No jueges con fuego

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Pasaban de las dos de la mañana cuando regresé del departamento de Rei. Aunque dudaba que alguien estuviese despierto, como la falta de luz lo sugería, me quité la corbata y la chaqueta antes de entrar. Levantaría unas cuantas preguntas si chocaba con una Asuka sonámbula.

Tratando de hacer el menor ruido posible, fui hacia mi cuarto.

"¿Shin... Shinji?"

Me congelé. Asuka.

Me di la vuelta y noté que estaba sobre un montón de cojines. Por el modo en que tenía los ojos medio cerrados parecía que la acababa de despertar. ¡Maldición! Rápidamente entré a mi cuarto, arrojé dentro la corbata y la chaqueta y fui a ver que quería.

"¿Qué estás haciendo durmiendo en la sala?" pregunté, viendo que no se había dormido de nuevo.

"¡Esperándote claro está!. ¿Qué crees que estás haciendo, llegando a casa tan tarde?. ¿Qué hora es?"

"Como las dos de la mañana..."

"¡Mein Gott!. ¡Las dos de la mañana!. ¿Dónde estuviste toda la noche?"

La verdad no quería tener esta conversación ahora mismo. De hecho, no quería ni siquiera hablar con ella.

"¡Con Touji por supuesto!. ¿Por qué lo preguntas?. ¡Tú no eres mi tutora!"

Asuka parecía sorprendida por mi súbito arrebato. Entonces, su propio temperamento estalló.

"¿Anta baka!. ¡Tenemos una cita mañana, a menos que lo hayas olvidado, imbécil!. ¡Así que tengo todo el derecho de estar preocupada aún si parece no importarte!"

Ahora, era mi turno de sorprenderme. Ella había estado despierta toda la noche porque se había preocupado por nuestra cita. Me había esperado... ésta no era la Asuka egocéntrica que conocía. Tal vez alienígenas habían venido y la habían raptado, para reemplazarla con una falsa. Muy poco probable. Aún así, no pude evitar suavizarme, aunque deseaba más que nada estar enojado con ella.

"Discúlpame si te preocupé. Trataré de compensarte por ello mañana".

¡Baka!. ¿Qué estaba haciendo?. ¿No sería mejor para todos si solamente la dejaba estar enojada conmigo? Incluso tal vez habría cancelado la estúpida cita.

Asuka pareció calmarse. De hecho, estaba sonriendo levemente. Entonces su sonrisa se convirtió en una mueca.

"Me aseguraré de que lo hagas, Ikari".

Me dio una mirada depredadora. No pude evitar temblar del miedo.

"Así que. ¿Cuáles son tus planes, Tercer Elegido?"

Esta vez, era mi turno de sonreír maliciosamente.

"Es un secreto. Nos vemos mañana..."

Rápidamente, me escabullí, mientras el temperamento de Asuka se salía de control otra vez.

"¿Un secreto?. ¡Un secreto!. ¡Tú... tú... baka!"

Gruñí cuando escuché la alarma de mi reloj. Probablemente estaría tentado de arrojarlo a la pared, de haber podido encontrarlo. Eventualmente, salí de la cama y me dirigí a la cocina. No totalmente despierto todavía, choqué con algo. El hecho de que mi cara ahora estaba encajada entre algo suave y redondo fue suficiente para hacer sonar miles de alarmas en mi cabeza. De repente estaba bastante despierto y me di cuenta de que aterricé mi nariz justo entre los pechos de Misato.

Debo haberme desmayado de nuevo porque lo siguiente que vi fue una imagen borrosa del rostro de Misato y estaba tirado en el piso.

"¿No bebiste algo de lado equivocado del refrigerador otra vez, verdad, Shinji?"

Me las arreglé para levantarme.

"No. Es sólo que no dormí bien. Perdón..."

Misato sonrió.

"Está bien. Entonces. ¿Cómo te fue?"

Probablemente leyó mi respuesta en mi rostro antes de que siquiera hablara.

"Perfecto, casi como si hubiera sido un sueño".

"Vaya, vaya, eso debió ser lindo. Entonces. ¿Listo para el segundo asalto?"

"Supongo..."

No sonaba muy emocionado. Misato sin ninguna duda lo notó.

"¿Ya elegiste?"

Sonreí.

"Muy probablemente".

Asintió.

"Entiendo. ¡Pero aún así, diviértete!"

"Haré mi mejor esfuerzo". Respondí, no muy convencido realmente.

No pude evitar pensar en esta cita como una tarea de la que debía ocuparme.

Tenía todo listo cuando Asuka finalmente decidió mostrarse al mundo despierto.

"¡Guten Morgen!"

"Buenos días, Asuka".

"Entonces, dime. ¿Qué debo llevar para nuestra cita?"

Mientras que yo no estaba muy entusiasmado por este día, Asuka se veía bastante feliz en ese momento.

"Que sea simple. Algo cómodo. Uno de tus uniformes de escuela tal vez. O ese lindo vestido amarillo tuyo. Sólo asegúrate de llevar unos buenos zapatos".

"¿Mi uniforme de escuela?. ¿Zapatos?. ¿En qué clase de estúpida cita planeas llevarme?"

Me agaché y levanté una cesta de picnic justo debajo de sus narices.

"Un picnic en el lugar más bonito de por aquí. Está a unas cuantas horas caminando desde aquí, sin embargo..."

"¿Un picnic?. ¡Eso es patético!"

"¿Qué, preferirías quedarte encerrada entre cuatro paredes de acero? Nunca sales de Tokyo-3, excepto por esa operación del volcán. ¿No crees que es bueno salir a tomar un poco de aire fresco? O quizás es sólo que temes no poder manejar una pequeña caminata..."

Decir esto tuvo el efecto deseado, Nada como usar ese orgullo alemán suyo para conseguir lo que deseas.

"¿Miedo?. ¿Yo? Déjame decirte que no tengo una condición patética como otras chicas. Estarás muerto del cansancio y yo podría seguir y seguir y seguir..."

"Entonces. ¿Me lo vas a demostrar?" dije, dándole la cesta.

"¡Puedes apostarlo!"

No pude evitar sonreír.

"¡Genial!. ¡Prepárate entonces, nos vamos en veinte minutos!"

"¡Veinte minutos!. ¡No puedo estar lista en veinte minutos! Me tengo que vestir, comer, bañar..."

"¡Media hora entonces!"

"¿Quieres que tu cita huela mal?"

Suspiré.

"De acuerdo, de acuerdo... nos vamos en una hora entonces. Pero no te quejes, si comemos al almuerzo algo tarde..."

"Estaré lista antes de que lo sepas".

De alguna forma, lo dudaba. ¿Por qué no podía ella ser más como Rei?

"¡Y no espíes mientras estoy en el baño!"

Lo que yo amo es... (Evangelion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora