ella no dijo nada, pude sentir que la chica estaba entusiasmada un poco por éstas noticias. Su sonrisa se ensanchó un poco. Había una chispa de vida en sus ojos. Suspiré.

"Siéntete libre de acompañarme".

Dicho esto, me fui al vestidor. No quería ver ese rostro feliz. Si lo hacía, tal vez de hecho me hiciera sentir bien a mí...

Me quedé en la ducha por un largo tiempo, sintiendo el relajante efecto del agua caliente en mi piel. Habría preferido un baño, pero no quería arriesgarme a otro encuentro desnudo con Kaoru.
Kaoru... me pregunté qué estaba sucediendo en la cabeza de esa chica. No importaba lo mucho que quería alejarla, ella simplemente seguía regresando. No podía entender a esa chica. En sólo unos cuantos días, todos parecían haber desarrollado un gusto por ella. Había escuchado que desde su primer día en los Cuarteles Generales, había traído desayunos hechos en casa al equipo del puente. El rumor se estaba dispersando entre el equipo técnico que trabajaba en el mantenimiento de los EVAS que ella hacía el mejor café de por aquí. Incluso escuché que se había ofrecido a ayudar en la ahora desatendida enfermería. Todos parecían caer bajo su encanto. Quizás era debido a esos brillantes ojos y pacífica sonrisa suya. Cada vez que la veía, ella siempre se veía feliz y alegre. Excepto esa vez en el baño...

Lo que yo amo es... (Evangelion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora