dónde los ángeles temen pasar (Part Two)

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"¡Shinji-kun!. ¡Trata de concentrarte!. ¡Tu radio de sincronización se está poniendo más y más bajo!"
Suspiré mientras hacía algunos esfuerzos por concentrarme. La pobre Teniente Ibuki parecía estar incómoda con su nueva posición. Supongo que era natural.
Asumir el trabajo de la Dra. Akagi probablemente era difícil para ella.

La Dra. Akagi. Me pregunté que le había sucedido. ¿Acaso el Comandante se encargó de ella ahora que ya no tenía un uso para él?

"Mi radio de sincronización estará bien cuando lo necesite", respondí llanamente, después de darme por vencido de tratar de mejorar mi radio de sincronización. Cuando la hora llegara, derrotaría al Diecisieteavo Ángel. Estaba determinado a hacerlo. Pero ésta sólo era una prueba y no pude evitar dejar que mis pensamientos vagaran.

¿Acaso Ayanami era capaz de sincronizarse tan bien como Rei lo había hecho?

Ayanami...

¿De verdad no quedaba nada de Rei en ella?

Tenía que averiguarlo.

"Rei".
Sabía que mis oportunidades eran remotas, pero tenía que intentarlo. Así que me quedé ahí, y me incliné contra una pared, aún vistiendo mi traje de conexión mientras esperaba que ella saliera de los vestidores de chicas. Su cabello aún estaba mojado por la necesaria rápida ducha para quitarse el LCL de su cuerpo. Pude haber encontrado bonita la vista, sino hubiera sido por la mirada sin emoción en sus ojos. Odiaba esa mirada.

"Piloto Ikari".

Me encogí ante las palabras.

Ella se quedó quieta por unos segundos, mirándome con fríos ojos rojos. Yo mismo no me moví, mientras sentía a mi resolución dejándome, ya que me di cuenta de que parecía tan fútil.

Sólo me moví cuando ella pareció perder su interés en mí y empezó a alejarse caminando. Agarré uno de sus hombros. Su cabeza se volteó hacia la mía, su vista taladrando la mía.

"¿En verdad me has olvidado, Rei?. ¿Es esto todo lo que soy para ti?. ¿El Tercer Elegido, el Piloto Ikari?"

Por medio minuto, Rei se quedó tan inmóvil como una estatua, mirándome fijamente. Esa fría, mirada sin vida dejó a mi estómago agitado. Pensé que simplemente me ignoraría otra vez y se iría cuando respondió.

"No tengo memorias de ti. ¿Debería?"

Ella muy bien pudo haberme golpeado en el estómago. Había esperado esa respuesta, pero no pude bajar de tono ese pequeño deje de esperanza que aún residía dentro de mí. Me había dado la fuerza para llegar tan lejos, para hacer esa pregunta. Pero ahora se había ido, dejando sólo espacio para la desesperación.

"Por favor, Rei", rogué, "¿No puedes recordar nada?. ¿Las misiones que hicimos juntos, las veces que no salvamos la vida el uno al otro?. ¿Cuando vivimos juntos?. ¿No puedes recordar cuando hicimos el amor?"

Por una fracción de segundo, pensé que vi algo de vida en sus ojos, pero se había ido tan rápido que tal vez lo haya imaginado.

Entonces escuché susurros detrás de nosotros y me di cuenta de que algo del personal de NERV nos estaba mirando fijamente. Uno podía ver la curiosidad mórbida en sus ojos, el hambre por la miseria humana. La desesperación dio lugar al enojo cuando les di una mirada que pudo haber matado.

"¿No tienen algo mejor qué hacer que mirarnos?. ¡Dummkopf!" (2)

Cuando vives con alguien, no es del todo sorpresivo que a veces, puedes tomar algunos de los hábitos de esa persona. Sólo me di cuenta unos cuantos días más tarde lo mucho que debí de haber sonado y visto como Asuka esa vez. Mi enojo habiéndose calmado un poco, regresé mi atención de vuelta a Rei.

Lo que yo amo es... (Evangelion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora