Lo que yo amo es... (Evangelion)

Primer Interludio: Dogma Terminal

La mirada en su rostro no tenia precio.

Eso fue lo que la Doctora Akagi Ritsuko pensó mientras observaba a Ikari Gendo desde las sombras. Estaba parado ante una pequeña pila de ropa descartada, buscando alrededor a la chica a quien le pertenecían, con la confusión evidente mostrándose en su rostro. Era tan cómica que de hecho se rió, algo que no había hecho en mucho tiempo.

"¿Rei?"

Ritsuko frunció el ceño. Ese bastardo ni siquiera pudo reconocer el sonido de su voz...

"¿Perdiste algo, Ikari?"

"Akagui".

Su rostro ahora no mostró emociones, pero por un breve momento, Ritsuko pensó que había visto sorpresa. ¿Había sido eso una verdadera muestra de emociones, o sólo un despiste de su imaginación, como esos breves momentos que pensó haber visto amor en sus ojos cuando ella compartió su cama?

Ella caminó fuera de la sombra, y se paró en una de las muchas piscinas de LCL. Piscinas ligadas juntas, formando la silueta del Árbol de Sephiroth.

"¿Qué estás haciendo tú aquí?"

Una de sus manos estaba ahora en uno de los bolsillos de su chaqueta, sin duda apretando el arma que ella sabía que guardaba ahí.

"Sólo terminando el trabajo que empezó".

Ésta vez, el shock en su rostro fue real. Por supuesto, se refería a Rei después de todo...

"¿Mataste a Rei?" preguntó él, un toque de acero en su voz.

Ritsuko sonrió delicadamente.

"¿Eso habría arruinado tus aviones, no? Cortar los hilos de la marioneta te dejaría sin nada, todos tus sacrificios habrían sido para nada".

Aún cuando los ojos del Comandante se estrecharon levemente, la pequeña sonrisa, la serena de la doctora nunca cambió. Ninguno habló por momentos, el suave chapoteo del LCL susurrando alrededor de ellos.

"No, no la maté. A pesar de lo mucho que quise, borrar a la muñeca que escogiste sobre mí. Maté a todas las otras, pero a ella... no, no tomé su vida".

Aquí, la sonrisa de la doctora se ensanchó, mostrando unos pocos dientes.

"Por segunda vez, le di vida".

El Comandante Ikari no se movió mientras esperaba todas las ramificaciones de las palabras de la doctora.

"El borrado de memoria", finalmente dijo, no como una pregunta, pero como la simple declaración de un hecho.

"La liberé. Una venganza más apropiada y una forma de reparar el dolor que le causó a tu hijo. Usando hipnosis y drogas para encerrar lejos las memorias de Rei de tu hijo tuvo la ventaja de ahorrar tiempo, ya que Rei pudo mantener su experiencia como piloto y podía ser programado para obedecerte. Un borrado de memoria, en tan poco tiempo, la habría, después de todo, dejado en un estado cerca al de un bebé recién nacido. Pero tenía su falla. Una cerradura también significa que una llave existe..."

Aunque esperaba alguna señal de indignación de Gendo, ninguna llegó. Aún con esa pequeña sonrisa la doctora continuó.

"¡Abrí el bloque de memoria! Bastante fácil de hacer si eres quien lo puso en primer lugar. Sólo tuve que decir unas cuantas palabras clave. ¿Cómo se siente cuando el titiritero ha perdido los hilos de su marioneta?"

Mirando hacia arriba al techo oscurecido, el ojo de su mente descubrió hacia la MAGI. "Le he dado vida de nuevo a un niño. Madre... ¿Es esto como se siente dar a luz?"

"¿Dónde está ella?"

La Dra. Akagi se encogió de hombros. Eran de tan poca importancia, sus demandas. Él probablemente la mataría, pero ella estaba envuelta en una calidez material, nada podía tocarla...

"Probablemente buscando a tu hijo. No necesita ir tras ella. Ella ya no te obedecerá más. Has perdido".

"¿Quién dijo que necesitaba que ella actuara por su propia voluntad?"

Su voz golpeó a Ritsuko con una fuerza tan fuerte que pensó que le había disparado con sus palabras. Llevando sus ojos de golpe abajo lo miró fijamente con horror.

"Ella se mató a sí misma para proteger al Tercer Elegido. Si su vida es amenazada otra vez, ella hará lo que yo desee".

Ritsuko simplemente no podía creer lo que estaba escuchando.

"No puedo creer que serías tan despiadado".

"Estoy demasiado cerca de mi meta para ser detenido ahora".

La Doctora tembló. Él hablaba en serio.

Finalmente sacó su arma.

"Lo siento, tal vez interfieras otra vez".

Sus siguientes palabras fueron habladas suavemente, sólo para sus oídos en este lugar aislado.

La tensión se fue de los hombros de Akagi Ritsuko, dejando atrás una extraña sensación de paz. "Mentirosos".

El sonido de un disparo hizo eco en el cuarto oscuro y Akagi Ritsuko cayó limpiamente en una de las piscinas de LCL. Ikari Gendo demostró el cuerpo un momento, luego se fue en busca de la llave para sus aviones.